El koala es un tipo de animal marsupial. Esto significa que el feto tiene un breve desarrollo en el útero de la madre, y se completa agarrado a las mamas dentro del marsupio o bolsa marsupial. El período de la reproducción, es la época en la que los koalas invierten más energía. En CurioSfera-Animales.com, te contamos cómo se reproducen los koalas.
No te pierdas las características del koala
Cómo se reproducen los koalas
Respecto a la reproducción del koala, los adultos alcanzan la madurez sexual a los 2 años de edad. El apareamiento se produce durante el verano australiano, es decir, entre octubre y febrero, con diferencias regionales.
Si te preguntas ¿Cuánto dura el embarazo del koala?, debes saber que la duración de la gestación es de aproximadamente 35 días. Asimismo, la duración de la lactación o periodo en que el koala bebé mama de la madre es de 1 año. Al nacer, la cría de koala se arrastra por sí misma desde la zona de la cloaca hasta la bolsa. Nace ciega y sin pelo, pesa menos de un gramo y mide unos 2 centímetros.
En la bolsa o marsupio hay un músculo que evita que la cría se caiga. Normalmente solo nace una cría al año, en verano. Esta pasa entre seis y siete semanas dentro de la bolsa, donde beberá leche y se hará más grande.
A los 5 meses y medio de vida, abre los ojos y empieza a tomar, además de la leche, una especie de papilla que produce su madre con parte de sus excremento que facilita a las crías el cambio de la leche a las hojas. En todo este tiempo aprende a agarrar las hojas con las manos y a olisquearlas con cuidado antes de comérselas.
Cómo se aparean los koalas
La única época en que los koalas muestran algún asomo de energía y actividades durante el período de la reproducción. Tanto los machos como las hembras poseen y defienden sus propios territorios, y normalmente se mantienen apartados unos de otros. Pero, cuando llega la época del apareamiento, los machos son admitidos sin resistencia en las zonas que habitan las hembras.
Los koalas macho se vuelven muy ruidosos cuando buscan compañera. Las llaman toda la noche, armando un jaleo tremendo. El sonido que producen ha sido descrito como un bramido ronco. Las hembras, si se sienten asustadas o inquietas por los machos, pueden emitir un prolongado gañido.
Aunque tanto los machos como las hembras son adultos a los dos años, los machos normalmente no pueden aparearse hasta que cumplen la avanzada edad de cuatro años. Este retraso se produce por la presencia de otros machos más veteranos, que se niegan a dejar que los recién llegados se aproximen a las hembras.
Solo cuando son suficientemente grandes y fuertes para defenderse y plantar cara a los mayores, tienen los jóvenes machos alguna posibilidad de encontrar una compañera.
Los koalas no forman parejas estables. No hay razón para que el macho y la hembra permanezcan juntos después del apareamiento, ya que la hembra puede criar sola a su cachorro sin dificultad y no necesita ayuda paterna.
Así, una vez que el macho ha recorrido los territorios circundantes y se ha apareado con tantas hembras como ha sido capaz de encontrar, es libre de regresar a su propio espacio arbóreo. Y, reanudar su apacible vida de siestas y de atracones de hojas.
El territorio del macho es unas tres veces más grande que el de la hembra. Eso significa que, si un macho se pasea por los lindes de su zona, entrará en contacto con varias hembras, una tras otra. Se aparea con cada una rápidamente y sigue su camino, aumentando así las posibilidades de incrementar su número de vástagos.
Solo nace una cría de koala al año de cada hembra. Hay una bolsa en la parte delantera del cuerpo de la madre, y el bebé trepa hasta ella cuando nace. Tan pronto como consigue abrirse paso hasta su interior, se engancha a una de las dos largas mamas. De vez en cuando, la koala tiene gemelos, y entonces se usan las dos mamas.
Un rasgo extraño de la bolsa de la hembra koala es que está orientada hacia atrás. En lugar de tener la abertura arriba, como la del canguro, la tiene abajo, hacia las patas traseras de la madre. Para un animal que pasa casi todo el tiempo trepando por los árboles, parece una extraña manera de proteger a su cría.
Una repentina sacudida, o una caída, y uno imagina que el cachorro, sobre todo cuando es más grande, podría caerse de la bolsa al suelo.
Otros marsupiales arborícolas, como los oposums, tienen la entrada de la bolsa en la parte superior, donde uno espera que esté, de modo que el diseño del koala es un enigma. Puede que sea una bolsa muy fuerte y elástica que mantiene a la cría dentro estrechándola contra el cuerpo de la madre. Es un misterio aún sin resolver.
Después de unos meses, la cría puede abandonar la bolsa un ratito, pero enseguida vuelve a la seguridad de su pequeña “guarida” de bolsillo. Pero a la edad de siete u ocho meses ha crecido tanto que sale definitivamente de la bolsa y no trata ya de volver a ella.
Sin embargo, se mantiene cerca de su madre y pasa gran parte del tiempo encaramado a su espalda. Así sigue hasta cumplir su primer año, momento en que por fin la deja en paz y empieza a defenderse solo.
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