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Cómo criar aves exóticas

Muchos amantes de los pájaros tropicales se preguntan cómo criar aves exóticas. Si tienes más de una como mascota y de diferente sexo, puedes lanzarte a la bonita experiencia de hacer que tengan polluelos. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos todo sobre la reproducción de las aves exóticas.

Ver las características de las aves exóticas

¿Se debe aislar la pareja?

La condición principal para conseguir que críen es que las aves es que dispongan de un alojamiento adecuado. La jaula o la pajarera debe ser lo suficientemente grande para cada especie y estar dispuesta de manera que las aves se sientan a gusto. A la hora de elegir el alojamiento adecuado para la futura pareja hay que asegurarse de si se pueden colocar junto con otras especies, si se vuelven agresivas o si, por el contrario, se dejan molestar y amilanar por otras aves.

Cuando la sociabilidad de una pareja en celo no está clara durante la época de cría, es preferible tenerla aislada durante ese período. Aunque tuvieran que disponer de un espacio más reducido, no sería un inconveniente tan grave como el tener que soportar molestias continuas causadas por otras aves.

Cómo debe ser el nido del ave exótica

Una especial atención ha de dedicarse a la dotación de la jaula o de la pajarera. Tener ramas o perchas idénticas y una cubierta del suelo adecuada podrían contribuir a que las aves se sintieran más a gusto en su lugar de cría. Ni mucho menos todas quieren arena solamente en el suelo, sino que algunas necesitan suelo de bosque o césped, al menos en una parte de la jaula o de la pajarera. Se pueden colocar diferentes cajas nidaderas y bases para el nido en lugares diversos y a distintas alturas.

cómo hacen el nido las aves exoticas

Algunas desean un matorral denso, incluso ramas espinosas, para construir el nido, otras prefieren plantas perennes o pequeños carrizales. Los carrizos podrían ir creciendo poco a poco a través de un marco de rejilla metálica. Así permanecen erguidos y lo bastante apretados como para que pueda colgar de ellos el nido.

En las pajareras de jardín pueden podarse en otoño algunos arbustos de manera que formen grupos de ramas apropiados para colocar allí el nido. Si no, también podemos fijar a los arbustos cestitas planas de alambre como bases para éste.

A lo largo de las paredes de la jaula o la pajarera podríamos colocar bloques de madera para que aniden. Casi todas las aves prefieren bases para el nido provistas del ramaje apropiado para ellas.

Hay muchas posibilidades de que nuestras aves construyan sus nidos siempre que les proporcionemos solo ramas delgadas y flexibles (por ejemplo, de abedul, retama o brezo) y las colguemos de la pajarera. También resultan muy apropiadas las plantas trepadoras artificiales. Las aves se sien ten protegidas por un matorral y, al quedar escondidas, están más tranquilas.

Emparejamiento de las aves exóticas

Los machos y las hembras de muchas de las especies de aves exóticas son totalmente iguales. Podemos reconocerlos generalmente por el comportamiento y el canto del macho.

cómo emparejar a las aves exoticas

A menudo esto tampoco es posible porque macho y hembra cantan y no conocemos todavía con exactitud sus formas de comportamiento. Así, no es raro que en vez de una pareja para criar tengamos dos machos o dos hembras.

Comportamiento del ave exótica durante la cría

Algunas aves, y no solo las que han sido capturadas, se nos muestran hurañas cuando llega la época de cría. Hay que dejarse ver ante el alojamiento solo cuando sea necesario. Con tales aves es bueno poner ramas de abeto de Douglas sin hojas desde fuera o dentro, en los barrotes.

Libre elección de la pareja

A ser posible habría que adquirir no solo una supuesta pareja, sino al menos cuatro o seis ejemplares. Esto es válido también para aquellas especies en las que macho y hembra son distintos. Eso no quiere decir que, si poseemos un macho y una hembra, éstos no se quieran y no puedan formar una armoniosa pareja de cría. Siempre es mejor que se emparejen por sí mismos los componentes de un pequeño grupo en lugar de formar una pareja forzada con un único ejemplar disponible. Las posibilidades de éxito se multiplican.

Preparar el aparejamiento

Si la instalación de la jaula o la pajarera es la adecuada y pueden anidar allí, la pareja dará a conocer pronto su buena disposición para criar. La intensidad y la frecuencia del canto del macho aumenta. Estimula a la hembra, la cual empieza a buscar material para el nido y lo lleva a distintos lugares. En muchas especies, sin embargo, el macho también revolotea con el material en el pico y busca un lugar adecuado para el nido. Se lo enseña a la hembra y, si a ésta le parece bien, ponen allí el nido.

