El perro Münsterländer cuenta con dos variedades el pequeño y el grande. Un can que gracias a su carácter y a sus peculiares características se está haciendo un lugar como mascota en muchos hogares. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos todo sobre la raza Münsterländer.
Carácter de la raza Münsterländer
Si te preguntas qué carácter tiene el münsterländer, debemos destacar que es un perro muy inteligente, dócil, hábil para el aprendizaje, de temperamento estable, atento y amistoso con las personas con las que convive. Es vivaracho, con un instinto de búsqueda constante de la presa, nervios templados y agudeza olfativa, cualidades indispensables para la caza.
Así pues, el münsterländer es un excelente perro de trabajo, inteligente, obediente y valeroso, dotado de un carácter muy disciplinado y con una eficacia bien probada como perro de caza. Además, se caracteriza por ser cariñoso y leal, por lo que también resulta un gran animal de compañía, leal, amistoso y muy apegado a su familia.
Tiene un excelente comportamiento y le gusta la compañía permanente de la familia y es un excelente compañero de los niños, independientemente de su edad. Y debido a esta gran afinidad que siente con las personas no se considera un perro adecuado para la guarda.
Su relación con otros perros también suele ser muy buena, ya que no presenta problemas de dominancia que destaquen. En cambio, con otro tipo de animales, la convivencia puede ser más problemática, debido a su fuerte instinto cazador. No obstante, si se lo acostumbra desde pequeño puede llegar a convivir con alguna mascota.
El münsterländer no es el perro más adecuado para la vida en la ciudad, porque al ser un perro de caza muy activo necesita disponer de espacios abiertos donde poder hacer mucho ejercicio. Aun así una familia dinámica y activa que disponga de un jardín o que tenga la posibilidad de salir al campo con relativa frecuencia, encontrará en este perro un perfecto compañero que estará encantado de acompañarlos en todas las actividades que decidan emprender.
Perro de fácil mantenimiento, sociable, cariñoso y muy apegado a la familia, el münsterländer poco a poco va saliendo de su uso estrictamente de trabajo para convertirse en un gran perro de compañía.
- Energía: Necesita mucha actividad Perro de caza y compañía.
- Temperamento: es un perro inteligente que aprende con facilidad. De carácter equilibrado y estable, es muy obediente, dócil, perseverante y entusiasta en la caza.
- Adaptabilidad: No resulta una mascota muy adecuada para la vida en ciudad.
- Sociabilidad: Muy cariñoso y apegado a su familia, es amable y afectuoso con todo el mundo.
- Salud: Puede padecer displasia.
- Longevidad: Vive bien más de 12 años.
- Utilidad: caza y compañía.
- Utilización: versátil.
Características del Münsterländer
En cualquiera de sus dos variedades, el münsterländer es un perro aristocrático y elegante, que cuenta con una apariencia y estructura corporal musculosa y fuerte. Su expresión siempre denota inteligencia y nobleza.
El münsterländer pequeño es siempre marrón y blanco, a veces simplemente con la presencia de unas pequeñas motas marrones en un fondo blanco bastante limpio, y sin embargo la variedad grande es siempre blanco y negro. En cuanto al temperamento, la variedad pequeña es algo más vivaz y nerviosa que la de mayor tamaño.
Por su estilo de caza más rápido y separado del cazador, y por la impetuosidad de su temperamento, parece evidente que los ejemplares pequeños poseen un mayor porcentaje de sangre spaniel, lo cual implica que con ellos hay que llevar a cabo un trabajo de adiestramiento más firme para poder dominarlos mejor.
El münsterländer grande, en cambio, a pesar de ser un perro de caza rápido y ágil, es mucho más pausado, y permanece siempre más atento a las indicaciones de su amo, de cuya presencia no le gusta alejarse demasiado.
Además de su capacidad como perro de muestra, los münsterländers son también conocidos por la especial predilección que sienten por el agua y por su gran habilidad para el cobro, ya que, como sucede con los retrievers (ver Golden retriever por ejemplo), su boca es al tiempo fuerte y delicada de modo que pueden transportar piezas grandes y pesadas sin causarles ningún deterioro.
