Tal vez, te estés planteando la cría de periquitos. Es algo que a muchos aficionados de estas bellas y simpáticas aves exóticas les sucede. Si bien puede parecer algo sencillo, en ocasiones puede resultar no serlo tanto. Todo depende del tipo de animal que quieras obtener del emparejamiento. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos cómo criar periquitos australianos, tanto a nivel inicial como profesional.
No te pierdas todo sobre el periquito australiano
Cómo es la cría de periquitos
La cría del periquito puede ser relativamente sencilla si se realiza de modo privado o aficionado, y se complica un poco más si se pretende realizar en un nivel más avanzado o profesional, como un criador.
Por ese motivo hemos decido dividir este artículo en 2 partes. La primera y que puedes ver a continuación, está dedicada a las personas más inexpertas. La segunda parte, que es mucho más extensa, está dedicada a las personas que se quieren dedicar de modo profesional a la cría de estas aves.
Cría de periquitos nivel principiante
Si eres inexperto en la cría de los periquitos, lo primero que debes saber es que los ejemplares que viven en régimen de animales de compañía, han sido domesticados manualmente y han sido objeto de adiestramiento, independientemente de los tipos y variedades de periquitos.
También, se les ha permitido salir de sus jaulas para entretenerse con juegos diversos y raras veces son buenos criadores. Por regla general perdemos nuestro tiempo si intentamos que críen. Esto no significa que la cría sea una actividad difícil. Al contrario, constituye una afición que puede cultivar un niño sin grandes desembolsos de dinero y que en modo alguno requiere dedicarle mucho tiempo.
Pero, para que así sea, deberemos comenzar con una pareja que haya sido elegida para la cría solamente. Más tarde, si así lo deseamos, cabe separar a los polluelos de los padres en edad temprana, criarlos en jaulas individuales, domesticarlos manualmente cuando todavía son muy jóvenes y venderlos a un buen precio. Los padres deben ser plenamente desarrollados, de edad igual a un año o más, y estar bien alimentados aun cuando en modo alguno gordos. Deben ser fuertes y activos.
El céreo del macho ha de presentar una tonalidad azul brillante, mientras que el de la hembra ha de ser de color tostado obscuro o castaño. La jaula de cría, dado que serán dos los pájaros que vivirán en ella, debe ser lo más grande posible. Las jaulas de los periquitos metálicas son las mejores; sin embargo, las de construcción casera a base de madera recubierta de tela metálica también pueden ser utilizadas si es extremo importante el reducir costes.
En cambio no podemos economizar en la caja de nidificación que deberemos incorporar a la jaula. Estas cajas las encontraremos en los establecimientos de animales de compañía a precios diversos. Se trata de cajas de madera con una base que mide unos 13 cm de lado y una altura que oscila entre 23 y 28 cm.
Cuenta con un orificio de entrada cuyo diámetro es de unos 5 cm, y la parte superior se halla constituida por una tapa dotada de goznes para permitir un fácil acceso al interior, tanto para observar lo que en el ocurre como para proceder a la limpieza.
Dentro de la caja hay una percha, y el suelo está formado por un bloque de madera vaciado en su parte central. Este vaciado viene a ser un «nido» cuyo diámetro es de unos 10 cm y su profundidad de unos 2 cm. Este vaciado resulta esencial para impedir que los huevos rueden de un lado para otro. La caja ha de poder retirarse para facilitar la limpieza. No se necesita material de nidificación ya que la hembra pone sus huevos directamente sobre la madera.
La caja de nidificación debe estar instalada o bien dentro de una gran jaula de vuelo o fijada en la parte externa de una jaula corriente con su orificio de entrada coincidente con otro practicado en el lateral. Esta jaula deberá estar dotada, por supuesto, con todos los accesorios y perchas necesarias.
Debe ser instalada en un punto tranquilo y apartado y dejada allí. Los pájaros no criarán si son perturbados, salvo para darles de comer y llevar a cabo las labores de limpieza. Los periquitos se aparean en cualquier período del año, es decir, no cuentan con una época de cría definida. Sin embargo y hablando en términos generales, la primavera y el verano son las épocas mejores en las regiones del norte mientras que en el sur, al ser el clima excesivamente caluroso en verano, la cría ha de tener lugar en invierno.
A la larga, no obstante, son los pájaros los que deciden por sí mismos. De hecho, no solo ignoran por completo las estaciones sino que crían de modo constante, siendo frecuente el que la hembra comience de nuevo a poner huevos antes de que los polluelos de su nidada anterior hayan abandonado el nido.
Sea como fuere no debe permitirse a ninguna pareja que críe más de tres veces al año ya que tal circunstancia debilita no solo a los padres sino también a la descendencia futura. A tal fin, tan pronto como los polluelos puedan valerse por sí mismos y hayan sido transferidos a sus jaulas individuales para proceder a su cría manual, la caja de nidificación debe ser retirada del interior de la jaula.
Algunos periquitos se aparean de inmediato tras instalarlos en una jaula y descubrir la presencia de la caja de nidificación. Otros, en cambio, precisan de mayor tiempo. Debemos esperar y dejar que la naturaleza siga su curso. Resulta divertido observar cómo el macho corteja y trata de convencer a la hembra. Algunas veces, sin embargo, ésta lo rechaza en forma violenta y si le causa alguna herida es mejor separarlos y procurarse otro macho u otra hembra.
Sabremos que el apareamiento ha tenido lugar cuando la hembra comience a mostrar gran interés en inspeccionar la caja de nidificación, entrando y saliendo de ella de una forma continuada. Pronto permanecerá dentro durante todo el día, reuniéndose con su pareja en una percha al llegar la noche. En algunas ocasiones el macho le da de comer, en otras es ella la que sale fuera para alimentarse por sí misma.
Unos cuantos días después de que hayamos observado la visita constante a la caja de nidificación, echemos una cuidadosa mirada al interior. ¿Huevos? ¡Magnífico! La hembra seguirá poniendo hasta que el número de ellos sea de cinco a diez, depositados en el vaciado del suelo.
El primer huevo hará eclosión al cabo de 18 días aproximadamente y los demás seguirán en días alternos, hasta que toda la nidada haya nacido. Esto significa que en el nido habrá polluelos de todos los niveles de desarrollo a un mismo tiempo; algunos con su plumaje casi completo mientras que otros aparecerán totalmente desnudos (permanecerán en este estado durante una semana aproximadamente).
Bloqueo ovárico
Algunas veces un huevo queda bloqueado en el oviducto y la hembra no puede expulsarlo como tampoco le es dable hacerlo con sus deposiciones y su orina. Como consecuencia de ello se desarrollará una toxemia.
Cabe que no veamos sus esfuerzos para poner el huevo pero sí observaremos que se mantiene posada en el suelo de la jaula, con su plumaje ahuecado y en actitud letárgica. Palpemos con suavidad ambos lados de la cloaca y percibiremos la presencia del huevo, si es esto lo que origina el problema.
Instalémosla en una jaula sin perchas para asegurarnos de que permanecerá en el suelo. Mantengámosla a un nivel de temperatura caliente colocando la jaula sobre una fuente de calor uniforme, como por ejemplo una esterilla eléctrica. Un paño suave en el suelo de la jaula también resultara de ayuda.
Si el calor no da resultado, podemos probar el rellenar un cuentagotas de punta roma con aceite mineral. Sostengamos el pájaro con suavidad pero con firmeza e insertemos el cuentagotas entre la cloaca y el huevo; desplacemos el extremo del cuentagotas alrededor de éste mientras presionamos para que salga el aceite.
Si a pesar de todo no puede poner el huevo con ayuda de la lubricación, solo nos resta hacer una cosa. Salvemos su vida rompiendo el huevo y dejando que su contenido salga al exterior; desmenucemos la cáscara con unas pinzas y extraigamos los trozos.
Si encontramos otro huevo después del primero, esperemos a ver si su puesta tiene lugar de modo natural. Si no es así, deberá ser destruido también. De todos modos si la hembra sufre de bloqueo ovárico por segunda vez, probablemente resultará aconsejable no intentar que críe de nuevo.
Cuidado de los polluelos de periquito
Los polluelos no requieren ningún cuidado ni alimentación especiales por nuestra parte. Al principio es la madre la que les da de comer; cuando se hallan más desarrollados, el padre también participa en esta labor.
No constituye ningún problema el que levantemos la tapa de la caja de nidificación para apreciar el nivel de desarrollo de los polluelos aun cuando los padres posiblemente organizaran un gran alboroto. Durante este período deberemos proporcionarles verduras frescas.
Los polluelos ensuciarán el nido y deberemos limpiarlo pese a todas las objeciones de los padres. A tal fin trasladémoslos temporalmente a un cuenco y sometamos el hueco existente en el suelo de la caja de nidificación a una meticulosa limpieza valiéndonos de un cepillo de cerdas rígidas. No lo lavemos ni tampoco lo humedezcamos ya que la humedad puede resaltar fatal para los polluelos.
Cuando hayan desarropado por completo su plumaje deberemos sacarlos del nido (en este punto ya estarán dando pequeños saltos y revoloteando de un lado a otro, así como comiendo por sí mismos) e instalarlos en jaulas individuales si es nuestra intención domesticarlos, o separarlos por sexos si es nuestro propósito destinarlos a la reproducción.
Depositemos la comida en el suelo de la jaula durante la primera semana aproximadamente, hasta que se acostumbren a hacer uso de los comederos. Su mezcla de semillas debe componerse de avena semimolida, mijo blanco y alpiste, este último en una proporción del 60% aproximadamente ya que resulta más fácil de desmenuzar.
Si la hembra comienza a poner una segunda nidada antes de que todos sus polluelos hayan abandonado el nido, resulta aconsejable retirar los que queden ya que se sabe de muchas hembras que han matado a los polluelos que se han puesto a su alcance mientras ellas ponían huevos. Los periquitos pueden criar durante un período de diez años pero, sin embargo, cuando se encuentran en mejores condiciones para ello es en el curso de los tres o cuatro primeros.
Cría de periquitos nivel profesional
A partir de este punto no vamos a examinar ningún problema altamente científico, pero el aficionado y el criador también deben saber algo acerca de la biología reproductora del periquito. Después de leer este artículo seguramente verán algunas cosas con otros ojos.
Existen algunos informes sobre la biología de la reproducción en el periquito silvestre. Por ejemplo, las anotaciones de IMMELMANN (1972) dan algunas informaciones más al lector interesado. Cuando se trata del mantenimiento y cría en grandes criaderos se hace referencia a la literatura especializada y a las propias experiencias.
Reproducción en el hábitat natural
El periquito lleva una vida “nómada”, es decir, mediante un continuo vagabundear busca constantemente nuevas regiones donde encontrar el necesario alimento, agua y un clima adecuado. Para la crianza de los pollos necesita simientes semimaduras y éstas solo se dan tras las lluvias.
Por este motivo la reproducción del periquito en el hábitat natural tiene lugar exclusivamente después de las lluvias, es decir, el periquito no está ligado a un ciclo reproductor determinado. En su hábitat natural de Australia cría en cualquier época del año, siempre que encuentre suficiente alimento.
Tan pronto como se inician las lluvias, los periquitos empiezan a cortejar, copulan y, después de buscar un sitio para anidar, tiene lugar la puesta. Esta rápida disposición a reproducirse está condicionada por amplias reacciones fisiológicas que tienen lugar en el organismo del periquito.
Debido a las repentinas condiciones ambientales favorables, las gónadas reciben diversos estímulos que las preparan en breve tiempo para la reproducción. Los ovarios forman un gran número de folículos y aumentan de tamaño. En los machos, crecen los testículos y se estimula la producción de esperma.
Las hembras ponen los huevos en oquedades apropiadas de los árboles, prefiriendo los árboles del caucho y los eucaliptos. Según ENEHJELM (1957) estos árboles suelen estar afectados por insectos y diversas enfermedades, por lo que están llenos de agujeros, que los periquitos roen hasta convertir en nidos adecuados.
Los periquitos son aves típicas de las que nidifican en cavidades, es decir, no llevan al nido ninguna clase de material de relleno. Durante la incubación hay hembras quise arrancan plumitas del vientre, con las que atol chan el nido.
En su hábitat natural los periquitos crían en grupo y en un espacio muy restringido. El cortejo les anima mutuamente a incubar. Si las condiciones externas permanecen favorables durante un largo período de tiempo, llevan a cabo varias crías consecutivas.
Cría en cautividad en un aviario
Si un aficionado a los periquitos posee varios ejemplares, ha de decidirse si solo desea sentir satisfacción por la visión polícroma del aviario o si también espera crías de estos animales. Si alguien se decide a criar periquitos, enseguida se plantea la segunda cuestión, ¿deseo criar en cautividad sin tomar en consideración el color, las estirpes, etc., o quiero llevar a cabo una cría selectiva?
Para el caso mencionado en primer lugar se ofrece la cría en un aviario comunitario (de interior o de exterior). En él se pueden hacer criar varias parejas al mismo tiempo. Pero quien dé importancia a una cría exacta según el color y las características corporales de los pájaros, tendrá que llevarla a cabo en jaulas de cría individuales, con una pareja por jaula.
Importante: cualquier cría de periquitos y de otros psitácidos se debe comunicar a las autoridades competentes.