Cortejo de las aves exóticas

En este punto, cabe decir que las aves exóticas son demasiado diferentes en este aspecto como para que pueda describirse ni siquiera aproximadamente el cortejo o parada nupcial de todas ellas.

cómo es el cortejo de las aves exoticas

En algunas, el cortejo tiene lugar en el suelo, y el macho danza alrededor de la hembra. Muchos cortejan sobre una rama, y balanceos, saltos e inclinaciones son las ceremonias más importantes. Muchos machos acosan a sus hembras, a menudo muy fogosamente, lo cual con frecuencia culmina con una “violación”» que nos parece muy brutal.

Algunas hembras, si no están todavía dispuestas, intercambian con frecuencia los papeles y persiguen a su vez a los machos. En algunas especies, el macho acosa a la hembra de tal manera que ésta puede morir de agotamiento si no encuentra un matorral o un escondrijo para reposar. Particularmente en alojamientos muy pequeños se deben tener este tipo de escondrijos, ya que aquí las aves no pueden esquivarse.

En las parejas de otras especies reina una completa y continua armonía. Lo emprenden todo juntos, se acurrucan uno junto al otro y se acarician mutuamente el plumaje.

Durante la fase de emparejamiento, muchos machos dan de comer a sus hembras. Con esto muestran que pueden ser buenos esposos y padres. Si la hembra acepta la comida, se establece el “compromiso”. También la hembra puede solicitar espontáneamente la comida al macho. A menudo emite el reclamo con el que piden comida los polluelos recordando a su «prometido» sus deberes como padre.

El cortejo de muchos machos transcurre con muchas ostentaciones y alzamientos. Con su soberbio colorido brillante o tornasolado, sus crestas, sus cuellos o sus colas provistas de plumas ornamentales erizadas, desean impresionar a la hembra.

Al cortejarla, el macho realiza vuelos de exhibición, abre en abanico la cola, la alza o la balancea, bate sus alas, las despliega o las deja colgantes, levanta las crestas y eriza las plumas del pecho, del vientre o del cuello. Además, suele cantar o emitir reclamos seductores. A menudo, el macho lleva en el pico el presente de bodas.

Apareamiento de las aves exóticas

Ante tanto encanto masculino y tantos galanteos, a la hembra no le queda más remedio que mostrarse dispuesta a aparearse. En muchas aves, la cópula tiene lugar en el suelo o en una rama. Algunas hacen vibrar las alas o la cola.

cómo se aparean las aves exoticas

Muchas también emiten sonidos gimoteantes o pían. Así como en la mayoría de las especies se celebra la “boda” con la cópula, en otras ésta no tiene lugar tras el cortejo, sino en cualquier momento y sin previo aviso. En algunas solo tiene lugar en el nido.

Construcción del nido aves exóticas

Ya le habíamos proporcionado lugares para anidar en la jaula o en la pajarera cuando la arreglábamos para que criaran. En cuanto la pareja comienza a prepararse para criar, le ofrecemos el material para construir el nido.

Se puede dejar en el suelo, pero entonces las aves lo repartirán por todo el alojamiento y lo ensuciarán. Será mejor dejarlo en el «pesebre» comprado a propósito. Con muchas aves, este material colocado en dicho “pesebre” tendría que estar flojamente sujeto, pues prefieren trabajar un poco: desgarrar y arrancar no importa dónde se corresponde en gran parte con la búsqueda de material para el nido en la Naturaleza.

Material artificial

Hay que ofrecer tanta cantidad de material como sea posible, a no ser que sepamos qué es lo que prefieren nuestras aves. Uno de los materiales más estimados es la fibra de coco, en especial larga y lisa, como se encuentra en el comercio.

También utilizan gustosamente las liaras fibras de sisal, pero cortadas en trozos de aprox. 5 cm de longitud. Más largas serían peligrosas para las aves, pues podrían enganchárseles en las patas. Las consecuencias serían un nido destrozado o un pie dañado. Muchas de las aves exóticas utilizan para acolchar el nido hilas blancas y suaves de algodón de unos 6 cm de longitud, que es un material muy usado para los canarios.

Material natural

Las gramíneas y afines son el principal material procedente de la Naturaleza. Según la especie, utilizarán hojas y tallos largos o cortos, anchos o estrechos, duros o blandos. También emplean tallos de otras hierbas y hojas frescas o secas.