De movimientos elásticos y armoniosos, la variedad grande del münsterländer tiene un galope dotado de mucho impulso y empuje, así como un salto muy amplio. Es, pues, un buen competidor en los concursos de agility. El manto del gran münsterländer es blanco con manchas negras, a veces en forma de salpicaduras o moteado, posiblemente por influencia de los setters ingleses o de los spaniels franceses.
Durante mucho tiempo, al münsterländer de la variedad pequeña se lo confundió con el braco alemán de pelo corto, con el que comparte el pelaje marrón y blanco. Pero veamos con más detalle las características físicas de las dos variedades de esta raza de perro de caza.
Características físicas del Münsterländer
- Apariencia general: ambas variedades presentan una imagen estilizada y armoniosa, de proporciones equilibradas y con un perfil noble y refinado.
- Tamaño y talla: mediano/grande (la variedad pequeña) y grande (la variedad grande).
- Altura de la cruz: el gran münsterländer entre 60 y 65 cm los machos y entre 58 y 63 cm las hembras. El pequeño münsterländer entre 52 y 56 cm los machos y entre 50 y 54 las hembras.
- Peso: el grande 30 kg los machos y 28 kg las hembras. El pequeño 23 Kg el macho y 18 kg la hembra.
- Origen: Alemania.
- Variedades: existen dos variedades de esta raza de perro. El Münsterländer pequeño (FCI 102) y el Münsterländer grande (FCI 118).
- Cuerpo: aristocrático y elegante, es un perro que posee una estructura corporal alargada, fuerte y con buena musculatura, pero a la vez elegante y delicada.
- Cabeza: es alargada y presenta un cráneo moderadamente abovedado De noble porte, es alargada, con una musculatura muy marcada en la región del mentón y expresión inteligente.
- Cráneo: delgado, muestra la parte superior moderadamente abovedada.
- Hocico: fuerte y largo facilita tareas de la caza como el cobro de la pieza o el rastreo.
- Ojos: son de tamaño medio y de color marrón oscuro, de expresión atenta, viva e inteligente. Los párpados están bien pegados al globo ocular, cubriendo la membrana conjuntiva.
- Trufa: el grande la tiene pigmentada de negro; el pequeño, de marrón.
- Ojos: medianos generalmente de color marrón oscuro. Los párpados, en pegados al globo ocular, cubren la conjuntiva.
- Orejas: son anchas, medianas, se encuentran insertadas en posición alta y cuelgan. La parte inferior redondeada y de aserción alta. El pelo es largo, con flecos y sobresale uniformemente del borde inferior.
- Depresión naso-frontal (stop): está levemente marcado.
- Mandíbulas: son fuertes, con dientes grandes y blancos, y mordida en tijera, regular y completa. La variedad grande posee unos colmillos notables.
- Cuello: su longitud está en armonía con el tamaño del cuerpo y de la cabeza. Notablemente arqueado, es más ancho en la zona de inserción con el tronco, fuerte y con buena musculatura. La piel de la garganta está pegada a los músculos y se presenta muy tensa.
- Pecho: más profundo que ancho, con las costillas muy marcadas.
- Espalda: es fuerte, corta y con buena musculatura. La cruz aparece marcada y alta, y el lomo es corto, ancho y poderoso. La línea dorsal desciende suavemente hacia la grupa, larga, amplia y bien musculada.
- Miembros anteriores: son rectos, fuertes y musculosos. Vistos de frente, son paralelos. Los hombros musculosos, bien ajustados, presentan los omoplatos pegados a las costillas. Sus antebrazos poseen huesos fuertes y colocados en vertical; los brazos son largos y musculosos. Sus codos están bien pegados al cuerpo.
- Miembros posteriores: de musculatura fuerte y apretada y huesos fuertes, vistos desde atrás son rectos y paralelos. Sus piernas son largas y musculosas, muestran los tendones muy marcados. Los corvejones son fuertes y bien angulados.