La instalación de cría
Condición fundamental: si uno se desea ocupar en el mantenimiento o, incluso, en la cría de periquitos, es necesario disponer de una instalación adecuada, si no el trabajo cotidiano ocupa demasiado tiempo y, en fin, ya no satisface. Si esta instalación, además, no es apropiada para alojar a los pájaros que hemos seleccionado, el mantenimiento y la cría a veces causan problemas insolubles. Para evitar todo eso, vaya aquí nuestro consejo:
Antes de que un avicultor comience con la construcción de un aviario o de una instalación de cría, es preferible que visite muchos criadores y estudie sus instalaciones detalladamente sobre el terreno.
A lo largo de sus observaciones también deberá considerar los éxitos que cada criador ha obtenido en la cría en cautividad, ya que si éstos son malos, la causa hay que buscarla en muchos casos en una mala construcción de la instalación de cría.
Puesto que cada uno debe construir la instalación de cría a su gusto, no quiero entrar en más detalles. Los siguientes bocetos pretenden servir como “ayuda a la planificación”.
Una importante condición previa es que los aviarios o instalaciones de cría estén construidos de tal manera que se puedan limpiar rápidamente y a conciencia y que también se puedan desinfectar de vez en cuando.
A fin de poder llevar a cabo sin problemas estos trabajos repetitivos, los cajones para las jaulas de cría, las cajas nidaderas, los comederos automáticos, los recipientes, los bebederos, etc., han de tener el mismo tamaño y poderse cambiar con facilidad.
También hay que pensar en almacenar en un lugar apropiado el pienso, el agua, la arena, los minerales, el registro de cría y las anillas, a fin de tenerlo todo siempre a mano.
Una vez se ha tenido en cuenta todo esto, las manipulaciones necesarias ocupan mucho menos tiempo, y el trabajo en un recinto de cría que se pueda limpiar rápidamente es más placentero. El tiempo restante se podrá aprovechar para la verdadera afición: la cría y la observación de los periquitos.
Ante todo necesitamos un recinto de cría, pero también jaulas de cría y aviarios, estos últimos para una cría comunitaria o para alojar a las aves reproductoras fuera del período de cría. Hay que procurar que el recinto disponga de suficiente luz, tanto de día como en las horas matutinas o vespertinas.
A fin de asegurar una iluminación que dure de 12 a 14 horas, es imprescindible instalar una iluminación adicional. Se suelen utilizar generalmente tubos fluorescentes controlados por un temporizador.
Para evitar posibles trastornos o molestias durante la noche, hay que prever una luz de emergencia para que los pájaros vuelvan a encontrar su posadero o su caja nidadera. Para estos casos ha demostrado su eficacia un dispositivo de enchufe que vuelve a disminuir la iluminación hasta una intensidad residual.
Pero la luz de emergencia también puede conseguirse a través de una fuente de luz independiente de la iluminación general. La época de cría natural para un periquito en cautividad es la primavera con sus períodos de luz diurna cada vez más largos.
Si se desea comenzar la reproducción en invierno, es imprescindible disponer de calefacción; la temperatura del recinto de cría no debe ser inferior a los 12°C. Además es necesario alargar la duración de la luz diurna a 12 horas, como mínimo, mediante una fuente de luz artificial.
Si es posible, en la instalación de cría -o por lo menos en una habitación adyacente- se debería prever una toma de agua. Esta nos ahorrará muchas idas y venidas y, por consiguiente, mucho tiempo; los criadores que no disponen de toma de agua en las proximidades, serán los que más valoren esta ventaja.
Hay que prestar especial atención a que el recinto de cría disponga de una ventilación correcta, vigilando que no pueda haber corrientes de aire. Incluso si existe una ventilación permanente, no se debe descuidar la aireación a fondo de la habitación abriendo puertas y ventanas una vez al día.
Estancias para un recinto de cría
Como ya se ha dicho, el periquito es un pájaro que no causa problemas, ni en cuanto a su alojamiento ni a su reproducción, ya que cría en casi cualquier recinto, en el que se mantengan las condiciones previas apuntadas antes.
Numerosos criadores comienzan su cría en un sótano. Siempre que en esta habitación penetre la luz del día, será adecuado para los fines reproductores, dado que en los sótanos se pueden mantener constantes durante largo tiempo la humedad atmosférica y la temperatura -dos factores que tienen gran importancia en la cría.
Por regla general, los sótanos también disponen de corriente eléctrica y de calefacción, y para los suministros hay que andar poco. En todo caso, los inconvenientes estriban en que el polvo y la suciedad también penetran desde aquí a la vivienda y que, además, no quedan excluidas del todo las molestias por los ruidos en las habitaciones de la casa.
Las instalaciones de cría aisladas no tienen necesariamente estas ventajas. Sobre todo, si están aisladas deficientemente, hay cada día unas considerables oscilaciones térmicas que conllevan también variaciones de la humedad.
La construcción de un aviario aislado -por ejemplo en el jardín- condiciona por su misma naturaleza un mayor gasto económico y de trabajo. Hay que colocar conexiones eléctricas y, en la mayoría de los casos, tampoco habrá agua. Además, para los cuidados de los pájaros se tendrán que aceptar caminos más largos, lo que puede causar considerables problemas, sobre todo durante los meses de invierno.
Aviarios de exterior y zonas de vuelo interiores
A una instalación de cría pertenecen, además de las jaulas de cría, también los aviarios de exterior y las zonas de vuelo interiores, que son una parte importante de la misma.
Para las aves alojadas enjaulas durante la época de cría es importante tener la posibilidad de volar durante el resto del año, lo que les permite conseguir el necesario entrenamiento físico. Los trayectos de vuelo más largos y el mayor movimiento que éstos conllevan fortalecen los músculos de los periquitos.
Al igual que en la construcción del recinto de cría, para instalar los aviarios y las zonas de vuelo interiores también se deberá partir del espacio y de las condiciones existentes. Las zonas de vuelo se han de recubrir de placas de madera o de plástico en la parte inferior (que lleguen aproximadamente a 1 metro de altura) y solo colocar tela metálica en la parte superior.
De esta manera se evita que vuelen por la estancia plumas, restos de comida y cualquier otra clase de suciedad. Para asegurar una buena limpieza y desinfección, las paredes del aviario o de las zonas de vuelo que no están cubiertas por tela metálica han de ser de un material lavable lo más liso posible.
Lo mejor es ofrecerles la comida sobre una plancha de madera que se pueda alcanzar fácilmente desde el exterior a través de una trampilla o una puerta. Como posadero ha demostrado su eficacia una escalera con perchas. En ella se sujetan a un listón montado en un ángulo de 45° varios aseladeros o perchas, a una distancia de unos 25 cm entre ellas.
Con frecuencia se ve en las instalaciones de cría una combinación de aviarios de exterior v zonas de vuelo interiores, es decir, los periquitos pueden entrar o salir por una abertura. Lo importante para situar un aviario de exterior es que esté colocado en un lugar protegido contra el viento y que los periquitos no estén en medio de la corriente de aire.
Con vistas a los días calurosos del verano se debería pensar en que las aves también puedan buscar un lugar a la sombra en el aviario. A fin de que los pájaros estén protegidos hacia afuera de los tratos v otros animales, la tela metálica de los aviarios de exterior se ha de colocar doble.
Los alambres del interior son iguales a los de la zona de vuelo interior; la segunda tela metálica, tensada a una distancia de, por lo menos, 5 cm. puede ser más fuerte, ya que debe resistir los ataques de los gatos y de las aves rapaces.
Se desaconseja el empleo de alambre cubierto de plástico para las paredes interiores, dado que los periquitos, debido a su innato instinto de roer, también mordisquean el plástico y en tal caso el alambre de dentro puede oxidarse bajo el plástico sin que el criador se dé cuenta.
Acerca del suelo de los aviarios de exterior se oyen las opiniones más dispares. Un criador jura que lo mejor es el suelo natural, que cava de vez en cuando, otros han tenido buenos resultados con un suelo natural con hierba v otros, por fin, lo cubren con grandes guijarros.
En todos estos casos las franjas de los cimientos que lo circundan han de tener una profundidad mínima de 80 cm para evitar que penetren roedores perjudiciales.
En mis zonas de vuelo al aire libre he dispuesto un suelo de hormigón bien restregado, sobre el que pongo una capa de arena ornitológica mezclada con tierra vegetal sin abonar. Según mi propia experiencia, el suelo de hormigón es fácil de limpiar y de desinfectar.
Es imprescindible procurar que no puedan penetrar ratones u otros animales perjudiciales en las zonas de vuelo (y, por supuesto, tampoco en la instalación de cría). En otro lugar describiré detalladamente los daños que estos roedores pueden causar.
Mejora del aire mediante ionizadores
Todos los animales, por lo tanto también nuestros pájaros, se dejan guiar mucho más que el hombre por su instinto. Así, por ejemplo, un animal se negará a comer determinada comida o busca aquella que posea las vitaminas u oligoelementos que necesite en ese preciso momento.
En su hábitat natural los animales también tienen la posibilidad de elegir el entorno que sea favorable para vivir. Por eso, nosotros, los aficionados y criadores tenemos la obligación de ofrecer a nuestros animales un alojamiento tan sano y natural como sea posible. De tal manera que es obvio que siempre dispondrán de una comida rica en vitaminas y agua fresca.
Pero, ¿qué pasa con el aire del aviario o recinto de aves? Aunque, como ya hemos descrito, disponga de una ventilación correcta y suficiente, el aire todavía se puede mejorar.
En este caso un depurador de aire corriente ya representa una ventaja, pero este aparato solo lo limpia, no lo mejora óptimamente, por lo que el aire aún no es “sano” como pueda serlo un aire enriquecido con iones negativos, que también nos hace sentimos frescos y animados. Los iones negativos pueden ser producidos por un pequeño aparato eléctrico, un ionizador, que se puede instalar en cualquier recinto de cría.
Otros accesorios
Un utensilio imprescindible para todo criador es una tabla donde se puedan colgar las anillas y, en caso necesario, también las anillas de plástico de colores, para tenerlas a mano. Para comprobar la temperatura y la humedad atmosférica se necesitan aparatos de medición (termómetro e higrómetro). El intervalo entre los 12°C y los 15°C ha demostrado ser la temperatura ideal; a ser posible no se debe bajar de los 10°C. En mi opinión, la humedad debe hallarse entre el 60 y el 70% de humedad relativa.
Jaulas de cría
Antes de que usted se decida por una determinada variedad de jaula de cría, recuerde qué clase de jaula ha visto en los diferentes criaderos. Seguramente habrán sido las jaulas más diversas, tanto en lo referente al tamaño, como al material o a la construcción.
Las jaulas de cría utilizadas por la mayoría de criadores tienen unas medidas de 80 x 45 x 45 cm. Aunque también se puede tener éxito con la cría en jaulas más pequeñas, debemos recordar que nuestros periquitos pasan varios meses al año en tales jaulas y que también en ellas deben tener la mayor libertad de movimientos posible, a fin de que no se vuelvan obesos.
No obstante, si un criador, debido al sitio disponible, tiene que construir jaulas más pequeñas, debe pensar en cualquier caso en que las parejas reproductoras tengan suficiente espacio en los aviarios.
Las jaulas de cría más empleadas para periquitos están cerradas por todos los lados menos por el frontal. Este, generalmente, está provisto de un enrejado dotado de una o dos portezuelas, según sea la forma de colgar el nido. Los barrotes deben ser verticales para que los pájaros no se estropeen su plumaje cuando trepan por ellos.
Si se disponen varias jaulas de cría una al lado de la otra, se recomienda disponer las paredes separadoras en forma deslizante para poder utilizar dichas jaulas como alojamiento para los jóvenes o como jaulas de entrenamiento para exposiciones.
En algunas instalaciones, y también en mis propias jaulas, las paredes de separación son de vidrio, a fin de que los periquitos se puedan observar durante la incubación.
De esta manera se favorecen los estímulos reproductores y se espera conseguir mejores resultados en la cría. En las jaulas se colocan por lo menos dos aseladeros; en las mías han dado buenos resultados un palo de madera redondo y uno cuadrado, con un grosor de 20 mm.
Algunos criadores utilizan jaulas de cría sin cajón; sin embargo, en mi opinión, los cajones tienen grandes ventajas en lo que se refiere a una limpieza rápida y racional de las jaulas. El plástico o la chapa (mejor de acero inoxidable) dan buenos resultados como material para los cajones.
Se ha discutido mucho acerca de los pros y los contras del material adecuado para el relleno del suelo de la jaula. Desde hace cierto tiempo empleo lecho para gatos, dando buenos resultados también la arena ornitológica y las virutas de madera.
En el comercio se encuentran diversas jaulas prefabricadas, en parte de plástico, que se pueden unir entre ellas de acuerdo con el principio de la “caja de construcciones”. Dado que muchos criadores de periquitos también son aficionados al bricolaje, hay las más diversas jaulas hechas por ellos mismos.
Cajas nidaderas
El periquito es, como ya se ha mencionado en capítulos precedentes, un ave que cría en agujeros o cavidades. Así pues, la caja nidadera sirve de sustituto de los agujeros en las ramas de los árboles de su hábitat natural.
Existen las teorías más diversas sobre la forma y colocación de las cajas nidaderas. Antes de entrar en detalles acerca de las diferentes formas de construcción, deseo dejar claras una serie de cuestiones esenciales. La reproducción del periquito se estimula cuando se cuelgan las cajas nidaderas en o dentro de la jaula de cría o del aviario.
