Si tienes una gata hembra, te preguntarás cómo saber si mi gata está en celo o alzada. Este período es importante para las felinas y debes saber qué hacer en cada momento. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos todo acerca del celo en las gatas: síntomas, cambios de comportamiento y físicos, cuándo tienen el celo y cómo evitarlo.
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Qué significa que una gata tiene el celo
Por definición, se dice que una gata entra en celo cuando está en el período fértil de su ciclo reproductivo y está en ovulación. Por lo tanto, va a querer buscar una pareja, es decir, un gato macho que la monte para procrear. Por este motivo, están receptivas sexualmente y poder quedarse embarazadas.
Cuándo entra en celo una gata
Normalmente, las gatas entran en celo en primavera, pero se puede alargar hasta el otoño. La luz del sol y que los días comienzan a ser más largos, favorece e influye que las gatas estén en celo. Y aunque esta es la norma general, pueden haber excepciones y tu minina puede ovular en otros meses.
Cuándo tienen las gatas el primer celo
Si tu joven mascota felina es muy pequeñita y nunca ha entrado en celo, debes saber que es muy difícil concretar una fecha exacta de cuándo va a ocurrir el primer celo de nuestros gatos. Pero usualmente esto ocurre durante los primeros seis a ocho meses de edad. Al final de este artículo, tienes más información sobre este aspecto.
Cómo detectar si una gata está en celo
Cuando tu animal entre en celo, experimentará una serie de síntomas, cambios de comportamiento y algunos cambios físicos que te harán conocer que, efectivamente, está en ese período. Vamos a verlos con detalle:
Cómo saber si está en celo por su comportamiento
A continuación puedes encontrar una lista de los cambios de comportamiento que puede tener tu gata cuando está en celo o alzada. No importa si no eres un experto en gatos, si observas o detectas alguno o varios de estos síntomas, no tengas duda que su gatita puede estar en período de celo.
Maullan constantemente
El primer cambio que vas a notar es que su gata va empezar a maullar insistentemente. Esto lo hace para atraer la atención de los gatos machos. Tal vez este sea el cambio de comportamiento de una gata en celo más molesto, ya que pueden llegar a ser muy insistentes.
El maullido lo realizan con gran potencia, en un tono muy elevado y de forma muy repetitiva. En ocasiones puede parecer hasta que sea un fuerte quejido. Al ser animales de alta actividad nocturna, lo hacen con mucha más intensidad por la noche.
Están muy mimosas
Otra de las señales de que una gata está en celo es que se vuelven especialmente mimosas o cariñosas. No importa si tu mascota ya lo era, aún lo será mucho más. Por no hablar de las que tienen un carácter arisco, el cambio es espectacular. Esto se traduce en frotamientos constantes con su amo o dueño. Constantemente buscan contacto físico y recibir caricias y mimos. En resumen, vas a notar que ella está mucho más cariñosa de lo habitual y ronronea mucho.
Quieren escaparse
Otro de los cambios que van a notar, especialmente si su gatita vive en el interior de tu casa, es que probablemente va a intentar desesperadamente salir de la casa. Aunque esto no sucede en todos los casos, es cierto que la gran mayoría de las gatas durante el celo intentar escaparse. ¿Por qué?, muy sencillo: intentan encontrar algún gato que las monte.
Por lo tanto, es muy importante que en estos casos tengas mucho cuidado de no dejarla salir, especialmente si siempre ha vivido dentro de casa. Así, recuerda que si tu gata entra en etapa de celo, trata de mantenerla dentro, especialmente si no quieres que quede embarazada. También podría comer algo en el exterior que le siente mal.
Posición de monta
También vas a notar que con mucha frecuencia que tu gata en período de celo se va a poner en una posición en la cual el lomo está hundido y las patas traseras están levantadas. Puede parecer una postura de sumisión, pero no lo es. Por ejemplo, mientras acaricias a tu felina mascota, puede que baje la cabeza y el lomo, levante la parte trasera y ladee la cola, dejando a la vista sus genitales. Esta postura se denomina posición o postura de monta.
Se frotan con todo
Otro de los cambios de comportamiento de una minina en celo muy característica es que vas a notar que ella va a querer frotar su cuerpo por todas partes. Ya sea en paredes, esquinas, muebles, el piso, en la alfombra, en ti…, en definitiva, en cualquier sitio que sea posible. Esto lo hacen para intentar impregnar su olor de gata en celo o alzada en el mayor número de lugares posibles, esperando que si pasa un gato macho la pueda oler y saber que existe una gata sexualmente receptiva muy cerca.