Para tapizar el nido prefieren las fibras de las raíces de diversas hierbas y musgos y liqúenes, pelusa de las plantas, pelos de animales, plumas. Según la especie pueden usar materiales muy diferentes para construir y tapizar, pero esto pasa a veces con dos parejas de una misma especie.

Algunas especies grandes utilizan como material en bruto o de infraestructura finas ramitas de 10-15 cm de longitud de abedul, retama, brezo o coníferas. Incluso utilizan las agujas u hojas de los pinos.

Aves que anidan en el suelo

Para las aves que anidan en el suelo pueden ponerse en la pajarera densos céspedes de gramíneas altas de tal manera que en medio haya espacio para la depresión del nido. El hecho de que cuelguen sobre el nido las altas hierbas hace que las hembras que empollan se sientan más seguras. Por este motivo también les gusta anidar bajo las ramas colgantes de las coníferas plantadas allí.

¿Cómo construyen el nido las aves exóticas?

Algunas aves empiezan a construir el nido a la ligera, como un juego. En general, al principio tampoco deciden en qué sitio van a construir el nido definitivo y empiezan a hacerlo en lugares diferentes.

nido de pájaro tropical

Se pasan así dos semanas o más hasta que lo acaban. Otras aves actúan con mucha rapidez y en dos o tres días tienen ya hasta la “cuna”. Algunas aves construyen nidos muy desaliñados, que casi parecen un amontonamiento de material. Las tórtolas descritas aquí juntan tan pocas ramas y tallos que sus dos huevos se ven a través del suelo del nido. Es aconsejable proporcionarles una caja o una base para anidar de rejilla metálica densa.

Los nidos de la mayoría de las aves exóticas de vivos colores son de construcción sólida y densa, algunos incluso obras de arte. Si unos montan escudillas hondas y de paredes gruesas, otros tejen ligeras cunas en los extremos de ramas colgantes.

La capacidad constructiva de muchas aves es admirable. También es sorprendente el esfuerzo que realizan, ya que, en unos pocos días, según la especie, acarrean y utilizan en la construcción del nido entre 800 y 2.500 elementos.

En lo referente a la construcción del nido, en algunas especies solo se encarga el macho de hacerlo. La hembra da luego su opinión. Si encuentra que lo ha hecho bien, trae a lo sumo algo de material de revestimiento para adoptarlo como nido.

En otros grupos es al revés. La hembra acarrea el material y construye también el nido. El macho trae unos cuantos tallos o se limita a acompañarla constantemente y, en pocos casos, no interviene para nada en la construcción. Otra variante frecuente es cuando el macho transporta la mayor parte del material y la hembra construye el nido. El material es transportado en el pico, por algunas aves en manojos, por otras tallo a tallo.

No solo el pico y las patas sirven para construir el nido, sino también todo el cuerpo. La hembra suele ponerse desde el principio en el medio y emplea el material suelto de todos los lados para moldear poco a poco el borde.

Forma la depresión del nido mientras gira hacia los lados presionando el pecho contra el borde del nido y pateando el material de revestimiento. De este modo, la depresión del nido alcanza el tamaño y la profundidad correcta.

Si el nido tiene una cúpula y quizás también un tubo o pasillo de entrada, éste empieza a construirse desde el interior del nido. Los nidos techados y abolsados o sacciformes pertenecen en general a especies que ponen huevos blancos.

El techo protege por arriba a los huevos de los depredadores. Asimismo, el tubo de entrada sirve para protegerlo de los enemigos. Los colibríes, nectarínidos y algunos molívoros pequeños, cuando están en libertad, utilizan telarañas para mantener unidos los restantes componentes del nido.

Desgraciadamente esto es algo que nosotros no les podemos proporcionar. Podríamos sustituirlas por algodón, o mejor, por algodón de filtro para acuarios. Con él muchos de estos pequeños constructores se desenvuelven casi tan bien como con las telarañas.

Puesta e incubación huevos de aves exóticas

Aproximadamente de tres a siete semanas después de la última cópula y de cero a 14 días de acabar el nido aparece el primer huevo. A veces el nido todavía no está acabado cuando aparecen los primeros huevos.

huevos de pájaros exóticos

La mayoría de las especies ponen un huevo cada 24 horas, pero, en algunas de las especies de mayor tamaño descritas aquí, las hembras necesitan 48 horas para que el segundo huevo madure y salga. En aves tan diferentes, la magnitud de la puesta oscila entre dos y doce huevos.