Aunque los periquitos no son demasiado exigentes respecto a la cavidad del nido, la caja nidadera debe ser suficientemente grande para que tengan cabida hasta cinco polluelos además de la pareja progenitora.
Sin embargo, para que la hembra pueda regular perfectamente la temperatura de la puesta y de la nidada, la caja nidadera deberá ser pequeña, a fin de que los huevos o los polluelos recién nacidos no pierdan demasiado calor. Para facilitar el control diario las cajas nidaderas deben ser del mismo tamaño y construcción.
La parte más importante de una caja nidadera consiste en la concavidad del nido, con un diámetro de unos 100 mm y una profundidad de 20-25 mm, la cual evitará que se dispersen los huevos. Las medidas interiores de una caja nidadera horizontal no serán inferiores a 200 mm de largo con una anchura y altura de 140 mm.
La entrada estará en el tercio superior en el lado opuesto a la depresión del nido. Según el tamaño de los periquitos que deben criar, tendrá un diámetro de 40-50 mm. A ser posible, la concavidad del nido estará hecha de madera dura para que no pueda ser roída y sea fácil de limpiar. Han dado buenos resultados las cajas nidaderas con los nidos intercambiables.
La entrada debe estar simada lo más arriba posible para que los polluelos no puedan abandonar el nido antes de hora. Por debajo de la entrada se puede colocar una percha, pero no es necesaria.
Al adquirir o construir las cajas nidaderas hay que prestar atención a que se puedan controlar y limpiar con facilidad. Para ello es necesario que tengan una tapa que se pueda sacar o una pared posterior con bisagras para que se pueda abrir.
En la mitad superior de la caja nidadera ha de haber orificios para asegurar la circulación del aire. A ser posible, las cajas nidaderas serán de madera natural (abeto o pino). La madera contrachapada es menos apta para la construcción de las cajas nidaderas, puesto que respira menos que la madera natural.
Quiero desaconsejar el empleo de tableros de virutas o conglomerado (tablex) ya que los excrementos de los polluelos pueden producir humedad en el interior de la caja nidadera, que podría disolver las colas usadas como aglomerante. Eso podría producir gases nocivos tanto para los polluelos como para los pájaros adultos.
Muchos criadores ponen serrín o virutas de madera en las cajas nidaderas para absorber la humedad de los excrementos. Es importante que las virutas estén exentas de residuos (colas, mordientes, etc.) y de contaminación (p. ej., hongos).
En las virutas con hongos el calor del nido y la humedad pueden intensificar el crecimiento de los mohos, que pueden causar grandes pérdidas por micosis.
En una cría bien estructurada debería haber junto a cada jaula un papel para anotar, de la forma más breve posible, el comienzo de la incubación, el número de huevos y número de polluelos, así como el número que lleva cada una de las anillas de las aves. Estas anotaciones son la base para llevar el registro de cría.
Elección y compra de aves reproductoras
Cuando se desea comenzar una cría con periquitos no se deben comprar solo una o dos parejas, ya que de lo contrario pueden aparecer problemas tanto en la aclimatación como luego en la cría misma.
Éste será el caso, sobre todo, si los pájaros se han adquirido de un criador que tiene gran número de ellos. Si ahora, un principiante intenta empezar una cría con solo una o dos parejas de vida anterior “en bandada”, a las aves les costará acostumbrarse al nuevo entorno tan tranquilo con respecto a los típicos sonidos de los periquitos.
Esto se hace especialmente problemático si se adquieren pájaros que ya han criado en compañía de otros muchos periquitos. Eso explica asimismo que se puedan tener problemas con una pareja que ya ha criado polluelos con éxito en un criadero.
Por norma, los primeros pájaros se deberían comprar a un criador que ya ha tenido buenos resultados de cría durante años; sin embargo, esto tampoco es garantía para una adaptación y reproducción exentas de problemas.
Al comprar los pájaros es importante prestar atención a que estén en buenas condiciones físicas. No obstante, cuando se adquieren aves adultas nunca se sabe si, pese a sus momentáneas buenas condiciones físicas, no están agotadas ya debido a crías repetidas.
Consejos del criador
Si un criador cede una pareja reproductora después de dos crías y le pide al comprador hacerlos criar a lo sumo al año siguiente, éste es un consejo que se debe seguir. Sin embargo, la experiencia dice que es frecuente que se prometa pero no que se mantenga, y que las aves se ponen a criar seguidamente en el aviario o recinto de cría del comprador.
No es de extrañar que en muchos casos no se tenga éxito en la reproducción, sino que, si es que nacen polluelos, haya más o menos periquitos “corredores” en el nido.
En este caso, el comprador es el responsable del fracaso, porque ha ignorado el consejo bienintencionado del vendedor que sabía perfectamente que los animales estaban físicamente demasiado estresados a causa las dos crías precedentes y de la aclimatación a su nuevo entorno. Pero, por desgracia, en la vida -y no solo en la cría de aves- es frecuente que los errores propios se achaquen gustosamente a otros.
En cualquier compra de periquitos se debe intentar que el vendedor nos informe lo más posible sobre su experiencia con el alojamiento, la alimentación y la cría. Todo vendedor, si es un criador y aficionado serio a los periquitos, informará gustosamente acerca de sus métodos de cría.
Por el contrario, para un criador de muchos años puede resultar muy deprimente si, en una visita posterior, ha de constatar que no se ha seguido uno solo de sus consejos, que de esta manera han sido inútiles.
Evaluación de la calidad y comprobante genealógico
Siempre se oye de nuevo de los criadores, sobre todo de los principiantes, que no están de acuerdo con los pájaros que han adquirido. Se critica la calidad de los periquitos, la falta de éxito en la cría y el elevado precio.
Sobre esto vamos a dar algunas indicaciones: no se puede criticar a posteriori la calidad de los pájaros si se han podido evaluar personalmente cuando se compraron. Y el precio que pide el vendedor no hay porque aceptarlo, ya que la decisión está únicamente en manos del comprador.
La evaluación de la calidad ya es más problemática si hacemos que nos envíen las aves por correo o por ferrocarril contra reembolso. En este caso es fácil que haya división de opiniones entre el vendedor y el comprador.
Nosotros solo puedo recomendar a todos los criadores -por supuesto que sobre todo a los principiantes- que se tomen el tiempo necesario y asuman los gastos que hagan falta para recoger personalmente el o los pájaros que desean comprar. De esta manera se pueden examinar las aves antes de la compra y se averiguarán del criador detalles sobre las condiciones de alojamiento y alimentación que han tenido hasta ahora.
Especialmente a los principiantes en la cría de periquitos deseo darles el siguiente consejo: no vacilen en meter su mejor pájaro en una jaula de exposición y llevarlo como punto de comparación cuando vayan a comprar otros nuevos. A menudo sucede que se cree haber adquirido un pájaro “grande”, pero que, una vez alojado en el aviario junto a los propios, nos causa una desilusión.
Es aconsejable la adquisición de machos para cruce, ya que suele resultar más fácil conseguirlos de buena calidad y, por otra parte, se acostumbran mejor y con mayor rapidez al nuevo entorno que las hembras. No obstante, sí no fuera posible recoger los periquitos personalmente en casa del criador, se tratará de llegar a un acuerdo sobre el derecho de devolución o cambio.
Todavía hay que señalar otro punto más. Ocurre una y otra vez que un comprador pide que se le prepare una pareja que armonice desde el punto de vista de la línea reproductora. En este caso, el vendedor, según su leal saber y entender, y después de consultar los árboles genealógicos, reunirá una pareja que pueda colmar óptimamente los deseos del comprador.
Por desgracia, siempre hay unos compradores especialmente “listos” que separan esta pareja reproductora y le dan a cada individuo un compañero de su propio criadero. La esperanza de conseguir de esta manera un mayor mi mero de aves buenas, en la mayoría de casos no se cumple.
Además, hay que decir también que, en algunas ocasiones, existen criadores que entregan aves de calidad deficiente, estériles o agotadas por demasiadas crías. En la mayoría de casos, los compradores de tales paja ros no tendrán éxito en la cría, pero a la larga un vendedor así solo podrá vender sus pájaros en el comercio especializado.
Lo que también debería tener en cuenta el comprador
Después de que el principiante ha visitado di versas instalaciones de cría, decidirá en qué criadero va a comprar sus aves. Sin embargo, al hacerlo no solo debe vigilar la calidad de los pájaros de dicho criador, sino que también debe prestar atención a los puntos siguientes:
¿Cómo y qué les da de comer el criador?
Un importante factor para la vitalidad del periquito es una alimentación óptima y equilibrada. Hay que prestar atención a si el criador les da una buena mezcla de pienso en grano, pienso germinado, minerales, piedras calcáreas, etc. También se debe preguntar al vendedor si le administra vitaminas.
Hay que meditar mucho cuando se trata de comprar un ejemplar procedente de un criadero donde se dan muchas vitaminas, ya que en una estirpe vital, que recibe una alimentación equilibrada, un suplemento vitamínico solo es necesario en épocas de estrés especiales tales como la muda, cría, exposiciones, etc.
¿Está limpia la instalación de cría?
Es especialmente importante adquirir solo periquitos de instalaciones de cría impecablemente higiénicas. Por eso, se debe intentar averiguar cuántas veces y con qué medios el criador limpia y desinfecta su instalación. Cuando se adquieren periquitos de un grupo limpio y exento de parásitos, se tendrá la mayor seguridad de que se compran aves sanas.
¿En qué se reconoce si los pájaros están sanos?
Ahora usted dirá que no se puede llevar al veterinario consigo cada vez que se va a comprar un pájaro y tendrá razón. Sin embargo, hay que prestar especial atención a los puntos siguientes:
- Consistencia de los excrementos; plumas pegadas en la zona cloacal siempre son indicio de diarrea.
- El pájaro ha de tener la cera del color que corresponde a su mutación; los machos con la cera pardusca y las hembras con la cera azulada es frecuente que tengan problemas en la reproducción (trastornos hormonales).
- ¿Cómo es la actividad del pájaro con respecto a los demás inquilinos de la jaula o del aviario? Un pájaro que se comunica con los demás congéneres está sano, por lo menos en lo tocante a sus condiciones físicas.
- Los ojos han de ser claros y brillantes y el plumaje debe estar liso y prieto. Si el ave está mudando, la falta de unas cuantas plumas no debe hacemos renunciar a la compra, aunque el cambio de jaula significa un estrés peligroso durante la muda. Si, pese a ello, no deseamos renunciar a su adquisición, es preferible dejar el pájaro en el criadero y recogerlo cuando haya terminado la muda.
- También es de gran importancia vigilar el estado nutricional del pájaro. Los ejemplares demasiado obesos no son recomendables; con las aves cuyo esternón o quilla resalte demasiado, hay que tener cuidado.
¿En qué época del año se deben adquirir las aves reproductoras?
Si somos principiantes y adquirimos los primeros pájaros no importa en qué estación los compremos. Sin embargo, durante los meses invernales hay que tener en cuenta que no se puede alojar los pájaros procedentes de una instalación de cría con calefacción en un aviario de exterior carente de ella, sin que sufran daños.
De todos modos, si nos hemos decidido a adquirir uno o varios pájaros para mejorar una estirpe o para que entre sangre fresca, la compra se debería llevar a cabo bastante tiempo antes del comienzo de la época de reproducción. Eso significa que, si es posible, ya vayamos en primavera a la busca de los periquitos necesarios.
Para ello es una ventaja tener buen contacto con un buen criador, al que se pueda acudir con frecuencia. En este caso, se tiene la posibilidad de observar un pájaro determinado cuando todavía esté en el nido y seguir su desarrollo.
Durante estas casitas también hay que observar a los padres y ver si la crianza transcurre sin problemas. Del mismo modo no se deben perder de vista los hermanos del pájaro elegido, sobre todo para el caso de que el criador desee conservar el ejemplar escogido, decisión que naturalmente se ha de respetar.
En otro lugar de este libro ya indicamos que, durante estas visitas, es muy importante estudiar asimismo los métodos que utiliza el criador para alimentar a sus aves. Por eso debería intentar averiguar la mezcla de pienso que gasta el criador y dar a los animales en su propio criadero ese mismo pienso.
También le puede pedir al criador que le venda algo de su pienso para el tiempo que dure la adaptación de las aves, junto a la adaptación al nuevo entorno, el cambio de alimentación es un motivo para adquirir a tiempo un pájaro.
Otro motivo para una adquisición a comienzos de año es la muda otoñal. Representa una gran ventaja si el pájaro puede pasar la muda antes de iniciar la reproducción.
Es frecuente que al cambiar un ave de una instalación de cría a otra, automáticamente empiece a mudar la pluma. Si, por las razones que sean, nos vemos obligados a adquirir un ave en plenas condiciones reproductoras poco antes del período de cría, se le debería intentar aparcar con un pájaro que naturalmente también se encuentre en plenas facultades reproductoras. Con un poco de suerte también criarán con éxito.
Criterios para la selección de aves para cruces
Todo criador, sin importar si es principiante o campeón, ha de adquirir cada año nuevos pájaros. Para ello hay varias razones:
- La mejora de la calidad del clan o estirpe.
- La entrada de sangre fresca en el clan.
- La ampliación de la población mediante una nueva variedad de color.
