En la actualidad, el labrador retriever es uno de los perros de raza más conocidos en todo el mundo. Entre sus características, tenemos su belleza física que se une a sus grandes dotes para el trabajo y su carácter sociable. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos todo sobre la raza labrador retriever.
Características del Labrador Retriever
El labrador es el retriever más popular en todo el mundo, y se erige como la raza número 1 en países como el Reino Unido o Estados Unidos. A su fama contribuye su extraordinario carácter, que lo ha llevado a ser una elección prioritaria para quienes buscan un perro de caza, de utilidad o de compañía. De hecho, le encanta la vida en familia y constituye un compañero ideal tanto para niños como para las personas mayores.
Respecto a su cuerpo, tiene una apariencia general de can fuerte y con unas patas traseras poderosas. El lomo es ancho y corto, cubierto de un manto de pelo corto, liso y duro especialmente resistente al agua y las inclemencias del tiempo.
Veamos con más detalle sus características físicas y cómo es el carácter del labrador.
Características físicas del Labrador Retriever
- Apariencia general: de constitución fuerte y buena musculatura, se trata de un animal muy activo que tiene un cráneo ancho, así como el pecho y las costillas, que también poseen una buena amplitud. Las extremidades son anchas y recias, y el lomo tiene la región lumbar corta y fuerte.
- Tamaño y talla: Mediano/grande.
- Altura de la cruz: entre 56 y 57 cm los machos y entre 54 y 56 cm las hembras.
- Peso: entre 28 y 30 kg los machos y entre 25 y 27 kg las hembras.
- Origen: Reino Unido.
- Cuerpo: el labrador retriever es un perro de tamaño mediano a grande, de complexión fuerte y buena musculatura. Es de estructura corporal cuadrada o levemente rectangular, ya que su longitud es igual o ligeramente mayor que la altura a la cruz. El cuerpo está cubierto por una capa de pelo corto, duro y liso muy resistente a las inclemencias del tiempo.
- Cabeza: bien modelada, enjuta y con las mejillas poco carnosas, tiene el cráneo ancho y un stop pronunciado. El hocico es poderoso y acaba en una trufa ancha.
- Cráneo: Es amplio, sin ser tosco, y no presenta pómulos carnosos.
- Hocico: Poderoso, es ancho y profundo, sin ser afilado.
- Trufa: Es amplia y con las fosas nasales bien desarrolladas. Es de color oscuro o negro, excepto en los ejemplares de color chocolate, en los que armoniza con el manto en color marrón.
- Ojos: son de tamaño mediano, están bien colocados y expresan gran inteligencia y un temperamento bonachón. Son de color castaño o bien avellana.
- Orejas: implantadas bien hacia atrás, las orejas del labrador retriever son de tamaño mediano, en forma de «V», no muy gruesas y cuelgan pegadas a la cabeza.
- Depresión naso-frontal (stop): está bien definida.
- Mandíbulas: son poderosas y están armadas de dientes fuertes. La mordida es en tijera perfecta, regular y completa.
- Cuello: de tamaño mediano, bien perfilado, robusto y poderoso.
- Pecho: amplio y profundo, cuenta con costillas bien arqueadas.
- Espalda: Está bien nivelada.
- Miembros anteriores: están dotados de huesos fuertes y son muy rectos. Los hombros y los omoplatos son largos e inclinados. Sus antebrazos y brazos son poderosos y rectos.
- Miembros posteriores: están bien desarrollados. Las piernas son fuertes y musculosas. En sus rodillas, la articulación entre el fémur, la rótula y la tibia está bien angulada. Los corvejones son bajos y bien angulados, vistos desde atrás se observan paralelos.
- Pies: tienen forma redondeada, son los llamados pies «de gato», y están provistos de dedos separados y bien arqueados, y de almohadillas muy desarrolladas.