La incubación

Cuanto mayor sea la cantidad de huevos, tanto más tarde comenzará la hembra a incubarlos o empollarlos. Los polluelos pueden eclosionar todos el mismo día, desarrollarse a la vez y volar entonces al mismo tiempo.

Esto suele pasar cuando empollan intensivamente a partir del penúltimo o del último huevo. Sin embargo, a menudo incuba la hembra, o la pareja alternativamente, ya desde el primer huevo, pero raras veces con tanta regularidad como para que éstos alcancen la temperatura apropiada: los 38-39 °C.

Para eso es necesario que las plumas del vientre y del pecho se desplacen a los lados y la piel desnuda entre en estrecho contacto con los huevos. Durante la puesta se desarrolla allí en la hembra la mancha de incubación. El tejido subcutáneo se hincha un poco al intensificarse la circulación, lo cual provoca en esa zona un aumento de la temperatura, que alcanza casi los 40 °C. Esta temperatura se va alcanzando lentamente durante la época de cría.

En la mayoría de los machos no se forma la mancha de incubación ni tampoco suelen participar ellos en la incubación. En algunas especies también interviene el macho, pero no tanto como la hembra. Es probable que su temperatura sea suficiente y pueda relevar ocasional o regularmente a la hembra durante el día, pero, por la noche, cuando la temperatura externa es más baja, es la hembra la que empolla los huevos.

Los huevos que se hallan en la parte central, bajo el ave, reciben más calor que los de los lados. Por eso, los giran, cambiándolos de sitio varias veces al día. El cambiarlos de sitio y el girarlos hace que el embrión no se quede adherido a la cáscara del huevo y que tenga lugar el intercambio necesario de gases.

No solo hay que dar calor a los huevos, sino que también hay que enfriarlos cuando hace mucho calor. Jadeando con el pico abierto, el ave que incuba enfría su cuerpo (incluida la mancha de incubación) tanto, que protege a los huevos de un recalentamiento. También vela porque tengan humedad suficiente. Cuando ésta no es suficiente de manera natural, se sienta sobre los huevos con la piel del vientre mojada o incluso con el plumaje húmedo.

El color de los huevos

Por el color del huevo suele saberse si el ave empolla en un agujero, en un nido techado o en un nido escudillado. En el último caso, los huevos tienen casi siempre un colorido mimético. Son de color pardusco, verdoso, turquí o incluso azul y a menudo están más o menos motea dos, manchados o garabateados.

En algunos tejedores, que construyen un nido esférico, los huevos tienen un colorido mimetíco, mientras que, en otros, son de un blanco puro. Esto pasa también con los pinzones exóticos, que constituyen nidos techados o depositan sus huevos en agujeros. Blancos o de color crema son también los huevos de las tórtolas, aunque construyen nidos planos y abiertos.

Eclosión y desarrollo de los polluelos

Al igual que la puesta tiene lugar por la mañana, también ocurre entonces la eclosión de los polluelos. Con la ayuda del diente del huevo, que se halla en el ápice de la mandíbula superior, el polluelo rasca la cáscara.

Se produce un pequeño agujero, y el polluelo. que ya ha empezado a respirar por los pulmones, empuja con la fuerza de sus piernas y hombros el extremo agudo de la cáscara. Allí donde el diente del huevo ha agujereado la cáscara aparece una hendidura en torno a la parte ventral del huevo y, después de unos cuantos estirones y pataleos, se produce la eclosión.

La cáscara del huevo cae a los lados partida en dos mitades. En una permanece todavía el polluelo hasta secarse y luego sale de ella torpemente. A menudo contribuyen los padres picoteando la cáscara. Éstas son devoradas o sacadas del nido.

Los polluelos de codornices se ponen de acuerdo, por así decirlo, para eclosionar juntos tan pronto como ellos han perforado con el pico la membrana hasta la cámara de aire del huevo. De este modo todos consiguen eclosionar a la vez o por lo menos el mismo día. Esto es importante porque la madre o los padres abandonan con ellos el nido en seguida.

Cómo son las crías de las aves exóticas

A excepción de las jóvenes codornices, que en seguida pueden correr, por norma general los polluelos de las aves exóticas están totalmente desvalidos, desnudos o con el dorso cubierto por unas cuantas plumitas suaves. El color de la piel suele ser rosado, en algunos también amarillento, en otros oscuro, a menudo casi negro.

polluelos de aves exoticas

Al principio son tan débiles que solo levantan un poco la cabeza y abren el pico. En general pueden vivir las primeras 24 horas solo del resto de la yema que llevan en el vientre, pero la mayoría de las veces ya han recibido antes su primera comida.