Pérdida de apetito
Por último, tenemos la pérdida de apetito en las gatas en periodo de ovulación. No sucede en todas, pero sí que es verdad que en algunas mininas las ganas de comer o alimentarse disminuye en el ciclo de celo. No confundir este comportamiento con el de una gata celosa.
Cómo saber si está en celo por cambios físicos
Aparte de los cambios de comportamiento que hemos explicado en el apartado anterior, se pueden detectar un par de cambios físicos que experimentan las gatas en celo. Uno es muy fácil de descubrir y el otro, en cambio, tendrás que poner un poquito más de atención.
Se lamen mucho los genitales
En el periodo de tiempo en el que una gata entra en celo, su genitales suelen experimentar una cierta inflamación o hinchazón. Por este motivo se pueden ver fácilmente, ya que aumentan ligeramente de tamaño. Este hecho no deja de ser algo que representa cierta “molestia” a los gatos hembra, por lo que es muy habitual verlas lamiéndose sus órganos sexuales y las áreas cercanas con bastante frecuencia.
Olor fuerte de su orina
Durante el celo de una gata, su orina cambia notablemente de olor, volviéndose mucho más fuerte de lo habitual, muy parecido al del amoniaco. De hecho la composición química del orín durante el celo es muy diferente, habiendo en ella una gran cantidad de feromonas que atraerán a los gatos machos.
También se dan casos que incluso algunas hembras empiezan a orinar fuera de su cajón de arena, marcando las paredes o los muebles con sus orines. Es su intento de indicar su disponibilidad para reproducirse mediante sus feromonas.
Cómo es el celo de las gatas
Al contrario de lo que sucede con las perras, las gatas en celo no sangran durante su ciclo. Por lo tanto, si tu mascota está sangrando por sus genitales, algo que no es el celo le está sucediendo, por lo que debes acudir rápidamente al veterinario.
El celo en las gatas se divide en 4 fases:
- Proestro: en esta fase la gata muestra un comportamiento de celo. Atrae al macho, pero no deja que la monte
- Estro: es la fase que se conoce como celo, propiamente dicho. La hembra se deja montar por el macho. Los comportamientos de celo, como maullidos y resfregones se hacen más evidentes.
- Diestro: es la fase entre un Estro y otro.
- Anestro: es la fase de reposo.
La etapa de celo en las gatas tiene una duración aproximada de entre 7 y 10 días. Por lo tanto, en la época del año adecuada, pueden incluso tener el celo repetidamente (si no han sido montadas) cada 2 o 3 semanas.
Debes saber también que las gatas domésticas son mucho más propensas a tener más ciclos de celo que las que viven salvajes o al aire libre. Esto se debe a que en el interior del hogar, suele haber más luz y una temperatura más acogedora que en el exterior.
Cómo evitar el celo en las gatas
Cómo has podido comprobar al inicio, una gata en celo puede resultar bastante molesto y requiere mucha atención. Además existe el peligro que se quede preñada sin tu quererlo. Por ello, si no quieres que tenga crías nunca, lo mejor es esterilizar a tu mascota.
Es cierto que existen fármacos que tu veterinario te puede recetar para evitar los síntomas del celo en tu gata. Pero pregunta e infórmate bien, ya que en algunos casos, el uso de estos medicamentos suelen conllevar más problemas que beneficios, debido a los posibles efectos secundarios.
La mejor manera de impedir que tu gata entre en esta tapa de celo es esterilizarla. Tras la esterilización, ella dejará de entrar en estas etapas de celo y se volverá mucho menos territorial. También será menos probable que marqué o rasque los muebles.
¿Los gatos macho tienen celo?
Los gatos machos no tienen un auténtico celo. Ellos pueden ser capaces de aparearse con la hembra en cualquier momento, siempre y cuando la estimulación haya sido suficiente a través de estímulos olfativos o visuales que la hembra en celo les proporcione.
A partir de ese momento, también ellos pueden empezar a llamar a su amada mediante penetrantes maullidos, mostrar inquietud e intentos de fuga, e incluso van a llegar a orinarse fuera de lugar habitual como parte de un ritual de marcaje.
Es muy importante tener mucho cuidado con nuestros gatos machos de esta temporada. Es cuando ellos empiezan a pelear contra cualquier otro gato macho que se cruce en su camino. Se pelean para proteger sus territorios y por supuesto, al pelear pueden sufrir de arañazos, mordeduras, y pueden contraer enfermedades que se transmiten a través de la saliva.
Entre ellas está la leucemia felina y el síndrome de inmunodeficiencia felina. Ambas enfermedades son incurables, por lo que hay que tener mucho cuidado con ellos.
Importante: Este artículo es meramente informativo. Siempre recomendamos que en primer lugar acudas a un veterinario de confianza con tu mascota.
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