Inteligente, silenciosa, robusta y con pocas pretensiones, la tortuga goza de la simpatía de grandes y pequeños. Pero si queremos que pase a formar parte de nuestra familia como mascota, tenemos que estar seguros de poder dedicarle cuidados y tiempo. En CurioSfera-Animales.com, te damos los mejores consejos para antes de tener una tortuga como mascota.
No te pierdas las características de las tortugas
Quiero tener una tortuga
Junto con los cocodrilos, las tortugas son unos de los reptiles más inteligentes. Efectivamente, muchas especies son capaces de reconocer a las personas que las alimentan y que las cuidan, presentándose puntualmente siempre en el mismo lugar y a la misma hora.
También son unos animales muy cabezotas y muy hábiles a la hora de encontrar el punto más débil de un terrario de tortugas, y empiezan a destruirlo precisamente por allí. Son aspectos curiosos, que tal vez nos hagan sonreír, pero sirven para demostrar que, como todas las criaturas, la tortuga tiene una personalidad propia que se debe respetar y tiene unas necesidades básicas que se deben tener en cuenta.
Dicho esto, veamos qué aspectos cabe considerar cuando se decide tener una tortuga en casa.
Dónde se pueden encontrar tortugas
Naturalmente, lo primero que pensamos es en una tienda de animales, pero en realidad quien quiera una tortuga puede dirigirse también a un criador de tortugas o visitar una de las exposiciones de reptiles que se organizan periódicamente en las grandes ciudades.
De todas formas, conviene escoger siempre animales nacidos en cautividad, porque comprar una tortuga sacada de su ambiente natural no es una buena idea: estaría estresada por el viaje, a menudo largo, desde la localidad de captura hasta la tienda y podría encontrarse con serias dificultades para adaptarse a la vida en nuestros hogares, con un clima y una alimentación completamente distintos a los de su lugar de origen.
¿Tener una tortuga terrestre o acuática?
Como puedes imaginarte fácilmente, la elección es cuestión de gusto personal, pero es conveniente recordar algunas características que pueden ayudar a la hora de decidirse.
Las tortugas terrestres son animales tranquilos y pacíficos, conocidos por su proverbial longevidad (pueden llegar con toda tranquilidad hasta los cien años), fáciles de criar en jardines y en terrarios. No requieren grandes espacios mientras tengan a su disposición zonas con sol y con sombra. Además, se alimentan de vegetales jugosos, como la lechuga, y de fruta.
A pesar de su nombre, las tortugas acuáticas no pasan toda su vida dentro del agua, sino que son anfibios, porque son capaces de vivir también en tierra, consiguiendo allí parte del alimento que necesitan. La “casita” que debe prepararse para acogerlas es algo más complicada y más difícil de limpiar. Además, no debemos olvidar que si hay algo que les molesta suelen reaccionar mordiendo.
Cuál tortuga escoger
Terrestre o de agua dulce, es importante que nuestra nueva amiga esté sana y que se encuentre bien en nuestra compañía, por lo que se deben tener en cuenta algunos aspectos que saltan a la vista simplemente observando con un poco de atención el ejemplar que queremos escoger.
- Tamaño: ante todo, las dimensiones. Es bueno evaluar su “talla” o con relación al espacio que podemos proporcionarle y también su peso: si al cogerla con la mano tenemos la impresión de estar levantando una concha vacía, o casi, quiere decir que hay algo que no funciona.
- Vitalidad: otro indicador de su buena salud es su vitalidad, que podemos comprobar mediante dos pruebas muy sencillas. Primero, si la molestamos y retira inmediatamente cabeza y patas. Segundo, cuando la colocamos sobre el dorso, intenta voltearse con decisión.
- Estado de salud: hay que comprobar también que la concha sea dura y no esté agrietada, que la nariz y los ojos estén limpios. También es importante que la piel no presente heridas y, finalmente, que la tortuga pueda caminar o nadar bien.
Qué tortugas se pueden comprar
Hasta hace pocos años no era difícil ver en las tiendas de animales distintos ejemplares de tortugas mediterráneas (llamada también de tortugas Hermann) y de tortugas griegas.
Actualmente ya no es así: estas especies están protegidas y ya no es posible capturarlas, por lo que se importan tortugas terrestres de distintos orígenes. Hoy en día las que se venden más son las Terrapene carolina (tortuga de concha común) y la Terrapene ornata (tortuga de concha adornada).
¿Tortuga macho o hembra?
Hay que empezar diciendo que distinguir bien el sexo de una tortuga no es una tarea demasiado fácil. Pero saber si es macho o hembra puede ser útil, al menos por dos motivos: para evitar colocar dos machos en el mismo terrario, con el riesgo de continuas peleas, y para darle a nuestra mascota el nombre correcto.
El vendedor o el criador pueden evidentemente ayudarnos, pero quien quiera arreglárselas por su cuenta y ver si consigue acertar el sexo, puede basarse en las siguientes indicaciones generales:
- Las hembras son más grandes que los machos, a veces con los colores bastante más apagados.
- El dorso del macho es más cóncavo, mientras que el de la hembra es plano (en algunos casos incluso llega a ser ligeramente convexo).
- La cola es en el macho algo más larga y ancha en su base que la hembra.
Qué edad debería tener
Siempre es mejor escoger una tortuguita joven, pero no recién nacida (porque es aún bastante delicada): se adaptará más fácilmente a su nueva casa, no necesitará mucho tiempo para cobrar confianza en su nuevo hábitat y no será caprichosa con la comida, ya que no estará acostumbrada a ningún alimento en especial.
¿Sola o acompañada?
Como ya hemos dicho, los machos tienen la tendencia a pelear entre sí, por lo que si la decisión es la de coger varias tortugas, para no correr riesgos, conviene escoger a una pareja o bien a un solo macho, con su harén de dos o más hembras.
Por lo demás, estos animales consiguen convivir sin problemas incluso si pertenecen a especies distintas, mientras todas sean más o menos de las mismas dimensiones y tengan exigencias similares por lo que respecta a la alimentación y a la temperatura.
¿Puede mi tortuga caminar libremente por casa?
La respuesta es rotunda: NO. Las tortugas terrestres pueden dejarse en semilibertad solo si se dispone de un jardín o de un patio adecuado, del que no puedan escaparse y en los que no corran el riesgo de ser agredidas por perros, gatos u otros animales. En cambio, el suelo de una casa no es precisamente una maravilla para los paseos de nuestra mascota, estaría en medio de corrientes de aire y podría ser pisada o golpeada cuando se abriera una puerta.
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