Raza Boston Terrier | Carácter boston terrier |

La raza Boston terrier es una “made in América”. Allí se le conoce como “gentelman americano”. Esto es por sus manchas blancas sobre fondo negro, que recuerdan a un traje y por su carácter amable. Con unas características muy especiales, este animal goza de una gran popularidad. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos todo sobre el Boston terrier.

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Características raza Boston Terrier

Considerado como un auténtico perro americano, el Boston terrier se ha convertido en un símbolo nacional de Estados Unidos. En su origen se desarrolló como perro de pelea en los establos de Massachusetts una vez acabada la Guerra de Secesión. Pero, su carácter amable, alegre y divertido lo ha acabado convirtiendo en un excelente animal de compañía.

Determinado, fuerte y activo, parece ser que este can es fruto del cruce entre bulldogs y antiguos terriers blancos. Aunque al principio se lo bautizó como bull terrier de cabeza redonda, hoy se lo conoce en todo el planeta con el nombre de la ciudad que vio nacer en 1870 a Hooper’s Judge, considerado el primer ejemplar de la raza. Se trata de un perro de constitución compacta, robusta y con proporciones armoniosas. Transmite una imagen de determinación, gran inteligencia, fuerza y actividad con gran clase y estilo.

Vamos a conocer con más detalle su carácter y sus características físicas:

Carácter raza Boston Terrier

Este pequeño can es un perro muy inteligente, alerta, divertido y con una gran disposición a emprender cualquier actividad que se le proponga. Entusiasta y lleno de vida, se convierte enseguida en el centro de atención de la casa donde vive.

Y a pesar de su aspecto y de su tamaño, no es un simple perro de lujo y compañía, sino que se trata de un atleta, fuerte y ágil, que necesita hacer ejercicio en abundancia y recibir una adecuada estimulación mental para no convertirse en un perro aburrido, meditabundo y testarudo.

Una de sus mejores cualidades es que aprende a una velocidad pasmosa, pues posee una intuición extraordinaria y capta con gran sensibilidad cualquier matiz de voz que se emplee para darle órdenes diferentes. Por ello, es una raza con la que resulta muy fácil trabajar. Puede ser una elección muy adecuada para propietarios que tengan poca experiencia en la tenencia de perros, o incluso para quienes carecen completamente de ella.

Aun así, a la hora de tratar con esta raza es muy importante dejarle bien claro quién ocupa el lugar más alto en la pirámide jerárquica de la casa y no permitirle que transgreda nunca esta jerarquía de poder. Si el Boston terrier llega a considerar que es él quien se encuentra por encima de alguna de las personas de la familia lo demuestra tratando de imponer su voluntad y transformándose en un animal difícil de manejar.

Como sucede con otras razas a las que se toma como simples animales de compañía y a las que se dispensa un trato demasiado humanizado, ésta también es propensa a padecer el llamado síndrome del perro pequeño, con los trastornos de comportamiento que ello conlleva, es decir, actitudes egoístas, posesivas, desobedientes e, incluso, agresivas.

Energía: alta. Enérgico, activo, vivaz y entusiasta, necesita quemar su exceso de energía haciendo alguna actividad o deporte.
Temperamento: el Terrier de Boston tiene un carácter y comportamiento de perro alerta, vivaz y muy inteligente, tiene una excelente disposición para el trabajo y para llevar a cabo cualquier actividad que se le encomiende. Sociable, amable y cariñoso, resulta un excelente animal de compañía.
Adaptabilidad: alta. No tiene problemas para vivir en ningún entorno. Necesita, eso sí, poder hacer algo de ejercicio con regularidad y la presencia de su familia.
Sociabilidad: muy alta. Adora a su familia, le encanta jugar con los niños, a los que protege y muestra afinidad con los extraños. Su relación con otros perros es muy buena.
Salud: normal. Puede padecer problemas respiratorios, oculares o articulares.
Longevidad: alta. Vive entre 12 y 15 años, o incluso supera esta edad.
Utilidad: compañía. Surgió como perro de pelea y es buen guardián, pero fundamentalmente es un perro de compañía.
Utilización: perro de compañía.
Otros nombres: Terrier de Boston.