- Pies: son medianos, poderosos, fuertes y con los dedos juntos, y abundante pelo en los espacios interdigitales. Las almohadillas plantares son robustas y resistentes.
- Cola: moderadamente larga, nace justo en la línea de la espalda. En reposo, el perro la deja colgar; en actividad la lleva en horizontal, aunque nunca por encima de la línea dorsal.
- Piel: muy adherida al cuerpo, sin formar pliegues.
- Pelo: en el grande es largo, denso y brillante en el cuerpo y en la región posterior de los miembros y la cola, con buenos flecos. En el pequeño es tupido, liso o algo ondulado, de longitud media, el contorno de la silueta no debe quedar oculto bajo un pelo demasiado largo.
- Color: en el münsterländer grande es blanco con manchas o salpicaduras negras. La cabeza es de color negro sólido, a veces con una pequeña mancha o raya blanca. En el pequeño, el manto puede ser marrón y blanco o ruano con manchas marrones o moteado, y puede tener una franja blanca en la cabeza, y marcas color fuego en el hocico, los ojos y alrededor del ano (marcas de Jungklaus).
- Movimiento: de paso y trote elásticos, ambas variedades cubren una gran superficie gracias al impulso que reciben de los miembros posteriores; éstos y los anteriores se mantienen derechos y paralelos. El galope es elegante y el salto, amplio.
- Clasificación FCI: FCI nº8 y 10 GRUPO 7 Perros de muestra Sección 1 – Perros de muestra continentales.
Cachorros de Münsterländer
Si estar pensando en comprar un cachorro de münsterländer, o mejor aún, si te estas planteando la adopción, debes tener en cuenta que se trata de un perro que madura lentamente por lo que conserva una actitud de cachorro durante gran parte de su vida.
Del mismo modo, su desarrollo físico en especial en la variedad grande, es también muy lento, por lo que no conviene someterlo a sobreesfuerzos ni a un entrenamiento excesivo durante su etapa de crecimiento, a pesar de que parezca que el perro siempre pide más, pues podría presentar problemas articulares en el futuro.
Educación y adiestramiento del Münsterländer
Es fácil de adiestrar y de entrenar, pero necesita que su guía sea una persona que sepa ejercer el liderazgo de forma natural y no forzado, con mano firme y sin recurrir a sistemas demasiado coercitivos. Si el münsterländer percibe que su dueño posee una escasa capacidad para liderar el grupo, o bien que incurre en continuas incoherencias en la forma de trabajar, se puede volver testarudo, posesivo, ruidoso, e incluso destructivo.
Estas actitudes no son propias de su naturaleza obediente y trabajadora. No obstante, recurre a ellas como medida de presión, para intentar conseguir un puesto superior al que le corresponde dentro de la Jerarquía familiar.
Puesto que les encanta trabajar, es importante que los münsterländer tengan siempre alguna ocupación. Si se dedican a la caza es interesante saber que se adaptan a todo tipo de terrenos ya sean valles, montañas, bosques o zonas pantanosas. Cualquier sitio les parece bueno con tal de poder trabajar. Y si se opta por no utilizarlos para la caza, una buena alternativa puede ser hacerles participar en otras actividades como la obediencia o el agility.
Perro de caza completo y versátil, el münsterländer compite a gran altura con otras razas caninas, como los bracos alemanes, en diferentes pruebas de campo. De hecho, la realización de tests y de pruebas de trabajo específicas está considerada una medida de selección fundamental de la raza.
En el caso de las hembras, para que el club alemán les otorgue el calificativo de aptas para la cría, deben superar aparte de una serie de exámenes de salud, una prueba de trabajo y otra de belleza. Con ello se pretende satisfacer a un mismo tiempo a los aficionados y criadores que solo tienen en cuenta el temperamento a la hora de seleccionar las líneas de cría, y a los que únicamente se muestran interesados por el aspecto físico.