Los polluelos casi desnudos tienen que recibir calor de sus progenitores hasta que broten las primeras plumas, cuando tienen de 6 a 10 días. Dentro de este período va disminuyendo el tiempo de estar bajo las alas de los padres. Cuando acaba por completo, los excrementos ya no aparecen envueltos en mucosas.

Si en estas condiciones eran retiradas del nido lo más lejos posible y tiradas o incluso tragadas por los progenitores, ahora son dejados por los pulícidos en el borde del nido. Allí permanecen formando pronto un reborde denso y duro.

En los pinzones exóticos, los excrementos no están envueltos por estas mucosas ni tampoco proceden ellos a la limpieza del nido. Los polluelos los depositan conforme van creciendo cada vez a más altura junto a la pared interna de sus nidos esféricos.

Petición de comida y ceba

Los pollos de los pinzones exóticos presentan determinados dibujos en la garganta, sobre todo rayas y puntos negros sobre fondo blanco, que varían un poco en cada una de sus aproximadamente 130 especies.

Algunos pollos tienen además papilas azules o amarillas en los ángulos del pico. Por estas características conocen los padres a sus crías. Los dibujos de la boca, juntamente con los movimientos de la cabeza, desencadenan el mecanismo que les induce a cebarlos.

Casi todas las demás aves canoras tienen polluelos con bocas rojas o amarillas, a menudo también con protuberancias marginales amarillas, blancas o azuladas en el pico. Esto, unido a los movimientos ascendentes v descendentes de la cabeza y pronto también a las peticiones de alimento cada vez más fuertes, hacen que los padres introduzcan la comida que han traído en la garganta cíe los pollos.

Al ser ciegos todavía reaccionan pidiendo comida ante cualquier vibración que producen los adultos al posarse en el nido. O abren la boca de par en par cuando el ave que los tiene bajo el ala se mueve o los toca con el pico.

Cuando se les abren los ojos, perciben ya ópticamente a sus progenitores. Esto suele pasar cl séptimo día cíe vida. Ahora se colocan en el nido de tal modo que sus picos se dirigen hacia la entrada o en la dirección por donde se acercan los padres para posarse en el nido.

A menudo empiezan a pedir comida ya cuando las aves emiten su reclamo al acercarse. Los jóvenes reaccionan ahora con más intensidad ante los depredadores. Esto podemos observarlo poniendo la mano cerca de ellos.

Emplumado de las crías

El emplumado o emplumamiento hace rápidos progresos a partir de los siete días. Al principio aparecen los cañones de las plumas de la cola y de las rémiges o remeras. Les siguen las coberteras y el plumaje central a lo largo de la parte superior, que pronto cubre la nuca, el dorso y el obispillo.

Se desarrollan más plumas en las zonas a lo largo de los flancos y también queda cubierta la cabeza. La mayoría de los pollos que crecen en nidos escudillados tienen bastante prisa por abandonarlos.

Muy pocos lo hacen ya a los 11 o 12 días, la mayoría entre los 13 y los 16 días y algunas de las especies de mayor tamaño permanecen entre 17 y 20 días en el nido. Se sienten más seguros solos y ocultos entre los matorrales y tienen por eso una mayor posibilidad de supervivencia. Entonces ya pueden saltar y trepar asombrosa mente bien y pocos días después son capaces de volar con habilidad.

Entre los pinzones exóticos, los tejedores v otros, que construyen nidos techados o empollan en agujeros, el desarrollo de los pollos se produce con mayor lentitud. Permanecen de 18 a 24 días en el nido, la mayoría de 20 a 21 días. Casi siempre son ya entonces capaces de volar.

Anillado del ave exótica

Y ahora unas cuantas informaciones para reconocer a los pollos. Si se han de anillar hay que hacerlo cuando tienen de 8 a 10 días. Entonces los anillos del tamaño adecuado son pasados por encima de la pata. Posteriormente se engrosa la articulación de modo que el anillo ya no puede sacarse. Es el «carné» del ave. El anillado es la prueba de que somos nosotros sus criadores y también un requisito por si el ave participa en alguna exposición.

Sin embargo, solo se anillarán los pollos cuando nos hayamos asegurado de que los padres no desaprueban nuestra intromisión en el nido. A muchas especies no les importa en absoluto, pero otras dejan de alimentar a los polluelos una vez hayamos manipulado el nido. En estos casos es preferible renunciar a anillarlos.