Para la mayoría de criadores de periquitos de exposición el primer punto enumerado es el de mayor importancia. Sobre eso vayan aquí algunas indicaciones:
- Si mis periquitos están bien proporcionados y tienen buen tipo, pero son demasiado pequeños, necesitaré un pájaro “largo” de emplumado basto, aunque éste no presente especiales ventajas con respecto a su tipo.
- Las perlas en la garganta de mi periquito son demasiado pequeñas, necesitaré un pájaro con perlas grandes, aunque en el cruce pueda aparecer una frente y máscara mal definidas.
- Mis periquitos tienen la cabeza demasiado estrecha, necesitaré pájaros de cabeza ancha, aunque ésta no tenga la altura exigida.
Estas reflexiones se podrían continuar a placer; lo importante es darse cuenta de que se ha de criar, siguiendo punto por punto, el clan que más se acerque al pájaro ideal.
Al reunir una pareja también hay que prestar atención a la estructura del plumaje de ambas aves. Nunca se han de aparear dos ejemplares de plumaje extremadamente basto. Como sabemos, existen dos extremos en la formación de las plumas cuya transición de todos modos es fluida.
Uno de los extremos está formado por los pájaros de plumas finas (Yellow), que poseen una estructura fina en las plumas, las cuales son relativamente cortas, por lo que también parecen más pequeñas. Estas aves tienen el cuerpo de un color luminoso y uniforme.
Por su tipo pueden ser muy hermosas, pero desde el punto de vista de los jueces de cría en muchos usos no tienen ninguna oportunidad porque parecen pequeñas y, en parte, también lo son.
El otro extremo lo forman los pájaros de plumaje basto (Buff), cuyas plumas son largas v d estandarte de las cuales no es cerrado o prieto, lo que hace que el ave parezca “despeinada». A consecuencia de esta estructura más basta de las plumas, el color del cuerpo aparece mate. Un pájaro así parece muy recio, aunque su cuerpo sea pequeño.
A veces es asombroso ver lo frágil que es el cuerpo de un pájaro así cuan do lo cogemos en la mano. Debido a su pluma je basto, es difícil conseguir unas condiciones de concurso para un pájaro de este tipo, que también él tiene pocas posibilidades cuando se trata de obtener éxito en una exposición. La mayoría de nuestros periquitos de exposición se hallan en algún lugar entre estos dos extremos.
Deseo prevenir a los principiantes contra el apareamiento de ejemplares con un parentesco demasiado próximo, aunque la cría lineal o con sanguínea se utilice en todos los animales para la cría de rendimiento.
De todos modos, para llevar a cabo este tipo de cría ya se necesita cierta experiencia, sobre todo con vistas a la conecta selección de las aves y sus características. Como principiante en la cría no se debe arriesgar un parentesco cercano, como por ejemplo primo-prima o tío-sobrina.
Calidad y precio de los periquitos de exposición
Todos los criadores, independientemente del nivel de exposición al que pertenecen, han de adquirir cada año nuevas aves, cosa que para un criador ya avanzado no siempre es fácil. También el criador que ha de entregar pájaros de su criadero, cada año se encuentra frente a los mismos problemas.
Todo aquel que desea adquirir un periquito, incluso el más novato, escogerá con toda seguridad el mejor periquito del criadero. En este caso el comprador se sentirá frustrado si se le dice que precisamente ese periquito no está a la venta. Si, pese a todo, el vendedor se deja convencer para dar un pájaro así que ya había escogido para la propia cría, el precio desempeñará un papel decisivo.
En este caso, todo dependerá de que ambas partes se pongan de acuerdo de forma meditada y flexible, y en muchos casos el vendedor estará dispuesto a compensar el precio quedándose todas o algunas de las aves de la cría del comprador.
Si se piensa que al comprar aves también se entregan ejemplares de la propia población -sea al precio que sea- y se adquiere por este precio un pájaro para cruce, la estirpe mejorará de año en año, si bien se precisará cierto tiempo para formar una buena estirpe. Pero una formación así, paso a paso, es seguramente más sensata que intentarlo deprisa pagando mucho dinero.
Incubación y crianza de periquitos
Dado que en manos de los seres humanos se pueden crear casi todas las premisas para la reproducción, es posible criar periquitos jóvenes en cualquier época del año.
A fin de obtener unos resultados satisfactorios, hay que mantener el modo de vida gregario de los periquitos. Todos sabemos que el periquito cría mejor y con mayor seguridad en un aviario comunitario no demasiado poblado. Sin embargo, la cría en colonias no es posible cuando se trata de seguir una línea de cría exacta. Por ello es importante que los periquitos que se van a dedicar a la reproducción tengan, por lo menos, contacto acústico entre sí.
No es raro que una pareja que se mantiene sola fracase en la reproducción. También es importante que las parejas reproductoras puedan escuchar y ver a las aves alojadas en las zonas de vuelo libre.
A lo largo de la domesticación se ha conservado la buena fertilidad. Los únicos problemas de fertilidad existen en todo el mundo con los periquitos de exposición, que se han seleccionado a lo largo de muchas décadas con vistas a tamaño, tipo y color, siendo imperdonable que, en parte, se haya dejado de lado la fertilidad como característica de selección.
El periquito es sexualmente maduro a los tres meses. MlCHAELIS (1967) pudo demostrar la existencia de espermatozoides vivos en periquitos jóvenes 60 días después de dejar el nido. Por lo general, los pájaros están en condiciones de reproducirse a los 6-8 meses. Sin embargo, personalmente creo necesario que, para proceder a la reproducción, la edad mínima de los machos sea de 10-12 meses y la de las hembras de 8-10 meses.
La literatura indica para los periquitos que crían con regularidad en manos de los criadores una edad máxima de 7-9 años, limitándose el período reproductivo a 6 años. En especial en los periquitos de exposición raras veces se sobrepasa la edad de 4-5 años: las hembras va suelen ser inservibles para la cría a los 2-3 años, a causa de procesos patológicos en el aparato reproductor.
La condición de reproducción o cría es, junto a la edad, una importante premisa para obtener buenos resultados de cría. Los periquitos no deben estar mudando risiblemente y sí estar sanos. Una cera de color azul intenso, brillante y lisa, es señal de unas buenas condiciones reproductoras.
Por supuesto, esto solo rige para las variedades de color que, debido a su mutación, tendrán la cera azul. La cera de la hembra no ha de ser, como muchas veces se indica, necesariamente de color pardo a pinto oscuro: las señales de que una hembra desea criar son su comportamiento intranquilo y el roer todos los objetos de madera que encuentra.
Influencia de la caja en el comportamiento de cría
Colgar las cajas nidaderas en la jaula de cría o en el aviario desencadena el comportamiento reproductor del periquito. No tiene demasiadas exigencias respecto a la cavidad para nidificar, sin embargo, la caja nidadera debe ser lo bastante grande como para que, además de los padres, quepan holgadamente 5 polluelos.
Puesta
La puesta tiene lugar, por regla general, a los 8 a 10 días después de colgar la caja nidadera. El intervalo de puesta es de dos días. Por regla general consta de 4 a 6 huevos de color blanco puro. La hembra gira regularmente los huevos, a fin de evitar adherencias entre las membranas y el embrión.
Al mismo tiempo, los va cambiando de lugar en el nido para asegurar un calentamiento uniforme, ya que entre los huevos exteriores y los interiores de una misma puesta hay una considerable diferencia de temperaturas. Hasta hoy aún no ha quedado claro la manera en que la hembra lleva a cabo esta regulación térmica.
La temperatura no debe ser demasiado baja, pero en los días de calor tampoco debe superar un nivel crítico. Se ha demostrado que la hembra puede eliminar calor de los huevos cuando las temperaturas del exterior son demasiado elevadas. Para el crecimiento de los embriones se necesita mucha energía, la cual se tiene que producir en el interior del huevo.
Según STUBER (1987), el rendimiento de esta energía es de solo el 40% en todos los seres vivos, es decir, que el 60% de esta energía se libera en forma de calor. Durante los días más frescos, este calor metabólico le facilita la incubación a la hembra, pero en los días cálidos es fácil que los embriones se sobrecalienten mortalmente, si la hembra no puede eliminar el calor sobrante.
La regulación de la humedad por parte de la hembra es otra maravilla más. Con frecuencia se teme que los huevos se sequen; Sin embargo, el peligro de que los embriones se ahoguen es por lo menos igual de grande. En los procesos químicos que tienen lugar durante el desarrollo en el huevo se forma una considerable cantidad de agua, la cual se ha de evaporar del huevo, ya que de lo contrario el embrión no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir.
Si partimos de la base que un huevo de gallina de unos 60 gramos desprende unos 11 litros de vapor de agua durante el desarrollo del pollito, podemos calcular que en un huevo de periquito, de aproximadamente 3 gramos, se ha de evacuar alrededor de 1/2 litro de vapor de agua.
SEVEBTY y WHITTELL (citados según IMMELMANN 1972) han efectuado mediciones en Australia en los huevos de periquitos silvestres, y obtuvieron las medidas de 17,2 a 19,1 mm de longitud y 14,1 a 15,0 mm de diámetro. Mediciones propias en los huevos de periquitos de exposición dieron como resultado 20,2 a 22,5 mm de largo y 16,2 a 17,9 mm de diámetro. Los pesos del huevo oscilaban entre 2,7 y 3,0 g. En mis propias mediciones y pesadas excluí huevos extremadamente pequeños y extremadamente grandes.
Según SCHÓNE-ARNOLD (1980) el 13,3% de la masa del huevo corresponde a la cáscara, mientras que el 27,6% corresponde a la yema y el 59,1% a la clara.
Duración de la incubación
La incubación del periquito dura, como promedio, 18 días; sin embargo, influencias medioambientales especiales pueden abreviar o alargar el desarrollo de los embriones. La mayoría de hembras comienzan a incubar inmediatamente después de poner el primer huevo. Eso tiene como consecuencia que los jóvenes también nacen en el mismo intervalo de puesta, o sea, cada 2 días.
Debido a ello, los jóvenes también abandonarán el nido en días distintos. Durante la incubación el macho defiende la caja nidadera (en el caso de cría en comunidad) y da de comer a la hembra. Solo en casos aislados los machos le hacen compañía a la hembra en el interior de la caja nidadera.
Por regla general, las hembras solo dejan el nido unas pocas veces al día, en la mayoría de casos para excretar. Según SCHÓNE-ARNOLD (1980) las bolas de excremento de la hembra que está incubando alcanzan aproximadamente el 10% de su masa corporal, y se han observado algunas bolas de excrementos de 1,9 a 4,55 g.
Después del período de incubación la frecuencia de excreción se normaliza y el peso de cada una de estas bolas de excremento se reduce con rapidez.
Crianza de los polluelos
Los polluelos recién nacidos están echados de espaldas mientras la hembra los alimenta. Durante los primeros días la hembra les da únicamente una secreción mucosa de color blanco amarillento. Esta masa no es, como se dice con frecuencia, “leche del buche» sino una “leche del proventrículo».
MlCHAELIS (1967) cita a NlETHAMMER, quien ya en 1933 refutó la opinión errónea acerca de la producción de leche del buche en las hembras de periquito que estaban criando a sus polluelos.
Solo al cabo de 34 días los polluelos empiezan a recibir alimento sólido como pienso en grano (a ser posible germinado) o pienso de crianza.
Como se puede leer en otro lugar, los periquitos silvestres alimentan a sus crías con simientes semimaduras. Puesto que, especialmente durante los meses invernales, no siempre disponemos de ellas, se debe dar a los periquitos durante todo el año, pero sobre todo durante la época de crianza de los polluelos, pienso germinado.
El aporte simultáneo de alimento para los polluelos recién nacidos y para los jóvenes de más edad, representa un enorme, y para nosotros incomprensible, rendimiento por parte de la hembra. Si el número de huevos es demasiado grande, o si una pareja reproductora tiene demasiados polluelos, se pueden pasar huevos o polluelos a otra pareja que se encuentre en la misma fase de cría.
Sin embargo, cuando llevamos a cabo una cría lineal, hay que marcar correctamente los huevos o las crías. Dado que los jóvenes periquitos son aceptados sin problemas por los padres adoptivos, se podrá salvar la nidada incluso si muere una hembra que está criando.
Anillado
Normalmente, el anillado de los jóvenes con una anilla cerrada alrededor de la pata se lleva a cabo entre el 6° y el 8° día, según el crecimiento del animal. Las anillas proporcionadas por las asociaciones y clubes de algunos países son cerradas.
Estas suelen ser anodizadas en diferentes colores según el año. Solo se pueden adquirir si se presenta la copia del permiso oficial para criar. Las anillas llevan las siguientes indicaciones:
- Distintivo de la asociación o club: por ejemplo DWV.
- Número del criador: por ejemplo 4571.
- Año: por ejemplo 98.
- Número consecutivo: por ejemplo 907.
La anilla se debe pasar primero por los tres dedos más largos y a continuación por el cuarto, más corto. En caso necesario, el cuarto dedo se ha de pasar a través de la anilla con la ayuda de un objeto algo puntiagudo (mondadientes o una cerilla a la que se ha sacado punta). Las anillas no se deben colocar a la fuerza, ya que se podría producir una lesión en el pie.
Desarrollo de los periquitos jóvenes
MlCHAELIS (1967) recogió en una tabla el desarrollo de los periquitos jóvenes. A la izquierda hemos reproducido esta tabla, añadiendo algunos pesajes propios. Según los valores de la tabla resulta que el aumento de peso, considerando un peso de 1 g al nacer, es de aproximadamente el 200% en los primeros dos días.