Esta exigencia es aún mayor para los machos, que no solo deben superar un test de aptitudes para perros jóvenes, sino también una prueba de campo exclusiva para ejemplares adultos. De hecho, si a las hembras se las exime de este requisito es únicamente porque si empiezan a criar una vez que han demostrado poseer las aptitudes naturales que implica la superación de la prueba.
El tiempo de recuperación entre el embarazo, el parto y la lactancia es tan prolongado que resulta difícil poder adiestrarlas de forma conveniente. Aun así, son muchas las hembras de münsterländer que trabajan en competición en igualdad de condiciones con los machos.
En países como Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega o Estados Unidos, donde también se celebran pruebas de trabajo para las variedades de münsterländer, se suele seguir un reglamento internacional homologable por parte del club alemán y de la Federación Cinológica Internacional.
Alimentación de la raza Münsterländer
Al ser el münsterländer un perro que necesita mucho ejercicio, su alimentación debe estar acorde a estos requerimientos. Por tanto es necesario suministrarle una dieta de calidad rica en proteínas y grasas saludables. En la actualidad no es problema encontrar alimento específico para esta raza en tiendas especializadas de animales o por Internet.
El ejercicio, además de ayudar al animal a estar sano físicamente, también contribuye a evitar la obesidad del perro, sobre todo en aquellos ejemplares que se destinan a la vida sedentaria de perro de compañía, a los cuales conviene administrar una dieta completa pero adecuada a sus necesidades, sin aportar un exceso de calorías o de grasas que hagan engordar al animal
Salud y enfermedades del Münsterländer
En general, se trata de un raza bastante sana que puede vivir perfectamente más de 12 años sin sufrir enfermedades graves. Aparte de las afecciones típicas de las razas grandes, como por ejemplo la displasia de cadera o la de codos. Se dan con mayor frecuencia, como es lógico, en el caso del münsterländer grande.
Por fortuna, en la actualidad dichas afecciones se pueden prevenir con una buena selección genética y con una alimentación equilibrada durante la etapa del crecimiento. Además de unas buenas pautas de ejercicio condicionadas a su edad y a su desarrollo durante los primeros meses de vida.
En materia de ejercicio, es importante no obsesionarse con obligar al animal a realizar actividades intensas y reguladas. Como puedan ser correr junto a una bicicleta o en una cinta rodante especial. Puesto que, la mejor manera de conseguir un correcto desarrollo muscular, armonioso y bien tonificado, es hacer que despliegue toda su gama de movimientos propios. A través del juego con carreras, saltos, cambios de dirección, etcétera. Esto le estimula física y psicológicamente, haciendo que aumenten sus capacidades y sus posibilidades de adiestramiento.
Controlar el peso y el ritmo de crecimiento es una de las funciones que debe hacer el propietario junto con el veterinario, figura que debe convertirse en básica desde el mismo momento en que se adquiera al münsterländer. Y, que tiene que estar presente a lo largo de toda la vida del animal, como consejero y persona de referencia a la que recurrir ante cualquier problema o duda relacionada con el perro.
Es conveniente visitar su consulta de manera regular para seguir el programa de vacunaciones, desparasitaciones y controles pertinentes. Las vacunas contribuyen a reforzar el sistema inmunitario, al tiempo que protegen contra algunas enfermedades víricas muy peligrosas y que pueden variar de una zona a otra. Es necesario también establecer con el veterinario un seguimiento del crecimiento y estado general del animal. Controlando los principales indicadores de salud, a saber, ojos, dientes, oídos, piel y pelo.
Cuidados específicos de la raza Münsterländer
En cuanto a la higiene, el münsterländer no necesita un arreglo estético específico y su pelo es muy fácil de cuidar. Eso sí, debe cepillarse al menos un par de veces por semana, incrementando es necesario la frecuencia durante los periodos de muda.
Para un buen cepillado basta con una carda o un cepillo de cerdas metálicas. Aunque se puede usar un peine para terminar el arreglo y la cola. Y el baño se reserva para cuando el animal está realmente sucio, procurando enjuagar bien sin dejar ningún rastro de jabón.
Ver el origen de la raza Münsterländer
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