Primer vuelo del ave

Cuando llega el momento en el que los polluelos abandonan el nido, debemos estar atentos para que no les ocurra ningún accidente. Todavía desconocen las limitaciones espaciales que les imponen las jaulas o las pajareras e instintivamente se han adaptado a un amplio espacio en torno al nido.

cuándo empiezan a volar las aves exoticas

Con sus movimientos impetuosos y descontrolados van a parar contra los ángulos y los obstáculos de los cuales no pueden librarse solos o, si pueden, lo logran con dificultad, de manera que a veces hay que ayudarlos. Sin embargo, precisamente nuestra inesperada presencia les produce pánico y el peligro de lesiones y muerte aumenta. Nos debemos acercar a los pollos con mucha lentitud, hablándoles y silbando suavemente.

Esta fuga inicial provocada por el miedo ante todo lo extraño que se mueva hacia ellos les ha salvado la vida a muchos pollos que viven en libertad. En nuestras jaulas o pajareras es más peligroso cuando chocan con todas sus fuerzas contra la rejilla metálica.

Esta fase de miedo dura solo hasta que controlan su vuelo y han aprendido a maniobrar, por lo tanto, unos pocos días. Después se vuelven muy confiados a menudo e incluso curiosos. En algunas especies no hay fases de miedo: con frecuencia sus pollos confían en no ser vistos mientras permanecen posados tranquilamente.

Solo en muy pocas especies regresan los jóvenes al nido después de haberlo abandonado. La mayoría pernocta en las ramas o en el suelo, entre las hierbas. Esto puede ser peligroso para ellos en las pajareras de jardín, pues el suelo frío y húmedo y tal vez la lluvia rápidamente pueden causarles enfermedades y la muerte.

Así pues, tendremos que procurar que los jóvenes permanezcan al principio en la pajarera de interior. Si se han ido volando a la de jardín, al menos que ésta esté impermeabilizada a la lluvia.

A muchos jóvenes, que dejan el nido en las pajareras de interior o en jaulas de cría, los podemos proteger de los enfriamientos elevando la temperatura durante estos días. Los progenitores alimentan y cuidan de los jóvenes durante dos o tres semanas después de que han dejado el nido.

El padre se va encargando cada vez más de esta tarea, al menos en la mayoría de las especies. Poco a poco los jóvenes aprenden a tomar el alimento por su cuenta. Este debe ser muy pequeño y tierno. Para los granívoros son especialmente importantes las semillas semimaduras y los germinadores, ya que con frecuencia todavía no saben pelar bien las semillas.

Separación de los jóvenes polluelos de ave exótica

Algunas especies son tan amistosas con sus jóvenes descendientes que les permiten estar cerca de ellos cuando ya son independientes e incluso cuando han empezado a criar de nuevo. No obstante, la mayoría de las parejas son intolerantes y los hostigan, a menudo implacablemente, hasta el agotamiento, o incluso los picotean hasta matarlos.

No tenemos que interpretar erróneamente esto y considerarlos unos padres desnaturalizados después de haberse sacrificado antes por andarlos. Lo cierto es que la relación padres-hijos termina en un momento determinado.

Los jóvenes ya no son considerados como tales, ni siquiera como hijos propios, sino como perturbadores, rivales y competidores por el alimento. En la Naturaleza, los jóvenes independizados lo entienden después de unos cuantos ataques y se alejan del territorio reivindicado por sus padres.

En las jaulas o en las pajareras no tienen esta posibilidad de escape. Es preferible separarlos a tiempo y ponerlos en una pajarera o en una jaula que se parezca a aquellas en las que han crecido de jóvenes. Es conveniente ponerlos con jóvenes de otras parejas y con aves adultas sociables. Sin embargo, todavía tienen mucho que aprender, en especial sobre la ingestión de los más diversos alimentos y la manera de obtenerlos.

Muda de las crías de aves exóticas

La muda de los jóvenes tiene una importancia especial, ya que para las aves es un tiempo de extremada fatiga, sobre todo cuando tienen que cambial’ todo el plumaje. Tiene lugar a la edad comprendida entre dos y siete meses y puede durar de cuatro a ocho semanas, y todavía más en algunas especies.

En muchas especies, los jóvenes adoptan un tipo definitivo de plumaje, incluidos los machos. Pero en algunas aves que presentan un plumaje habitual y otro nupcial en diferentes épocas (esto se da casi exclusivamente en los machos), los machos jóvenes quedan cubiertos primero por el plumaje habitual.