El 3º y 4° día el aumento de peso es comparativamente escaso; pero luego el aumento es tal que el polluelo aumenta constantemente de 2 a 3 gramos hasta el 18° día. Seguidamente tiene lugar otro aumento de peso, hasta que el pájaro alcanza su peso máximo el 23º día.
SCHONE-ARNOLD (1960) dice que el periquito alcanza sus medidas definitivas tras la muda juvenil. Según estos dos autores, la muda comienza al cabo de unos 3 meses en los animales de las nidadas tempranas (marzo/abril); en los de las nidadas tardías (septiembre/octubre) la muda se retrasa considerablemente.
Quiero cuestionar la teoría de que el periquito después de pasada la muda juvenil ya tiene sus medidas definitivas, ya que por propia experiencia sé que los periquitos, en especial los de variedades cromáticas como inos, píos recesivos, bayos (flavos), etc., no están completamente desarrollados hasta su segundo año de vida.
Tamaño del periquito
El tamaño (longitud) de un periquito se medía antaño desde la punta del pico pasando por la cabeza hasta el extremo de la cola. En la literatura se indican, entre otras, las siguientes longitudes:
- VOGLER (1877): 210-260 mm
- RUSS (1881): 210-260 mm
Posteriormente se midió la longitud real del pájaro desde el punto más alto de la cabeza hasta la punta de la cola -aquí damos los valores siguientes:
- ENEHJELM (1957): 170-220 mm
- SCIIONE-ARNOLD (1960): 175-208 mm
Las mediciones realizadas en periquitos de exposición oscilan entre 230 y 260 mm.
La descripción del periquito de exposición ideal (estándar) para la DWV y, por lo tanto, también para la COM (Confédération Ornithologique Mondiale), exige una longitud de 240 mm desde el punto más alto de la cabeza hasta el extremo de la cola.
Trastornos en el transcurso de la reproducción
Durante la reproducción también pueden aparecer trastornos. Junto a la ya mencionada falta de contacto con otros periquitos, pueden aparecer defectos en la alimentación, una cría consanguínea demasiado intensa, material reproductor demasiado viejo y condiciones de alojamiento deficientes, que conlleven una mala disposición para criar, así como una fertilidad deficiente o insatisfactoria.
Es frecuente que las hembras intranquilas o asustadas por influencias medioambientales dañen los huevos; éste es el caso, sobre todo, en hembras jóvenes durante su primera puesta. Si los huevos están poco dañados (hundidos o agrietados), se pueden reparar con ayuda de un adhesivo. Pegando la rotura de la cáscara se evita que penetren gérmenes en el huevo y la desecación del mismo.
Muchas veces ocurre que los adultos ya empiezan con la siguiente puesta, mientras que los polluelos de la nidada anterior todavía están en la caja nidadera. Entonces, los huevos recién puestos se ensucian por los excrementos de los jóvenes y, a veces, también resultan dañados.
En tales casos, se han de sacar los huevos inmediatamente después de haber sido puestos, marcándolos y se han de poner en la caja de otra pareja. Los huevos que se han sacado se tienen que sustituir por huevos estériles o de yeso.
Si los huevos que se han sacado no se pueden dar a otra pareja, o no se desea hacerlo, se guardan en una cajita llena de senil i, dándoles la vuelta cada día y, una vez los jóvenes han abandonado el nido, se cambian por los estériles o los de yeso que habíamos colocado en la caja nidadera.
Este método es preferible al de lavar los huevos, pues al lavarlos se destruye la capa protectora natural de los mismos y es fácil dañarlos.
Aunque, como se ha dicho al comienzo, los periquitos crían mientras las condiciones externas sean favorables, es preferible interrumpir el proceso reproductor después de la segunda nidada y permitir que los animales disfruten de un período de descanso suficiente (por lo menos 6 meses).
Si la hembra ya ha empezado a poner los huevos de la tercera tanda, mientras los jóvenes todavía permanecen en el nido, es preferible que realice toda la puesta antes de quitar la caja nidadera, dado que si se interrumpe el proceso de puesta de huevos la hembra puede sufrir trastornos permanentes (dificultad de puesta). Los huevos que se quitan se pueden entregar a otra pareja que esté incubando.
Hay algunas hembras cuyas malas costumbres o vicios pueden causar grandes daños, sobre todo en lugares donde las crías son comunitarias. Puede suceder que las hembras de periquito destruyan regularmente sus huevos y los echen de la caja nidadera o, incluso, que se los coman. Otras “malhechoras” penetran en cajas nidaderas ajenas y destruyen la puesta o matan a los polluelos.
Es muy frecuente que se den peleas cuando se trata de escoger la caja nidadera. Por este motivo es aconsejable colgar el doble de cajas de las necesarias para las parejas alojadas en el aviario o pajarera. Finalmente, señalemos que también las hembras solitarias pueden poner huevos. También en este caso es mejor para el animal que ponga todos los huevos. Al quitarlos suele terminar el proceso de cría.
Permisos oficiales para la cría de periquitos
Para controlar y combatir la enfermedad de los papagayos (psitacosis) tanto la cría como la entrega de psitaciformes, y por tanto, también de periquitos, necesita en algunos países permisos y documentación administrativa. O sea, quien desee criar periquitos, aunque sea a mínima escala, tiene que hacer una instancia para que las autoridades competentes le concedan el permiso.
Entonces, el representante oficial da el visto bueno al recinto de cría, prestando atención especial a que la construcción de las jaulas de cría asegure una fácil limpieza y desinfección. Por otra parte, las instalaciones de cría también han de hacer posible alojar a las aves adecuadamente, a ser posible con luz diurna.
Además, en la mayoría de casos se exige también una habitación para la cuarentena, que ha de corresponder asimismo a las exigencias anteriores. Además de la visita a los recintos previstos, también se lleva a cabo casi siempre un examen por parte del veterinario oficial.
La obtención del permiso de cría devenga unas tasas. Al obtener el permiso, se obliga al criador a anillar los pájaros antes de darlos o venderlos. Todos los criadores no organizados en asociaciones o clubes pueden pedir la cantidad necesaria de anillas a la unión de comerciantes de animales, adjuntando una fotocopia legalizada del permiso de cría.
Las anillas que da esta institución son anillas abiertas que se pueden poner en la pata derecha o izquierda del ave en el momento y a la edad que se desee, ya que no llevan anotado el año. Lo que sí llevan anotado es el número de serie. Si se observa alguna falsificación en las anillas, el criador puede ser expulsado de la asociación.
Al obtener el permiso de cría, el criador también está obligado a llevar un registro de cría. En este libro, se han de inscribir todos los pájaros que se tienen, así como cada entrada y salida (con el nombre y dirección completos del comprador o vendedor). Estos libros de registro se han de enseñar al veterinario oficial cuando éste realiza los controles del criadero, generalmente una vez al año.
En España, en algunas autonomías se han empezado a publicar legislaciones sobre tenencia y protección de los animales, algunas de las cuales hacen referencia expresa a las especies
CITES (convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), por lo que el criador de psitaciformes debería ponerse en contacto con la Agencia de Medio Ambiente u órgano similar de la Autonomía donde reside para enterarse de los requisitos específicos para tener dichas especies en cautividad.
Es conveniente declarar al CICE (Centro de Inspección de Comercio Exterior) más próximo cualquier nacimiento de una especie CITES, para hacer las correspondientes comprobaciones y anotaciones y de esta manera no ponga objeciones para emitir un certificado CITES o comunitario en caso de que se quisiera exportar algunos de los especímenes nacidos en el criadero.
Cría de multiplicación
En la cría de periquitos se distingue la cría de multiplicación de las de periquitos para exposición o la cría de color. Antiguamente, esta clase de cría era la más frecuente. La cantidad de pájaros jóvenes criados es más importante para el criador que la calidad referida al estándar.
Los periquitos procedentes de estas crías de multiplicación reciben en Alemania popularmente el nombre de crías de “Hansi-Bubi” (dos nombres muy frecuentes para un periquito). Estas aves se crían, ante todo, como pájaros de compañía, es decir para el aficionado que desea un ejemplar solo que sea vivaracho y de bonitos colores.
Por regla general, a este aficionado no le interesan ni la postura del pájaro en la percha ni su tamaño o la pureza de su color. En muchos casos, la cría de multiplicación tiene efectos negativos sobre la calidad de los pájaros. Algunos “criadores” tratan de explotar a las aves haciéndolas criar constantemente, a fin de obtener el mayor número posible de jóvenes.
Si a los periquitos se les obliga a efectuar más de 2 o 3 crías seguidas por año, tanto el tamaño como la calidad de los periquitos jóvenes disminuye rápidamente. Por fortuna, la mayoría de criadores solo les permite a sus aves criar unas pocas veces al año y también hace criar únicamente los ejemplares de un año de edad, como mínimo.
En muchos casos, la cría de multiplicación se lleva a cabo como cría comunitaria o cría sin control. Es decir, en una gran pajarera o en un aviario se hacen criar, según el tamaño del mismo, 5, 10 o incluso 20 parejas.
En esta cría comunitaria es el propio pájaro el que elige a su compañero/a. De esta manera a veces se da la endogamia o cría consanguínea a lo largo de muchas generaciones.
En este caso no se puede llevar un registro de cría, de modo que es imposible controlar el grado de consanguinidad, por lo que es necesario introducir constantemente sangre fresca mediante pájaros nuevos.
En los grandes grupos que crían en comunidad a menudo se dan peleas entre las parejas y población de las pajareras o aviarios tiene así mismo efectos negativos sobre la reproducción, pues tanto el pienso como el agua se pueden ensuciar considerablemente.
La consanguinidad, las crías constantes y una alimentación y alojamiento deficientes conllevan pájaros que pesan menos de lo debido, tienen las cabezas pequeñas y aplanadas y un; postura deficiente, así como muchas veces un mal plumaje. Estos jóvenes permiten siempre sacar conclusiones acerca de las condiciones de mantenimiento en el grupo del que proceden.
También en la cría de multiplicación se tiene un mejor control de la reproducción si las parejas reproductoras se alojan cada una en una jaula de cría. En tal caso queda excluida la molestia por parte de sus congéneres y las crías se pueden interrumpir en cualquier momento.
Cría de periquitos para exposición y cría de color
En la práctica es difícil separar la cría de periquitos para exposición o concurso, llamada también cría de periquitos estándar, de la cría de periquitos de color. Casi no existe ningún criador que valore tan solo las características de concurso o exposición y deje totalmente de lado el color.
El criador de periquitos para exposición necesariamente ha de utilizar jaulas individuales, ya que solo de este modo se pueden crear las condiciones básicas necesarias para el progreso en la cría y llevar los imprescindibles registros.
Los periquitos de exposición o concurso se crían ante todo para estos fines y menos como pájaros de compañía. Los capítulos siguientes tratan de la cría de periquitos según determinadas características cromáticas y corporales.
En la cría de periquitos para exposición, así como también en la de multiplicación bien orientada, a la larga se hace imprescindible llevar a cabo el progreso mediante la formación de una estirpe propia, a través de una correcta cría lineal.
La formación consecuente de una estirpe es tarea de años, y sin un conocimiento exacto de las características filogenéticas visibles e invisibles de todos los periquitos que se hacen criar no es posible formarla o mejorarla. Para ello, es imprescindible llevar un registro exacto, por lo que vamos a presentan brevemente las maneras más corrientes de recogida de datos.
Anotación de las características cromáticas y corporales Fichero
La mayoría de “libros” carecen de la necesaria claridad y de un manejo sencillo. Por eso presentamos primero un sistema muy simple. Por año y para abarcar hasta 160 jóvenes se necesita una hoja cuadriculada del tamaño DIN A 4 y un portafolios adecuado con el borde perforado. La hoja se coloca apaisada y se trazan dos líneas verticales que la dividen en tres partes iguales.
La columna de la izquierda servirá para apuntar los padres y se partirá mediante otra línea vertical, anotando a la izquierda de ella y comenzando con el número 1, todos los machos reproductores; a la derecha, con el número 101 anotaremos las hembras reproductoras, consignando en cada caso el color y el número de anilla. Utilizando las dos caras de la hoja se pueden apuntar hasta 80 machos y hembras reproductores.
Las cuatro áreas restantes (dos en la cara anterior y dos en la posterior) sirven para 160 polluelos. Los apartados para los periquitos jóvenes se dividen como sigue: a la izquierda el número de la anilla cerrada empezando por el 001, al lado el sexo y el color, a continuación la fecha de nacimiento y, finalmente, los padres con el número correlativo de la lista de animales reproductores a la izquierda de la hoja.
Si ahora metemos este papel en el portafolios mencionado antes, se puede colgar en el recinto de cría, sin que se ensucie y es visible para todo el mundo. De esta manera, en todo momento se tiene un buen control de los animales reproductores, de la descendencia, etc. Los criadores que crían más de 160 polluelos por año simplemente añaden una hoja más. en la que dejarán en blanco los apartados de los reproductores.
Tarjetas genealógicas
Si el criador de periquitos de exposición desea anotar más observaciones sobre características especiales de sus periquitos, éxitos en los concursos, ascendencia hasta los bisabuelos, etc., la solución más barata es la de utilizar tarjetas genealógicas. Estas tarjetas se pueden obtener a través de las asociaciones o clubes de periquitos, por ejemplo, en la oficina de la AZ y. en principio, siempre presentan una distribución igual.
