Se cree que los ancestros del actual Weimaraner, eran los sabuesos de color gris que formaban parte de las jaurías de los reyes de Francia. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos el origen e historia de la raza Braco de Weimar o Weimaraner.
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Origen raza Weimaraner
Respecto a la historia de esta raza de perro de muestra, el Weimaraner original apareció a principios del siglo XIX. Aunque en la pintura de la escuela flamenca del siglo XVII, ya existían representaciones de unos perros muy parecidos a éste.
Se cree que los ancestros del actual braco de Weimar, nombre con el que también se conoce a este braco, eran los sabuesos de color gris. Que formaban parte de las jaurías de los reyes de Francia. Por lo que algunos cinófilos galos polemizan con sus colegas alemanes acerca del verdadero origen nacional de la raza.
Lo que parece innegable es que buena parte de la sangre del braco de Weimar actual procede de linajes de sabuesos, especialmente del más reconocido de todos ellos, el perro de Saint-Hubert o bloodhound.
A fin de aligerar la pesadez de estos sabuesos de gran tamaño no solo se produjeron diversos cruces con otros sabuesos franceses menos fuertes, sino que se introdujo además la sangre del pointer inglés. Lo que resultó un factor decisivo en la transmisión de habilidades para la muestra de la caza.
Dentro de esta raza existen dos variedades en función de la longitud de su pelaje. Así, junto a los ejemplares de pelo corto, que son los más habituales, también es posible encontrar una variedad de pelo largo. Originada por el cruce, en algún momento de su desarrollo, entre los incipientes bracos de Weimar y algunos bracos alemanes de pelo largo.
Estos weimaraners de pelo largo eran muy apreciados por los cazadores que vivían en zonas con humedales y para la caza de ánades. Su afición por el agua y su habilidad para el cobro son significativamente mayores que los de su hermano de pelo corto.
A pesar de ello, hoy día esta variedad sigue siendo considerada como una rareza canina por su escasa popularidad e implantación. Ha sido precisamente esta escasez de la variedad la que ha provocado una gran heterogeneidad en el tipo sin que se haya conseguido alcanzar un nivel estable de calidad.
No obstante, cuando aparece un ejemplar de pelo largo hermoso y representativo es siempre objeto de atención por parte de los aficionados y especialistas de la raza debido a su elegancia y delicadeza. El criador más famoso de esta bella raza de perros rastreadores y de muestra de color gris fue el duque de Weimar, quien acabó dándole nombre.
Éste, junto con otros nobles de su corte, era muy aficionado a la caza y a todo lo relativo a la vida en el campo, por lo que pasaba largas temporadas entregado a su gran pasión. En la zona donde se desarrolló esta raza era común la caza mayor, por lo que el braco de Weimar encontró una rara especialización entre los perros de muestra: la caza de animales grandes como ciervos, osos y jabalíes.
Para acometer dicha tarea, además del consabido buen olfato, acentuado por la sangre de sabueso, la perseverancia y rapidez en la búsqueda, y la habilidad para señalar dónde se encontraban las piezas, era imprescindible que tuviera un temperamento fuerte, valiente y aguerrido.
Desconocido en otros perros de muestra, ya que en ocasiones debía enfrentarse a enemigos muy peligrosos. Así pues, un buen ejemplar tenía que disponer, indefectiblemente, de una excelente capacidad para el rastreo, mucha velocidad y gran valor y resistencia.
Los programas de cría iniciales tuvieron en cuenta estas necesidades y, dado que durante años la raza fue desarrollada prácticamente en exclusiva por los nobles de la corte de Weimar, se logró un gran trabajo. En cuanto al color, un gris que no existe en ninguna otra raza, parece ser que surgió casi por casualidad y que después se fijó hasta convertirse en la seña de identidad del braco de Weimar.
Con el objetivo de asegurar la continuidad de la raza según las pautas marcadas por los primeros criadores, se fundó un club oficial. Una práctica que estaba muy en boga en Alemania para todas las razas caninas consideradas nacionales.
Este club solo permitía criar a los socios y registraba todas las camadas. De modo que se podía controlar muy bien la evolución de la crianza, tratando de compensar defectos y potenciar virtudes mediante el ajuste de los programas a las necesidades de cada momento.
No todo el mundo podía pertenecer al club, pues éste estaba controlado por miembros de importantes familias de la zona. El ingreso en él era tan selecto que incluso se rechazaban de forma sistemática las peticiones que llegaban del extranjero. O bien, se les enviaban ejemplares castrados cuando se solicitaba la compra de algún perro.
A pesar de todos estos mecanismos de control, la raza se fue refinando en sus formas y en su temperamento. En pocos años pasó de ser un sabueso ligero de rastreo y de caza mayor, a ganar habilidad y adeptos en el mundo de la caza menor y de pluma. No obstante, aún hoy algunos ejemplares muestran una extraordinaria tendencia hacia la caza mayor y pueden ser algo obsesivos con otros perros u otros animales. Sobre todo si no han sido bien sociabilizados.
Más adelante, el estallido de las dos guerras mundiales supuso una dura prueba de supervivencia para el braco de Weimar. Así como, para el resto de razas caninas alemanas, pero también le brindó la oportunidad de darse a conocer al exterior en un mundo tan cerrado.
Las primeras importaciones a Inglaterra y a Estados Unidos datan de la década de 1920 y, tras un pequeño parón, se reanudaron con más fuerza en 1945, una vez acabada la segunda contienda. Más tarde, también en España y en Suramérica.
En la actualidad, ésta es una de las razas de muestra más populares, y gracias a su espectacular belleza es fácil ver a un Weimaraner en lo más alto del podio en las exposiciones caninas de mayor importancia internacional. En cambio, su presencia en la caza es menos habitual, y se sigue manteniendo como una opción para los puristas, verdaderos conocedores de la raza y de sus aptitudes, que no dudan en tener a alguno de estos animales entre sus auxiliares cinegéticos.
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