Cuando llegan a la madurez sexual se revisten del plumaje nupcial al mudar. En algunos machos de carduélidos, el plumaje nupcial está presente ya después de la muda juvenil, pero se oculta tras amplios rebordes de plumas, en general pardo grises, que los hacen poco llamativos. Estos rebordes de plumas se desgastan de modo que, al llegar la época de cría, se pone de manifiesto la riqueza de su colorido.

Es muy importante que durante la muda el joven reciba una alimentación variada, rica en vitaminas y minerales. Si es posible tendrían que recibir luz solar directa o media hora diaria de radiaciones UV con una lámpara ultravioleta.

Determinación del sexo

En muchas especies, el macho y la hembra tienen un colorido diferente y, por lo tanto, son fáciles de distinguir. En otros casos presentan el mismo plumaje, pero los colores del macho son más fuertes y las marcas son más extensas o más pronunciadas. Este fenómeno recibe el nombre de dimorfismo sexual.

Cuando la forma y el colorido de machos y hembras coincide por completo, son monomorfos. Hay muchas posibilidades para distinguir el sexo de estas aves: las hembras suelen posarse con las patas un poco más abiertas porque tienen la pelvis más ancha y en general tienen la cabeza más delicada y redonda que el macho.

A menudo, observando el comportamiento se obtiene también información sobre el sexo del ave. En especial durante el cortejo se manifiestan muy claramente estas diferencias en muchas aves. También el canto nos sirve a menudo para distinguirlos, pues normalmente solo cantan los machos. O bien machos y hembras tienen cantos diferentes. Pero hay especies que coinciden totalmente en esto.

Al comenzar la época de cría se desarrollan los ovarios en las hembras y las gónadas en los machos, y en estos últimos se desarrolla también la cloaca para hacer salir el semen. Los bordes emergen y se dirigen hacia adelante.

Esto no solo se ve claramente soplando las plumas que rodean la cloaca, sino también palpando la zona. En cambio, en las hembras, el borde de la cloaca permanece plano, lo cual puede verse y palparse también. Los criadores de canarios emplean desde hace tiempo este método de determinación del sexo. Se puede utilizar además con todas las aves pequeñas. Otro método para determinar el sexo es mediante la endoscopia.

Ésta la lleva a cabo el veterinario. Realizando un pequeño corte en la pared abdominal pueden reconocerse con el endoscopio los ovarios y las gónadas. Por ser un método agresivo, esta práctica solo es aplicable a las aves más grandes, como los minás y otros molívoros de gran tamaño.

¿Criar híbridos de aves exóticas?

De vez en cuando se han criado híbridos de especies muy emparentadas. Más de un aficionado desearía ver si es posible obtener híbridos de dos especies, qué aspecto pueden tener y si son fecundos.

Esta forma de criar híbridos voluntariamente solo debe intentarse si se aporta nuevos conocimientos sobre el grado de parentesco de ambas especies y si estos conocimientos se notifican a ornitólogos y criadores en artículos de revistas especializadas. De lo contrario ha de evitarse la cría de híbridos a fin de mantener la especie.

A veces se producen híbridos involuntariamente, sobre todo cuando machos y hembras de dos especies emparentadas no pueden encontrar una pareja adecuada. En pocos casos ocurre que un macho muy impulsivo cubre a una hembra de otra especie justo antes de que el macho correspondiente vaya a ponerse a copular.

La hembra con sus gestos incitantes ha atraído también al macho extraño, el cual ha aprovechado la ocasión propicia. Precisamente, el amor es ciego. Por eso, a veces pasa que uno o varios de los jóvenes son muy diferentes a los demás. Al madurar, queda claro quién es el padre de los hermanastros. En una pajarera grande habitada por un grupo variado de aves esto no se aclara al principio.

El más parecido al ejemplar silvestre, tiene todo el inventario genético que en la especie se ha ido organizando desde su origen y a lo largo de su desarrollo. Cada mutación generada, significa una pérdida de su patrimonio genético.

Incluso cuando solo veamos desaparecer un color cuando criamos un ave azul a partir de una verde, se pierden también con este color otros factores hereditarios. Esto lo saben todos los que crían mutantes, pues sin la ayuda de aves totalmente intactas, esto es aves silvestres, toda cría de variantes se puede acabar en cualquier momento. Por ello se ha de recomendar a todos los que críen mutantes que tengan también una estirpe de aves de colorido natural.

Mutaciones en las aves exóticas

En algunas de las aves exóticas se han producido mutaciones, que son cambios heredables y casuales en el colorido, la textura de las plumas y la forma. Estas aves ocupan un lugar importante en las exposiciones que tienen lugar anualmente.