La cara anterior de la tarjeta informa sobre todo lo referente al periquito al que pertenece, por ejemplo:
- sexo
- color, incluido si es portador de otro
- número de anilla
- dirección del criador
- dirección del posible comprador.
La cara posterior de la tarjeta indica el número de anilla, el color y la hibridación respecto a los padres, abuelos y bisabuelos. A diferencia del método descrito anteriormente, el llevar una tarjeta genealógica es mucho más laborioso, dado que se ha de rellenar una para cada pájaro joven. Es ventajoso si en la cara anterior aún se añade un registro de exposiciones del pájaro que corresponde a la misma.
En la parte superior de esta cuadrícula se escriben horizontalmente los años (91-92-93, etc.) y en la columna de la izquierda la exposición a la cual se ha enviado (exposición local, exposición territorial, exposición federal, campeonato de Europa, etc.). En las áreas restantes se anota, en la columna del año correspondiente, la puntuación y las siglas referentes a copas, medallas, etc.
Programas informáticos
La era de los programas informáticos tampoco se ha detenido ante los criadores de periquitos para exposición. Utilizando un ordenador personal se pueden realizar las mismas anotaciones que en las tarjetas genealógicas e incluso muchas más. En el mercado existen diferentes programas; lo importante es que mediante el programa se aproveche toda la capacidad de un ordenador y se anote realmente todo lo necesario.
Planificación de la temporada de cría
Todo criador de periquitos, independientemente de si es novato o “gato viejo”, ansia cada año llegar a la temporada de cría, ya que sin duda alguna ésta es, junto a la temporada de exposiciones, uno de los puntos culminantes del año. Siempre es una experiencia impresionante poder vivir el crecimiento y desarrollo de los jóvenes periquitos.
La temporada de reproducción o cría es, al mismo tiempo, una época de esperanzas y temores, de grandes alegrías pero también de más de un desengaño.
En este período se demostrará si se eligieron bien las aves criadas en el propio criadero o las adquiridas y si los apareamientos cumplen lo que se esperaba de ellos. A fin de preparar de manera óptima las condiciones externas, es necesario planificar y preparar a conciencia la temporada de reproducción. Antes del comienzo de la cría hay que llevar a cabo o tener en cuenta los siguientes puntos:
Limpieza y desinfección de los accesorios
En la cría de periquitos hay que dar una importancia especial a la higiene. Antes de alojar las parejas reproductoras, se deben limpiar y desinfectar escrupulosamente las jaulas de cría. Lo mismo rige para las cajas nidaderas y para los comederos y bebederos. De ningún modo se deben introducir gérmenes patógenos de la temporada anterior en la nueva.
Preparación de los pájaros reproductores mediante la alimentación correcta
No se deben aparear periquitos que no se hallen en condiciones de incubar o criar. Para alcanzar esta óptima condición reproductora es necesaria, entre otras cosas, una alimentación también óptima.
Si bien no se ha demostrado que las aves alcanzan más rápidamente las condiciones de cría si se les alimenta bien, una buena alimentación es importante en el período previo a la reproducción, a fin de que los padres dispongan de las suficientes reservas para la incubación y la crianza y toleren bien el estrés relacionado con ellas.
- Se sabe que una hembra gasta aproximadamente un 20% más de energía cuando incuba y da calor a sus polluelos, es decir, ello conlleva una considerable pérdida de sustancia. Aquí vamos a mencionar algunas de las razones por las que es importante una buena alimentación para la temporada de cría.
- Deseamos un macho ágil y activo, que garantice la puesta por parte de la hembra de huevos fecundados. Además, este macho ha de alimentar a la hembra y sus polluelos durante todo el período de crianza. Para eso, él mismo debe estar bien alimentado.
- Las tareas de la hembra todavía son más variadas. En el transcurso de unos pocos días ha de realizar una puesta completa. Para ello el óvulo en el ovario ha de almacenar gran cantidad de yema de alta calidad. En el transcurso de solo 2 días se forma en el oviducto alrededor de la yema, la clara, las membranas y la cáscara calcárea o cascarón. Por este motivo, la periquita debe ser preparada de forma más óptima aún para la incubación. Por un lado, necesita un pienso de crianza adicional para poder producir las grasas y proteínas de los huevos y, por otro, es imprescindible un aporte de vitaminas y oligoelementos, a fin de que los embriones se desarrollen bien y nazcan polluelos sanos.
- Cuando la hembra pone el huevo éste ha de contener todas las sustancias nutritivas que el embrión necesita hasta el nacimiento. Si faltan algunos de estos nutrientes, el embrión ya puede estar condenado a muerte dentro del cascarón. Cuantas más sustancias nutritivas falten, tanto más deprisa morirá el embrión en la fase de incubación.
- Aunque un ligero déficit de vitaminas o minerales no impide el nacimiento de los polluelos, no se puede excluir una mayor mortandad de los mismos durante los primeros días después de la eclosión de los huevos si la hembra no ha sido alimentada correctamente.
No es necesario mencionar de manera especial que esta alimentación preparatoria ya se ha de iniciar algunas semanas antes del comienzo de la cría; también es aconsejable incluir en esta alimentación a las aves de reserva que se tengan en el aviario.
Por supuesto que no se puede indicar con exactitud cuándo es el momento indicado antes de la cría para empezar con esta alimentación preparatoria. Comúnmente se comienza unas 4 semanas antes del día en que se pretenda empezar la cría; sin embargo, es obvio que también durante los restantes meses del año se les ofrecerá pienso germinado.
Ahora hay que reflexionar qué nutrientes adicionales se necesitan para la pareja reproductora y cómo se les pueden dar mejor. Entre las sustancias nutritivas más importantes para la preparación a la cría que no existen en cantidades suficientes en el pienso en grano, se cuentan los aminoácidos, las vitaminas A, D y B, así como el calcio y los oligoelementos.
El componente más importante del pienso en grano es el alpiste, que debería representar hasta un 50% de una mezcla para periquitos. Por lo demás, un buen pienso mixto debe contener mijo del Japón, mijo del Senegal y mijo del Plata, a partes iguales, así como aproximadamente un 1% de una simiente oleaginosa (negrillo).
A esta mezcla le añado durante el período de preparación a la cría (una vez puesto el primer huevo vuelvo a darles la comida normal) un 2% de negrillo y un 2% de cañamones. Lo más importante de estas simientes oleaginosas es que contienen el aminoácido lisina. En muchos casos, las necesidades de vitamina A y D se aseguran dándoles aceite de hígado de bacalao.
Como ya hemos mencionado en otro lugar, cuando se administra aceite de hígado de bacalao como suministrador de vitamina D hay que tener cuidado, puesto que cuando está almacenado cierto tiempo la luz y el oxígeno destruyen los ácidos grasos polisaturados y se forman peróxidos. Estos peróxidos destruyen la vitamina E y pueden causar en el pájaro una hipovitaminosis E.
Para la preparación a la cría existen productos en forma de polvos (consultar con el veterinario o en su proveedor habitual), que contienen todo lo necesario para ella; estos preparados se mezclan con el pienso a base de huevo que se prepara cada día fresco. Se asegura un aporte adicional de minerales y oligoelementos a través de las piedras calcáreas, piedras de yodo, etc.
Inicio de la cría y condición de la cría
Puesto que las exposiciones mayores y más importantes tienen lugar de finales de verano a diciembre, la mayoría de criadores empiezan la cría en diciembre o enero, para que los jóvenes hayan mudado y se hayan desarrollado completamente antes de las primeras exposiciones del año siguiente.
Muchos criadores opinan que es mejor comenzar la cría en septiembre u octubre, ya que entonces las parejas tienen más ganas de hacerlo. Por esta razón, la DWV dentro de la AZ decidió en 1987 entregar las anillas para la siguiente temporada de cría a principios de noviembre del año anterior.
Las aves destinadas a las exposiciones más tardías deberán ponerse a criar bastante más tarde, ya que después de la última exposición a la que han concurrido necesitan un descanso, a fin de reponerse del estrés del concurso.
Cuando se lleva a cabo la cría invernal hay que prestar especial atención a la tempera tura del recinto de cría. Si la temperatura es inferior a los 15°C, la pérdida de energía de la hembra que está incubando o calentando a sus polluelos es muy grande, y también los polluelos en crecimiento han de procurarse mucha energía para conservar su temperatura corporal. Las sustancias nutritivas que gastan en eso les faltarán a los jóvenes para su crecimiento.
Cuando se trata de reunir las parejas reproductoras, muchos criadores las alojan el mismo fin de semana en las jaulas de cría. Eso es un error, pues solo se debe poner a criar un pájaro cuando muestre señales inequívocas de que está en condiciones de hacerlo.
Se entiende por condiciones de cría la disposición interna del ave de entrar en la fase de reproducción. La primera premisa para ello es buena salud. Un pájaro embolado nunca estará en condiciones de criar. Un ave que se pretenda hacer criar ha de ser vivaracha, no debe estar delgada y tiene que haber pasado la muda.
No obstante, si al pájaro le faltan unas cuantas rémiges y una rectriz no habrá motivo para no hacerlo criar. Pero si un periquito está mudando fuertemente en la cabeza, hay que prescindir de momento de él para la cría, ya que necesita gran cantidad de nutrientes para el desarrollo de las plumas y podría resultar dañado si todavía se le añade el estrés que conlleva la reproducción.
Es fácil hacer que los periquitos sientan deseos de criar, dado que, al estar adaptados a las condiciones en su hábitat natural, no poseen un período de reproducción fijo o limitado temporalmente. Para estimular la reproducción, no hace falta más que un compañero del sexo opuesto, una caja nidadera y una alimentación abundante y buena.
Otro buen estimulante para las parejas que se desea hacer criar es que puedan escuchar el gorjeo de cierto número de congéneres, por ejemplo, en un aviario o pajarera de interior. Durante este período los machos son muy activos. Cortejan a las hembras y a otros machos, golpean con su pico los aseladeros y accesorios y levantan las plumas de la cabeza.
A veces, las hembras jóvenes se comportan de la misma manera; por el contrario, en las hembras de cierta edad a veces resulta difícil reconocer el momento exacto en que se pueden poner a criar. Roen todos los objetos de madera y son agresivas frente a otras hembras; por el contrario muestran gran franqueza respecto a los machos. Si se desea aparear dos pájaros determinados, hay que esperar a que ambos muestren estar en condiciones de criar. Si solo uno de los dos está en tales condiciones, los huevos pueden quedar estériles.
Experiencias en la cría de periquitos para exposición
Una característica esencial en la raza de exposición actual es su carácter tranquilo, que se consiguió automáticamente con el aumento de tamaño y de masa. G. STUBER (1987) explica de la siguiente manera la relación existente entre el metabolismo basal regulado por las hormonas y el temperamento: “Se entiende por metabolismo basal la cantidad de energía que libera un animal en reposo absoluto por unidad de tiempo.
Cuanto mayor es esta cantidad de energía, tanto más vivaz es el animal (considerando el mismo tamaño). Las razas pesadas de nuestros animales domésticos tienen un metabolismo basal bajo, por lo que son menos temperamentales y más fáciles de manejar. Además asimilan mejor el alimento.
Pero en el caso de los grandes periquitos de exposición la falta de temperamento es un inconveniente cuando se trata de la reproducción; es decir, el problema consiste en que el ave, por un lado, debe estar quieta dentro de la jaula de exposición y, por otro, ha de poseer el temperamento necesario para criar.
Aquí depende del criador el hallar un término medio razonable. Sin embargo, aún existe un segundo problema: el estándar exige el periquito recio y de gran tamaño, el cual debe mantenerse quieto sobre la percha durante la exposición. Por este motivo en la cría siempre impera la preferencia por el pájaro grande y pesado, aunque la fertilidad de toda la estirpe disminuya poco a poco.
Hay que dudar de que éste sea, a la larga, el camino correcto; la cuestión es cuándo las jaulas de concurso alojarán únicamente aves incapaces de reproducirse, pues desde hace más de dos décadas ya hay quejas de que la fertilidad de los periquitos de exposición está disminuyendo.
¿Cómo aparece una fertilidad deficiente?
Una pareja es fértil cuando tras la cópula se forman huevos fecundados. La fecundación de un huevo se puede reconocer a partir del tercer o cuarto día después de la puesta, mirándolos al trasluz, por las venas visibles como filamentos rojos.
Posteriormente también se verá el contorno del embrión. Si la primera puesta solo tiene huevos estériles, no hay que sacar necesariamente la conclusión de que el macho o la hembra lo son. Si la segunda puesta es asimismo estéril, el criador ha de plantearse las siguientes cuestiones:
- Las aves puestas a criar, ¿estaban en condiciones de hacerlo?.
- Las aves puestas a criar, ¿eran demasiado jóvenes? No se debe hacer criar a los machos hasta los 8 a 10 meses de edad, y las hembras hasta los 10 a 12 meses.
- ¿El plumaje basto y largo permitió realmente la cópula? En los periquitos de plumaje largo, la abundancia de plumas en la zona cloacal puede impedir la fecundación. En estos periquitos se deben recortar las plumas alrededor de la cloaca con unas tijeras; al hacerlo hay que tener extremo cuidado de no dañar la cloaca.
- ¿Están correctamente fijados los aseladeros de la jaula de cría? Cualquier aseladero flojo en una jaula de cría puede ser causa de la puesta de huevos estériles. Además, dichos palos deben permitir a la hembra agarrarse bien.
