El caracol (Helix aspersa) es un ser vivo invertebrado. Se caracteriza por sus lentos movimientos y por tener una concha que tiene forma espiral. Son más inteligentes de lo que muchas personas piensan. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos cómo son los caracoles, sus características, dónde viven, qué comen, cómo se reproducen y datos más curiosos.
Características del caracol
El caracol común o burgajo es un molusco gasterópodo, palabra esta última de origen griego que significa estómago-pie. Efectivamente, el caracol terrestre camina con el estómago, alargándolo y contrayéndolo sobre el suelo. Suelen encontrarse en lugares húmedos y se desplazan arrastrándose por el suelo. Es muy fácil verlos justo después de haber llovido. Al más mínimo peligro, se encogen y esconden dentro de su caparazón.
Al avanzar sobre el terreno, bien sea pedregoso o herbáceo, deja un rastro brillante de baba solidificada. Esta baba les permite permanecer adheridos y poder desplazarse por superficies verticales, e incluso por el techo. Mientras se arrastra, proyecta hacia adelante cuatro tentáculos, más conocidos comúnmente como los cuernos del caracol.
En la punta de los dos más largos tiene los ojos, y en los otros dos que son más cortos están los órganos del tacto y del oído. Los caracoles tienen una gran fuerza. Son capaces de levantar hasta 10 veces su peso. Algo parecido a lo que hacen las hormigas.
No les gusta mucho la luz solar, por lo que se encuentran más cómodos saliendo por la noche, cuando hay más humedad y menos calor. Le gustan los sitios húmedos y sombríos, y sale de su escondite sobre todo al finalizar la lluvia. Es considerado uno de los seres vivos más lentos del planeta. Piensa que la especie más rápida, el caracol de jardín, puede alcanzar una velocidad de 50 metros por hora.
Al comenzar el invierno, vuelve a encerrarse en la cáscara o caparazón, obstruye la entrada con una pared más sólida llamada opérculo y cae en letargo o hibernación. Cuando llega la primavera, esta pared se agrieta, y el caracol, tras una prudente exploración con sus tentáculos, sale nuevamente al mundo exterior. Del mismo modo, en verano, cuando hace mucho calor y el clima es seco, algunos caracoles se refugian en su concha y cierran la entrada con una capa de substancia babosa.
Cómo se reproduce el caracol
Los caracoles son animales hermafroditas. Esto quiere decir que tiene los genitales de los dos sexos, el del macho y el de hembra. Pero no es cierto que un caracol pueda reproducirse consigo mismo. Necesita a otro caracol para poder aparearse.
Eso sí, pasados unos 17 días ambos tendrán huevos que, 15 días después, eclosionarán y de los que saldrán los recién nacidos caracolillos. Suelen aparearse entre 2 y 3 veces al año y siempre entre primavera y otoño. Y normalmente ponen entre 70 y 140 huevos en cada puesta. El apareamiento de los caracoles es muy largo. Pueden estar unidos entre 5 y 7 horas o incluso más. Y suelen hacerlo por la noche.
Qué comen los caracoles
Los caracoles son herbívoros, es decir, comen vegetales. No todos comen lo mismo, ya que depende de su hábitat pueden tener acceso a diferentes alimentos. Pero por norma general, el caracol come hojas, plantas, frutas, verduras y brotes. Por instinto natural, buscan aquellos alimentos que sean ricos en calcio, ya que lo necesitan para mantener su caparazón duro y resistente. Algo que también hacen las tortugas.
Estos simpáticos moluscos no pueden comer azúcar ni sal, ya que su cuerpo no es capaz de procesarlos y mueren. Algo muy a tener en cuenta si quieres tenerlos en casa como mascota.
Cuánto viven los caracoles
Como en muchas otras especies de animales, la esperanza de vida de un caracol depende en gran parte el entorno y hábitat donde viva. Del mismo modo, no todas las especies de caracoles viven el mismo tiempo. Los científicos han determinado que los caracoles viven una media de 5 años. Pero esto solo es un promedio, ya que hay especies que llegan incluso a vivir 25 años.
¿Los caracoles se comen?
Los caracoles son comestibles. En algunos países, por ejemplo en Francia, son la base de algunos platos que los buenos gastrónomos no dudan en definir como exquisitos. Los antiguos romanos eran amantes de estos moluscos: los criaban alimentándolos con hierbas aromáticas y salvado cocido en vino blanco, con el fin de que fueran aún más sabrosos. Una precaución que se debe tomar antes de comerlos es la de mantenerlos en ayuno durante una semana para que así puedan eliminar lo que hayan comido anteriormente, ya que ingieren hierbas y hongos venenosos para el hombre.
Curiosidades del caracol
Aunque parezca increíble, hay personas que han conseguido amaestrar a los caracoles. Son capaces de obedecer a ciertas instrucciones. Pero a costa de una gran dosis de paciencia, naturalmente. Por otro lado, en algunos países son muy populares las carreras de caracoles. Se pueden llegar a pagar auténticas fortunas por un caracol que sea campeón. Más información sobre el movimiento y desplazamiento de los caracoles aquí.
El caracol más grande que se ha encontrado nunca fue un caracol de tierra que pesaba 800 gramos y 39 centímetros de longitud. Fue hallado en el año 1976. Otro gasterópodo, bastante parecido al caracol, es la babosa. No posee concha, y se alimenta de animales en descomposición y hojas tiernas. Vive en campos y huertos, donde causa estragos entre las plantas.
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