Características físicas del Boston terrier

Esta raza de perro tiene un aspecto físico muy peculiar debido a su procedencia. Originario de Estados Unidos, el Boston terrier se formó a partir del cruce entre bulldogs y antiguos terriers blancos en la búsqueda de un buen perro de pelea. Cuando estos enfrentamientos fueron prohibidos, su carácter amable, divertido y alegre le permitió convertirse en perro de compañía.

Apariencia general: se trata de un perro robusto, compacto, muy bien proporcionado y con el cuerpo corto. Su porte es natural y elegante.
Tamaño y talla: pequeña.
Altura de la cruz: entre 25 y 40 cm los machos y entre 23 y 39 cm las hembras.
Peso: entre 7 y 11 kg los machos y entre 6 y 11 kg las hembras.
Origen: Estados Unidos.
Cuerpo: este perro de origen estadounidense tiene un cuerpo corto y pequeño, pero robusto y de constitución fuerte De estructura corporal cuadrada y bien proporcionado, el Boston terrier posee unas patas poderosas y con ángulos elegantes, así como una cabeza corta, compacta y cuadrada, y una cola corta.
Cabeza: compacta y robusta, tiene el cráneo cuadrado y plano en la parte superior, el hocico corto, ancho y grueso, y las mandíbulas cuadradas y con leve prognatismo inferior.

Cráneo: cuadrado y plano en la parte superior, tiene la frente abrupta y no presenta arrugas.
Hocico: es corto en proporción con el cráneo, pues mide aproximadamente un tercio de la longitud de éste. Ancho y cuadrado, es grueso y no tiene arrugas. La caña nasal es recta y paralela a la línea superior del cráneo.
Trufa: negra y ancha, presenta un surco bien definido entre los orificios nasales.
Ojos: quedan bien separados entre sí, son grandes, redondos, oscuros y vivaces. Su expresión es alerta pero afectuosa, con lo cual denota un alto grado de inteligencia y perspicacia.
Orejas: están implantadas en la parte superior del cráneo y casi en los bordes, incrementando de ese modo la apariencia de cabeza cuadrada. Son triangulares y no muy grandes y se presentan. En algunos países se amputan.
Depresión naso-frontal (stop): está bien definida.

Mandíbulas: los maxilares son anchos y cuadrados, con bastante prognatismo inferior y mordida regular. Los dientes son cortos y regulares.
Cuello: es un poco arqueado y sostiene la cabeza con elegancia, uniéndola a hombros de forma nítida y elegante. La longitud del cuello le da una imagen de equilibrio y proporción a todo el cuerpo.
Pecho: es profundo y ancho. Las costillas están bien ceñidas y se extienden hasta el lomo.
Espalda: corta, le da al cuerpo cierta forma cuadrada. La grupa se inclina hacia el nacimiento de la cola dibujando una leve curva.
Miembros anteriores: están algo separados entre sí y poseen huesos rectos. A veces presentan espolones, que en algunos países se amputan. Los hombros son inclinados y están bien extendidos hacia atrás, lo cual permite al animal moverse con elegancia. Los antebrazos y brazos son verticales y firmes. Sus codos rectos, no se desvían hacia dentro ni hacia fuera.

Miembros posteriores: poseen osamenta fuerte. Las piernas son fuertes y musculosas. Las rodillas están bien anguladas y los corvejones son rectos y forman ángulos muy definidos.
Pies: tanto los delanteros como los traseros son pequeños, redondos y compactos. Poseen unos dedos bien curvados y con uñas cortas. Rectos, no se desvían hacia dentro ni hacia fuera.
Cola: de inserción baja, es corta (no suele superar 1/4 de la distancia total entre su punto de implante y el corvejón) y delgada, afilándose gradualmente hacia la punta. Puede ir recta o bien en forma de tirabuzón, pero no elevada por encima del dorso.
Piel: tersa y pegada al cuerpo.

Pelo: su pelaje es corto, fino, liso y brillante, es de color atigrado, negro con marcas blancas o color “foca” (seal), es decir, negro con cierto matiz rojizo.
Color: los ejemplares de esta raza pueden tener el manto atigrado, de color «foca* (negro con cierto matiz rojizo si se observa con luz solar), o negro con manchas blancas, pero sean del color que sean, siempre suelen presentar una lista blanca entre los ojos que baja desde el cráneo y llega hasta el hocico, y una gran marca blanca en la zona delantera del pecho.
Movimiento: el Boston terrier avanza con paso seguro. Las extremidades delanteras y traseras se mueven hacia delante en línea recta y con ritmo perfecto, de modo que cada paso denota gracia y poder.
Clasificación FCI: FCI n.° 140 grupo 9: perros de compañía. Sección 11: Molosoides de talla pequeña.