- Los periquitos que se han puesto a criar, ¿estaban bien preparados? Una alimentación que no sea óptima antes de la cría también puede dar huevos estériles.
- Los periquitos que se han puesto a criar, ¿han tenido un período de descanso suficiente después de la última cría? Por lo menos en el caso de la hembra, no se deben permitir más de dos nidadas consecutivas. Tras ellas está indicado un período de reposo de 6 meses como mínimo.
- Las parejas que se han puesto a criar, ¿han tenido un período de descanso suficiente después de la última exposición?. Las exposiciones o concursos representan estrés. Hace algunos años, J. SCHWARZBERG constató que el estrés de una exposición es comparable al de una cría.
- ¿Era suficiente la temperatura del recinto de cría? Como ya se ha dicho en otro lugar, la temperatura del recinto de cría no debe ser inferior a los 15°C.
- ¿Están sanos los periquitos que se han puesto a criar?. La esterilidad puede estar causada por enfermedades, siendo las hembras las más afectadas. Aquí se pueden hallar, entre otras, las inflamaciones, quistes y tumores ováricos, así como las atrofias ováricas.
- ¿Cuál fue la tasa de fecundación en los padres de las parejas puestas a criar? Si no se tiene en cuenta la tasa de fecundación, la continua selección respecto al tamaño y tipo de los pájaros puede conllevar, en el transcurso de los años, la aparición de aves estériles e incluso de estirpes estériles.
La selección de las aves reproductoras
En los meses de julio a septiembre se medita qué periquitos del propio criadero se pondrán a criar la siguiente temporada. En este momento, los adultos estarán descansados después de la temporada de cría que ha finalizado en mayo y ya habrán mudado.
Lo mismo es vellido para la mayoría de pájaros jóvenes del año en curso. Esta selección es más fácil de realizar en los primeros años de formación de una cría que al cabo de bastantes años, durante los cuales la estirpe o clan ha logrado una uniformidad cualitativa.
Cuando se lleva a cabo la selección, se retira un 30% más de pájaros de los que se necesitan para la cría; de esta manera se puede tomar la decisión definitiva tras la muda otoñal. Este modo de proceder presenta problemas sobre todo para los criadores de grandes criaderos y, por lo tanto, con gran número de animales jóvenes.
Por un lado es un problema de espacio el alojar adecuadamente la gran cantidad de pájaros adultos y jóvenes. Por otro, también es un problema meramente económico, ya que los costes de la alimentación de los periquitos no son bajos.
Cuando se seleccionan los periquitos para la cría propia hay que saber cuántas parejas se van a poner a criar. Quien, debido a su profesión o a otra afición, solo disponga de poco tiempo para la cría de periquitos, se debería conformar con unas pocas parejas y cuidarlas de forma óptima.
Antes de decidirse a dar algunas aves, hay que tener claro que es necesario asimismo disponer como reserva de algunos pájaros reproductores; en este caso las hembras han de estar en mayoría, puesto que ellas causan con mayor frecuencia problemas en la cría que los machos.
Reunión de las parejas
La reunión de las parejas tiene lugar según distintos puntos de vista:
- El punto más importante es el apareamiento según el tipo y las características corporales. Todo criador serio ha de intentar compensar las características más débiles de uno de los integrantes de la pareja por las más fuertes del compañero.
- En segundo lugar mediante el apareamiento se ha de intentar crear una línea, es decir, aparear parientes lejanos a fin de reforzar las características descritas en a). No obstante hay que advertir contra un apareamiento de parientes demasiado cercanos.
- Finalmente, los criadores que persiguen obtener una determinada mutación han de juntar las parejas de acuerdo con las correspondientes leyes de la herencia. También en este caso hay que tener en cuenta los puntos a) y b).
Si se tienen en cuenta estos puntos, cabe esperar que los pájaros, o mejoren la «estirpe», mejoren de año en año. Aunque se tarda tiempo en crear una buena estirpe o clan, los éxitos que se consiguen en este campo satisfacen más que los “comprados”.
Entre los distintos criadores hay diversidad de opiniones sobre la manera en que se deben componer las parejas. Yo quiero describir en este punto una técnica que durante años ha dado buenos resultados:
Una vez se han cumplido todas las condiciones como limpieza, desinfección, etc., se cuelgan las cajas nidaderas. Tan pronto como llegue el día indicado, alojo por la mañana la hembra en la jaula de cría y por la noche añado al macho. Eso le da tiempo a la hembra de familiarizarse con su nuevo “domicilio”, así como con la caja nidadera, el lugar donde están los comederos, etc., y tomar posesión de todo ello antes de que se la reúna con el macho.
Puesta de los huevos y tiempo de incubación
En el capítulo sobre la biología de la incubación ya se ha hablado de la formación de los huevos y de su postura. Queda por mencionar que cada huevo se debe marcar, tras la puesta, con un lápiz blando o con un rotulador, pudiendo anotarse el número correlativo del huevo dentro de la puesta o la fecha de postura.
Al mismo tiempo, estas marcas que se han hecho en el huevo se anotan en una tarjeta sujeta a la caja nidadera: esta tarjeta es la base para llevar’ el registro de cría. Al marcar el huevo hay que tener un cuidado exquisito para no dañar la cáscara. También hay que proceder con cuidado cuando se saca el huevo del nido y cuando se le maneja, ya que más de uno ha caído al suelo y se ha roto.
Controles de la caja nidadera
Durante el período de incubación hay que efectuar controles diarios de la caja nidadera. Por una parte, eso se hace para acostumbrar a la hembra a dichos controles antes del nacimiento de los polluelos y, por otra, para comprobar que los está incubando correctamente.
Una vez se ha comprobado qué huevos están fecundados, se pueden retirar en parte los estériles, ya que le quitan innecesariamente calor y energía a la hembra. A ser posible no se debe dejar que la hembra incube más de cinco huevos. Si hay más huevos fecundados, el resto se dará a parejas en las que el número de huevos fecundados no es tan elevado.
Naturalmente, al hacerlo hay que marcarlos con mucho cuidado y anotarlo con exactitud, a fin de que más tarde se pueda establecer la descendencia de los polluelos sin ningún género de dudas.
Molestias durante la incubación
Si al efectuar los controles diarios de la caja nidadera nos damos cuenta de que los huevos se han enfriado, no es necesario destruirlos inmediatamente. Incluso cuando llevan fríos varias horas puede continuar el desarrollo de los embriones, siempre que se les vuelva a dar calor en otro nido.
Incluso un polluelo que esté absolutamente frío y rígido todavía puede vivir. En tal caso hay que cogerlo en la mano y soplar suavemente sobre él hasta que vuelva a mostrar señales de vida; con frecuencia eso sucede va al cabo de unos minutos.
A continuación este polluelo se colocará en un nido que contenga pajarillos más o menos de su edad. En ocasiones un huevo resulta dañado de tal manera que la yema se sale y ensucia el resto de la puesta. En este caso hay que lavar enseguida con agua tibia la concavidad del nido y los huevos.
Si un huevo presenta un daño pequeño causado, por ejemplo, por una uña de uno de los padres, se puede intentar cubrir este punto con laca de uñas o con algún adhesivo para evitar la muerte del embrión. No obstante, con frecuencia ya ha tenido lugar una infección bacteriana de modo que el embrión necesariamente muere.
¿Se deben lavar los huevos ensuciados por excrementos?
Los huevos sucios se deben a los motivos más diversos. Si una hembra no es limpia y ensucia la puesta con sus excrementos, significa que está enferma y en tal caso hay que sacarla. Los huecos se destruyen ya que en la mayoría de casos están infectados.
En las hembras jóvenes e inexpertas sucede que excretan dentro de la caja nidadera, de manera que es obvio que los huevos se ensucian. En tal caso hay que lavarlos. Para ello se meten los huevos en agua caliente (máximo 35-40°C), hasta que la suciedad se ha deshecho.
Desgraciadamente, con este procedimiento también se lava la fina capa proteínica que la hembra ha formado sobre la cáscara antes de poner el huevo. La eliminación de esta capa altera la permeabilidad de la cáscara de tal manera que ya no está asegurado en todos los casos el normal desarrollo del huevo.
Frecuentemente estos huevos mueren porque la regulación de la humedad está alterada y el cascarón se ha vuelto permeable a las bacterias. Por tanto, es cuestionable si tiene sentido lavar los huevos.
Si los polluelos de la primera nidada ensucian los huevos de la segunda puesta se colocan éstos, tras marcarlos, debajo de otras hembras hasta que los jóvenes hayan abandonado el nido. Si no es posible hacerlo, se han de meter los huevos en una caja llena de serrín, dándoles cada día la vuelta, hasta que la hembra pueda continuar incubándolos.
Embriones muertos
Siempre existen embriones que mueren en el transcurso de su desarrollo, cosa que ocurre también con las aves silvestres. No obstante, mientras se trate de casos aislados no hay por qué preocuparse. STUBER (1987) considera que la muerte de los embriones tiene causas genéticas, es decir, la combinación de genes durante la fecundación dio origen, por casualidad, a un factor letal que hace que el embrión muera.
Por el contrario, todavía no está aclarado un fenómeno que hace que el polluelo, ya completamente desarrollado, muera estando aún dentro del cascarón. En algunos criaderos y en determinadas épocas este fenómeno aparece con mayor frecuencia. Sobre eso se están discutiendo varias causas:
- El huevo recibe un aporte insuficiente de sustancias vitales.
- Infecciones con determinados gérmenes.
- Factores letales debidos a la cría consanguínea.
- Sustancias tóxicas en el pienso, y muchas cosas más.
Nacimiento y alimentación de las crías
Durante los primeros días la hembra alimenta a sus polluelos con un líquido rico en proteínas, la leche del proventrículo o “leche del buche”. Es una maravilla observar cómo la hembra alimenta a sus polluelos recién nacidos con este alimento puramente líquido, mientras que en una nidada de cinco polluelos, los que “ya» tienen hasta 10 días de edad reciben alimento sólido.
Si durante los primeros días encontramos en el nido un polluelo con comida en grano en el buche, hay que marcarlo enseguida y cambiarlo a otro nido donde haya polluelos recién nacidos, dado que en su caso hay algo que no funciona con la manera en que la hembra le da de comer.
No hay que asustarse, si un polluelo no recibe alimento enseguida después de nacer, ya que el animalito todavía posee reservas en el saco vitelino visible a través de la piel.
Si al cabo de dos horas aún no se ve ninguna masa amarillenta en el buche del polluelo, o bien éste está demasiado débil para ingerir alimento o en la hembra no se ha estimulado el instinto de alimentación. También en este caso el polluelo ha de ser transferido a otro nido con periquitos recién nacidos.
Pájaros nodriza
A la hembra que no da de comer a su nidada se le debe entregar un polluelo de unos 4 a 5 días de edad que la estimule a hacerlo por medio de los sonidos que emite reclamando comida. Sin embargo, hay que vigilar si la hembra realmente le da de comer. Si eso no es así, se debería alejar a la hembra de su nidada.
En este caso, los huevos fecundados que puedan quedar se colocan en el nido de otras parejas, por supuesto después de marcarlos.
No debemos dejar de mencionar que precisamente en la primera nidada de las hembras jóvenes puede haber problemas con la alimentación del primer polluelo; por el contrario los pajaritos que nacen más tarde casi siempre son criados sin problemas.
Pero ¿qué hacer si en un caso así no se dispone de nodriza? Se puede intentar poner el polluelo recién nacido en el nido de una hembra cuyos polluelos deban nacer 2 o 3 días más tarde; una hembra experta dará de comer muy probablemente a este polluelo.
Alimentación artificial y control diario de la caja nidadera
Si no se dispone de una hembra así, se puede intentar salvar el polluelo alimentándolo artificialmente. STUBER (1987) propone el método siguiente: se prepara una solución relativamente líquida de un alimento para bebés y se calienta a la temperatura corporal.
Entonces se pone al polluelo de espaldas en la mano caliente, se introduce en la solución un pequeño pincel y se toca con la gota que pende del mismo la comisura del pico del animalito.
Si éste todavía no está demasiado débil, tragará con avidez y el diminuto buche no tardará en estar lleno. Sin embargo, con este método solo se pueden superar 2 o 3 días y confiar en que la hembra empiece a darle de comer.
Debería ser obvio controlar por lo menos una vez al día las cajas nidaderas. Siempre puede ocurrir que un polluelo muera por causas genéticas o que sea aplastado por la madre o por sus hermanos mayores. Si no se saca del nido inmediatamente el pequeño cuerpecillo, el gran calor que hay dentro del mismo hará que entre rápidamente en putrefacción.
En el control diario de la caja nidadera también hay que comprobar si las anillas colocadas todavía se encuentran en las patitas, pues resulta fastidioso el descubrir que un pájaro de calidad carece de anilla.
Anormalidades en las uñas y los dedos
Si las uñas de los polluelos llevan adheridos excrementos, hay que limpiarlas con cuidado, dado que de otro modo pueden producirse anormalidades en las uñas y los dedos. De vez en cuando aparecen los denominados “ranas”, esto es, polluelos que extienden sus patas agarrotadas hacia los lados.
Este fenómeno es, según STUBER (1987), un trastorno nervioso, que parece deberse a una carencia de vitamina B. Cabe que el polluelo y/o la hembra no sean capaces de asimilar suficiente vitamina B a través del intestino delgado.