Se compite por conseguir la variante más bella dentro de cada tonalidad. Y siempre se obtienen nuevas mutaciones o combinaciones de diferentes tonalidades. Cuantas más, mejor. Sin embargo, no hay que dejarse llevar por el entusiasmo ante los nuevos colores y formas ni abandonar u olvidar las aves de colorido natural tal como las hemos recibido de la Naturaleza.

Es algo insustituible y hay que seguir criándolas en su forma más pura. Esto es más importante ahora que nunca, pues en la actualidad no recibimos ya de muchas especies ningún reabastecimiento por parte de la naturaleza. Únicamente el que posee los colores naturales.

Incubación artificial y cría a mano

Se pueden incubar artificialmente con una incubadora todos los huevos fecundados, pero solo tiene sentido hacerlo con huevos de aves nidífugas, es decir, de aves cuyos polluelos pueden alimentarse independientemente. De las aves nidícolas, solo los polluelos de especies grandes se consiguen criar desde el primer día con éxito, pero con muchísimo esfuerzo.

En la mayoría de las especies exóticas de aves no funciona la incubación artificial. En las codornices, por ejemplo sí. Incluso en estos casos solo se recurrirá a ella cuando, después de varios intentos, las hembras demuestran que no tienen ninguna disposición para incubar ellas mismas.

En general, estas hembras han sido criadas también artificialmente. Si esto se practica durante varias generaciones, puede perderse el instinto de incubar. Así pues, es probable que sean menos adecuados para criar los polluelos que hayan eclosionado en la incubadora. Se debe informal de este hecho a los compradores del mismo modo que exigimos que se nos informe cuando somos nosotros los compradores. Desgraciadamente es un dato que suele ocultarse.

Si tenemos polluelos de codornices que han eclosionado en una incubadora, podemos alojarlos al principio en una caja o un cajón. Encima se cuelga un radiador de infrarrojos, que les proporcionará a los polluelos el calor que tenían que haberles proporcionado sus madres.

Ceba manual

Podemos alimentar nosotros mismos a los pollos con buenas perspectivas de éxito a partir de los 10 a 15 días de edad. Resulta más fácil con los molívoros que con los granívoros, suponiendo que dispongamos de la comida que necesitan en cantidad suficiente.

Los pollos de los molívoros toman casi siempre con más ganas la comida que les ofrecemos en palillos o con pinzas que los de los granívoros. Esto se debe a que la garganta de los molívoros a menudo es más amplia y a que toman y engullen el alimento activamente. En los granívoros, los padres suelen regurgitar el alimento del buche y bombearlo profundamente en las gargantas de sus polluelos.

Por lo tanto, nosotros les tendremos que introducir directamente en el buche la papilla con los nutrientes necesarios mediante una jeringuilla provista de un delgado tubo de goma. Más tarde aprenderán a tomar ellos mismos las bolitas de comida de los palillos redondeados, con los cuales nos ayudaremos en caso de necesidad.

A la edad que hemos indicado, los granívoros han de comer cada dos horas. En cambio, los molívoros necesitan comida cada media hora. Este horario solo nos lo podemos permitir si estamos todo el día en casa. Y no solo nos ocupa tiempo y paciencia darles de comer, sino también preparar la comida y limpiar. Incluso la papilla que les damos tiene que estar en torno a los 30 °C.

Calor

Si los polluelos tienen menos de los 10-15 días ya mencionados, a menudo es necesario mantenerlos calientes, igual como la madre o los padres los mantienen. En el sustituto del nido, es decir, un cajón, una caja de madera o un recipiente de arcilla no vidriada, deberían tener una temperatura de 30-32 °C.

Pueden recibir el calor desde arriba, de un radiador de calor negro de infrarrojos, pero es mejor que el calor venga de abajo y cubrir el nido con una tela fina para conservarlo. Lo mejor es poner un calentador de nidos.

Se puede regular fácilmente la temperatura del nido si entre él y la placa calefactora se pone, según las necesidades, un trozo de Styropor, un tablero de madera o una baldosa, pues todos ellos tienen una capacidad distinta para conducir el calor.

Si conseguimos criar nosotros un polluelo sin la intervención de los padres, tendremos un huésped muy afectuoso que, en muchos casos, permanecerá apegado a nosotros. Dependerá más de nosotros que de sus congéneres.

A pesar de esto, si tenemos algunos iguales que él, haríamos bien en ponerlos todos juntos para que se independice. En algunos casos, un ave criada de este modo ha llegado a encontrar una pareja con la que ha podido criar bien a su descendencia.

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