Cachorro de Boston Terrier

Si estás pensando en comprar un cachorro de Boston Terrier, o mejor aún adoptarlo, existen una serie de cosas que debes tener en cuenta. Es una mascota que con la educación adecuada es idóneo para estar con toda la familia, especialmente con los niños.

En realidad, más que estarse todo el tiempo al aire libre, este perro prefiere pasar la jornada en el interior de la casa, junto a su familia, situación en la que se muestra muy tranquilo y feliz, ya que es un poco friolero. Aun así, aunque la vida como perro urbanita es ideal para él, también necesita complementarla con algo de ejercicio, ya que su exceso de energía y de vitalidad debe encontrar salida para que no se estrese ni padezca ansiedad.

Esta raza disfruta desempeñando actividades deportivas como agility, flyball u obediencia. Por tanto debes tener la seguridad que podrás facilitarle la realización de ejercicio regularmente.

Educación y adiestramiento del «Gentelman americano»

Es imperdonable que se deje perder el temperamento noble y divertido del Boston terrier. Lo único que la raza necesita para estar equilibrada mentalmente y comportarse como una mascota educada y sociable es tener un buen referente humano. Un líder que sepa ejercer el liderazgo de la manada de manera natural y tranquila, sin necesidad de emplear nunca la fuerza o la violencia sino simplemente aplicando la lógica y una forma de actuar coherente y constante.

Si se lo ha adiestrado de forma correcta y se lo ha sometido a un buen proceso de sociabilización, este can se convierte en un cómplice perfecto para los niños, pues es muy cariñoso con ellos, muy juguetón e incluso defiende a los más pequeños ante los enfados de sus padres.

La única precaución que hay que tomar cuando se deja que los niños manipulen a esta mascota es enseñarles previamente a ellos cómo deben tratarla para no hacerle ningún daño, haciéndoles entender que se trata de un ser vivo que merece ser respetado, cuidado y querido.

El Boston terrier suele mantener una relación más que cordial con otros perros así como con mascotas de diferentes especies. No se conocen casos generalizados de agresión. De hecho, como no es un perro dominante en exceso, esto facilita mucho la relación social que mantiene con sus congéneres.

Por otro lado, con las personas extrañas también acostumbra a mostrarse afable y confiado, aunque hay ejemplares que pueden ejercer de buenos guardianes y advierten a la perfección de la presencia de personas o ruidos extraños. A pesar de que, como se ha señalado, sabe avisar de los peligros, en general el Boston terrier no se puede calificar de raza ruidosa y se adapta muy bien a vivir en cualquier parte, tanto en el campo como en un entorno plenamente urbano.

Otra de las labores en que se ha empleado mucho al Boston terrier, en especial en Estados Unidos, es la de perro de terapia, dada la gran y conocida afinidad que este perro establece con las personas. Y, asimismo, éste es también un buen perro de caza, sobre todo para el control de roedores, aunque cada vez se lo utiliza menos para estos menesteres.

Alimentación del «Gentelman americano»

El Boston terrier es muy propenso a la obesidad. Por lo tanto, hay que tener un cuidado especial en no sobrealimentarlo, procurándole una dieta rica en nutrientes que mantengan en forma su musculatura y con el correcto nivel de grasas necesarias para su piel, pelo, ojos, etc., pero sin un aporte extra o innecesario de calorías.

Lo fundamental es evitar, en la medida de lo posible, que el animal caiga en la obesidad, especialmente en las etapas de cachorro y en la vejez. Periodos en los que un estado de sobrepeso puede ser el desencadenante de otras enfermedades más graves y penosas de tipo cardiovascular y articular.

Salud y enfermedades del Boston Terrier

A la hora de dedicar a este perro a alguna actividad que implique alto nivel de ejercicio o de esfuerzo físico, hay que tener en cuenta sus limitaciones o posibles problemas respiratorios. Es algo bastante usual en razas como ésta, que tienen un hocico ancho y muy corto. Estas dificultades para respirar se ven incrementadas también si el animal vive en zonas muy calurosas.