La opinión de que una hembra demasiado sentada sobre la nidada ha aplastado estos polluelos es, a mi entender, errónea. No es posible curar a estos pájaros administrándoles a posteriori dosis de dicha vitamina.
Tampoco da resultado el atarles las patitas juntas, cosa que a veces se recomienda. Al hacerse mayores los polluelos, el macho cada vez participa más en su alimentación. Un macho que alimente bien a sus crías es tan importante como una hembra que también lo haga correctamente.
Cuando es el macho el que da de comer a los jóvenes, a veces hay problemas porque la hembra no le deja entrar o acercarse a la caja nidadera. En la mayoría de casos el macho alimenta a la hembra que se encuentra en el nido y ésta pasa seguidamente la comida a sus polluelos. Cuando los polluelos son algo mayores, se acercan ellos mismos a la entrada de la caja y el macho los alimenta directamente.
Defectos y enfermedades durante la crianza
Hasta que se independizan los jóvenes periquitos están expuestos a muchos peligros:
Enfriamiento de los polluelos en el nido
Las condiciones medioambientales pueden ser desfavorables para los polluelos en el nido o los periquitos jóvenes o durante la crianza. Cambios de tiempo, descenso brusco de la temperatura o averías en la calefacción del recinto de cría pueden hacer que los polluelos que aún están en el nido o los que ya son volantones se enfríen.
Estos animales enfriados ya no estimulan a sus padres a alimentarlos, por lo que no reciben comida. Incluso en el buche lleno puede paralizarse la digestión, y puede darse la muerte por descenso de la temperatura corporal, apareciendo trastornos metabólicos, muerte por inanición o colapso circulatorio.
Los pájaros que más peligro corren son los que están solos, ya que en el nido, cuando hay varios periquitos tan estrechamente juntos, la pérdida de calor es menor. Puesto que los periquitos que ya están solos son peor alimentados que los de un nido en el que conviven varios polluelos, hay que intentar colocar siempre de 3 a 4 polluelos por nido, si es necesario, cambiándolos de lugar.
Los daños pueden estar causados igualmente por una humedad demasiado alta en el recinto de cría o en las cajas nidaderas, o bien por un ambiente demasiado seco en recintos cerrados con calefacción.
Según KRONBERGER (1974) las neumonías son frecuentes en los jóvenes periquitos cuando la primavera es fría y húmeda. Un ambiente seco y el polvo irritan las mucosas de las vías respiratorias superiores. Durante los meses de otoño, invierno y primavera la duración de la luz diurna es demasiado breve.
La oscuridad, que dura muchas horas, restringe tanto el tiempo disponible para la alimentación que hay que alargar el “día” mediante luz artificial. Lo importante es que la iluminación adicional necesaria siempre se encienda y apague a la misma hora, ya que de otro modo los pájaros adultos son sorprendidos por la repentina oscuridad fuera de la caja nidadera y ya no la encuentran.
La ineludible consecuencia de ello es el enfriamiento de los polluelos, que casi siempre causa la muerte. Además de la iluminación adicional, para obtener una crianza sin problemas es imprescindible una luz nocturna.
Heridas con la tela metálica del aviario
Los jóvenes periquitos recién salidos del nido a menudo son muy asustadizos durante los primeros días. Eso hace que vuelen violentamente contra los barrotes de la jaula de cría o contra la tela metálica del aviario y se puedan herir o fracturar un hueso; a veces el pájaro incluso se puede desnucar y morir.
En este contexto hay que advertir contra el uso de paredes transparentes de vidrio o plástico. Más de un periquito joven no ha reconocido un obstáculo “invisible” como ése y ha hallado la muerte. Si una instalación de cría tiene paredes de este tipo, las partes transparentes se deben hacer “visibles” mediante redes colgadas por encima sobre todo cuando se introducen periquitos nuevos, ya sea jóvenes o adultos.
El frío y la lluvia pueden perjudicar mucho a los periquitos recién salidos del nido. Por esta razón, los jóvenes periquitos se deben mantener durante los primeros tiempos en zonas de vuelo interiores; si ello no es posible, hay que procurar que, por lo menos de noche y cuando el tiempo no es favorable, se puedan cobijar en refugios de interior.
Los jóvenes periquitos pueden morir de hambre si sus padres ya no les dan de comer y no encuentran por sí mismos los comederos o éstos están ocupados por los padres que los echan. Por eso, una vez los jóvenes han abandonado el nido hay que disponer diversos comederos y, también, poner pienso en el suelo del aviario.
También existe cierto peligro de que los jóvenes volantones se ahoguen en los bebederos; por este motivo, los recipientes para el agua y las bañeras no se deben llenar demasiado.
Cajas nidaderas inadecuadas
Otro peligro de la crianza consiste en que las cajas nidaderas no son las adecuadas; así por ejemplo, una caja nidadera puede tener las paredes demasiado delgadas, de manera que su protección térmica y su aislamiento sean deficientes.
También puede suceder que los periquitos jóvenes reciban suficiente calor por arriba por parte de la hembra pero que, por el suelo de la caja nidadera penetre frío que perjudique a los polluelos. En su punto más delgado, la concavidad del nido aún debe tener un grosor mínimo de 1,5 a 2,0 cm.
No se recomienda colocar un material aislante (porexpan, etc.) por el riesgo de que pueda alojar parásitos. Las sustancias orgánicas pueden producir putrefacción en el interior de la caja nidadera.
Eso puede suceder a causa de huevos rotos o polluelos muertos; por esta razón es imprescindible realizar diariamente un control de la caja nidadera. El calor aumenta el peligro de que se formen focos de putrefacción en la caja nidadera, por lo que hay que evitar que se estanque el calor dentro de la misma mediante una buena ventilación (taladrar orificios).
Con frecuencia, las cajas nidaderas ofrecen buenas condiciones de vida y de multiplicación para las bacterias y los hongos. Así, según KRONBERGER (1974) se ha podido demostrar la presencia de aspergilosis (infestación por mohos) en los pulmones, los sacos aéreos y el buche de jóvenes periquitos.
Por eso, al elegir el relleno para la caja nidadera hay que vigilar que esté libre de hongos. Por otra parte, el serrín o las virutas no deben proceder de madera tratada con sustancias nocivas. En los comercios hay material de relleno muy bueno y libre de gérmenes. Si no se puede conseguir, se puede esterilizar el material de relleno hirviéndolo.
El polvo levantado, producido la mayoría de las veces por excrementos secos puede causar, entre otras cosas, una inflamación de la conjuntiva y de la mucosa nasal. Los ectoparásitos también pueden perjudicar a los polluelos en el nido; en este período el enemigo principal es el ácaro rojo o piojillo.
Comportamiento peligroso de los adultos
Los jóvenes periquitos también pueden resultar dañados a causa de unos cuidados deficientes por parte de los padres o por un comportamiento erróneo de los animales adultos. Al igual que en el caso de los mamíferos, también los periquitos padres a veces fracasan.
Algunas parejas tiran de las plumas de los polluelos, en casos excepcionales también las llegan a arrancar o llegan a mordisquear los cañones de las mismas; a veces eso puede llevar hasta el canibalismo.
Según KRONBERGER (1974) se discute si la causa de este vicio estriba en mi déficit de proteínas o en nuevas ganas de incubar en los padres. Puesto que, por regla general, solo es uno de los integrantes de la pareja el que tiene este vicio, se puede intentar que el otro progenitor críe a los periquitos jóvenes o cambiarlos a otro nido que contenga periquitos de la misma edad a ser posible.
Algunos periquitos adultos combaten a los jóvenes inmediatamente después de que éstos han abandonado el nido e intentan echarlos. Dado que los jóvenes no pueden huir lo suficiente en las jaulas de cría de sus padres, pueden resultar heridos de gravedad o incluso morir. Por regla general, los padres persiguen de forma especialmente violenta a los hijos y las madres a sus hijas.
Las tablas donde se coloca el pienso han dado buen resultado para ofrecer una protección suficiente a los periquitos jóvenes, ya que si los polluelos son perseguidos por sus padres, se pueden refugiar debajo de ellas; pese a todo, generalmente continúan siendo alimentados por los padres. Si esta medida no sirve de nada, los jóvenes se tendrán que separar de los padres. Al hacerlo hay que vigilar que los jóvenes ya coman solos.
Los padres se pueden convertir en un foco de infecciones para los polluelos. Sin estar ellos mismos clínicamente enfermos, pueden eliminar virus, bacterias u hongos patógenos, así como diferentes fases evolutivas de parásitos e incluso alimentar a sus polluelos con ellos.
Una higiene deficiente en el mantenimiento y en la alimentación favorecen el contagio o la transmisión de estos gérmenes patógenos. El pienso tiene gran importancia en el éxito de la incubación y en la crianza de los polluelos.
Los padres deben disponer de la cantidad suficiente y el pienso ha de ser de buena calidad. Con frecuencia es difícil satisfacer las necesidades proteínicas de los jóvenes periquitos tanto en calidad como en cantidad.
Para ello son necesarios piensos con proteínas aptas para ser transformadas. Estos piensos proteínicos han de ser fácilmente asimilables por el periquito y contener todos los aminoácidos en una proporción lo más apropiada posible a sus necesidades fisiológicas.
Alimentación equivocada
A menudo se afirma que los periquitos saben lo que necesitan y lo que les va bien, y que solo ingieren estas sustancias en la forma correspondiente. De este modo se considera que el periquito está dotado de una sensatez mucho mayor de la que tienen muchos humanos. Pero, pese a la variada oferta alimenticia, los periquitos se pueden alimentar de forma muy unilateral y, por ello, equivocada.
Si el criador les ofrece constantemente todas las clases de pienso en grandes cantidades, puede ocurrir, por ejemplo, que los padres solo den a sus polluelos comida muy rica en proteínas pero casi nada de pienso en grano.
En tal caso, al principio éstos crecen muy bien, pero llega un momento en que su hígado ya no puede asimilar las proteínas. Según KRONBERGER (1974), en tal caso pueden aparecer ictericia, lesiones cutáneas y muerte súbita. Según el autor citado, los que primero se ven afectados son los polluelos más fuertes.
Para evitar estos problemas el pienso proteínico se ha de alargar con hidratos de carbono y darlo dosificado. KRONBERGER (1974) considera que una ingesta en la que predomine el pienso blando por parte de las aves granívoras, o sea, también de los periquitos, tiene como consecuencia la dilatación del estómago y un desarrollo absolutamente deficiente de la musculatura de la molleja.
Numerosos autores consideran que la gota está causada por aportes masivos de proteína, unidos a un déficit simultáneo de vitamina A; la gota renal masiva no tarda en causar la muerte.
Un pienso estropeado y contaminado, así como un agua que contenga gérmenes pueden causar infecciones intestinales. El pienso para la crianza de los polluelos se estropea relativamente deprisa durante los meses estivales y en recintos de cría con calefacción; por ello es imprescindible limpiar cada día los comederos.
Por otra parte, el pienso también puede estar contaminado por gérmenes patógenos. A menudo se producen pérdidas causadas por salmonelas. Tanto los adultos como los pájaros jóvenes pueden ingerir insecticidas u otros pesticidas cuando comen alimentos verdes. Por esta razón, la comida verde solo se debe recoger en terrenos que tengan la garantía de no estar tratados con estos productos. Además, es ineludible lavarla escrupulosamente.
Pueden presentarse otros problemas cuando la comida de los periquitos es demasiado difícil de digerir, demasiado poco energética o demasiado rica en fibras. Frente a la ganancia energética pretendida, el porcentaje de calorías necesarias para la digestión es demasiado alto, con lo que el organismo padecerá un déficit energético.
Los periquitos jóvenes se desarrollan mal, adelgazan e incluso pueden morir de inanición, aunque el buche frecuentemente esté muy lleno. El déficit de vitaminas, minerales y oligoelementos favorece con mucha frecuencia la aparición de otras enfermedades; en casos poco frecuentes incluso causa marcados síntomas carenciales.
Según KRONBERGER (1974), en la mayoría de patologías hay que comprobar y, si es necesario mejorar, el aporte vitamínico. Un problema especial lo representan los defectos en la formación del plumaje, una parte de los cuales se debe, con toda seguridad, a errores en la alimentación durante la crianza.
Independización de los jóvenes
Los jóvenes se deben dejar con los padres todo el tiempo que sea posible, si bien eso no siempre se puede realizar. El momento adecuado para separarlos de los padres habrá llegado cuando los jóvenes ya estén sentados sobre el aseladero y lo defiendan. En la mayoría de casos, el padre se lo permite, pero la madre a menudo les echa de ellos.
Si los jóvenes vuelven enseguida a los posaderos, una vez la madre ha vuelto a entrar en la caja nidadera, se les puede considerar independientes. En modo alguno se deberán alojar los periquitos jóvenes recién separados de sus padres en una pajarera o aviario comunitario junto con otros jóvenes, algo mayores, o incluso con periquitos adultos. En ese lugar sufrirían demasiado estrés social, puesto que los pájaros ya acostumbrados a su entorno los perseguirían.
Si los jóvenes periquitos comen demasiado poco y sufren una detención en su desarrollo o incluso un retroceso en el mismo, que se añadiría a la pérdida de peso causada por su separación de los padres. Los jóvenes deben alojarse durante unas 4 a 6 semanas con otros periquitos de la misma edad en jaulas de cría o en pequeñas pajareras de vuelo y alimentarse bien.
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