No obstante, el Boston terrier se suele calificar como un animal sano y buena muestra de ello es su alta longevidad, situada como media por encima de los 15 años, además de que son muy habituales los casos de ejemplares que sobrepasan con creces esta edad.

De hecho, la mayoría de los problemas de salud que suele padecer esta raza están estrechamente relacionados con su peculiar conformación física, como es el caso de las consabidas dificultades respiratorias. También sus particulares ojos, grandes, saltones y redondos, están predispuestos a la aparición de diferentes afecciones oculares, como cataratas, entropión, glaucoma, distrofia, etcétera.

Muchas de las cuales son hereditarias, por lo que es imprescindible eliminar de la crianza a los reproductores afectados o portadores de ellas, ya que de este modo se irán erradicando poco a poco. Sordera, luxación de rodilla, enfermedades cardiacas y tumores cutáneos son otras de las enfermedades que a veces aparecen en esta raza, aunque lo cierto es que se dan en mucha menor medida.

Asimismo, al tratarse de una raza con una cabeza bastante grande y una pelvis estrecha, en muchas ocasiones los partos son dificultosos, por lo que es muy probable que la mayor parte de los casos terminen en cesárea. Otro de los “inconvenientes”, más que afección, de los que a veces se quejan sus propietarios, es que este can muestra una gran tendencia a roncar mientras duerme, algo que a veces puede llegar a resultar muy molesto.

Pero en realidad el mayor problema de salud del Boston terrier es la obesidad, ya que esta raza gana peso con mucha facilidad. Así, además de someterlo a las dosis regulares de ejercicio que necesita para estar en buena forma física y quemar los excesos de energía.

La mejor manera de controlar la salud de este perro es, como ocurre con prácticamente todas las razas caninas, actuar de manera preventiva, es decir, acudiendo con regularidad a la consulta veterinaria. Allí se establecen las rutinas que deben seguirse para fortalecer la salud del animal y detectar cualquier posible problema que aparezca.

En primer lugar, se deben cumplimentar los pertinentes programas de vacunación y las revacunaciones anuales contra las enfermedades más comunes o contra otras de carácter estacional (como la tos de las perreras), ligadas a las circunstancias del animal (como la del herpesvirus para hembras gestantes) u obligadas por ley (como sucede con la rabia).

Asimismo, todo programa de vacunación debe estar complementado con otro de desparasitaciones internas y externas que actúen contra las infestaciones parasitarias. Ya, que éstas pueden servir como vectores de enfermedades muy serias o pueden conllevar la inefectividad de las vacunas administradas al reducir la respuesta del sistema inmunitario a las mismas.

Por otro lado, el veterinario también tiene que ser el encargado de revisar el estado de la boca y la piel del animal, así como de los oídos, en especial desde que la práctica del corte de orejas se está haciendo cada vez menos común, pues ya son muchos los países en que está incluso prohibido legalmente.

El control del desarrollo y del peso del perro son otros de los cometidos que debe llevar a cabo el veterinario, para evitar la tan temida obesidad, así como realizar una exhaustiva vigilancia, constante y profunda, del cuidado de los ojos, algo necesario dado que éste es, como se ha visto, uno de los puntos más débiles de la raza.

Cuidados específicos de la raza Boston Terrier

En referencia al cuidado estético de este perro, las actuaciones que deben llevarse a cabo son muy fáciles y sencillas. Gracias a su pelaje corto y liso apenas necesita más que un cepillado una vez por semana. Esto con la ayuda de un cepillo de cerdas naturales y una gamuza.

Asimismo, conviene bañarlo solo cuando esté realmente sucio, teniendo siempre la precaución de secarlo muy bien. No hay que dejarlo húmedo a la intemperie, pues es bastante friolero. Es interesante aprovechar este momento del baño para revisar el estado de las uñas. Y, si se considera necesario, recortarlas con cuidado, sin llegar nunca a la parte carnosa.

Son, por tanto, muy pocos los cuidados que exige la tenencia de esta raza, la cual, a cambio, ofrece muchísimas compensaciones y alegrías. Se trata de un animal muy vital y divertido, cariñoso hasta el punto del empalago y muy equilibrado. Hará las delicias de los más pequeños de la casa y se convertirá en la mascota perfecta. Con ella podrás salir a practicar ejercicios al campo, o jugar en el parque o jardín.

Ver el origen de la raza Boston terrier

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