- Cola: es muy gruesa en la base, se afina de forma gradual al acercarse a la punta. Es de tamaño mediano y, a pesar de estar bien cubierta de pelo corto, grueso y denso, no presenta flecos. Tiene apariencia de ser redonda, la tradicionalmente llamada «de nutria». La suele llevar levantada con porte alegre, pero sin llegar a enroscarla sobre el lomo.
- Piel: es flexible y húmeda.
- Pelo: de doble capa, posee un subpelo denso muy resistente al agua. Bastante denso, el manto externo es corto y liso, sin presentar ondulaciones ni flecos.
- Color: hay tres posibles mantos en función del color negro, chocolate y amarillo, y este último presenta variaciones que van del crema claro al rojo zorro. Muchos ejemplares presentan una pequeña mancha blanca en el pecho.
- Movimiento: el labrador retriever se mueve con desenvoltura y cubre bastante terreno en su avance Las extremidades anteriores y las posteriores se desplazan en planos paralelos respecto al eje del cuerpo.
- Clasificación: FCI n.° 122 – CLASIFICACIÓN FCI GRUPO 8 – Perros cobradores de caza, perros levantadores de caza y perros de agua. Sección 1 Perros cobradores de caza.
Carácter del Labrador Retriever
Se trata de un perro amistoso, alegre y encantador, con muy buen temperamento y fácil de entrenar. Siempre se muestra devoto con su familia y está adornado con una cualidad típica de todos los retrievers, su deseo de agradar, también conocido como will to please.
Éste es un perro de familia ideal, ya que se adapta muy bien a cualquier circunstancia y además se lleva bien con otros perros y casi con cualquier otro animal. No es raro ver a algún ejemplar compartiendo su tiempo con gatos y hasta con hámsters, el único secreto es introducir al perro en la relación con dichas mascotas desde muy pequeño.
Esta raza se caracteriza por comportarse durante gran parte de su vida como si fuera un eterno cachorro, lo cual lo hace ser un compañero divertido y simpático con el que apetece compartir cualquier actividad. Durante los primeros meses de vida es curioso y temerario, por lo que es fácil que se meta en más de un problema si no se lo tiene bien controlado. Adora a la gente y no le importa si los conoce o no, pues considera que todo el mundo es su amigo y así lo demuestra de manera impulsiva.
Por esa razón, conviene tener cuidado cuando se produzca el acercamiento de un ejemplar joven con niños y ancianos, ya que en su afán por darles la bienvenida y recibirlos con cariño puede provocar un susto o incluso un daño innecesario y, desde luego, nunca intencionados.
- Energía: nivel alto. Muy activo, necesita correr a sus anchas para gastar toda su energía y desarrollar su musculatura con ejercicios diversos y vanados. Adora el agua.
- Temperamento: tiene un carácter excelente y es cariñoso, entregado y muy activo. Inteligente y devoto compañero, posee una fuerte voluntad de complacer. Cuenta con un comportamiento que se adapta con facilidad a cualquier circunstancia y es un compañero leal y fiel Inteligente, vivaz y dócil, en el trabajo hace gala de un excelente olfato y una fuerte voluntad de complacer a su amo. Cobra con delicadeza, es ágil y no muestra señales de agresividad ni de timidez.
- Adaptabilidad: muy alta. Puede amoldarse a la vida en ciudad, siempre que disponga de jardín o pueda salir a correr al aire libre. Le encanta la vida en familia.
- Sociabilidad: muy alta. Muy afectuoso y cariñoso con la familia, es cordial y bonachón con los extraños Se lleva bien con otros animales, sean o no perros.
- Salud: buena. Puede desarrollar alguna displasia.
- Longevidad: alta. Vive entre 12 y 15 años.
- Utilidad: muy versátil. Perro de compañía y de caza pero también de utilidad: lazarillo, perro guía, terapia, rescate, detección de drogas, etc.
- Utilización: Perro cobrador de caza.
- Otros nombres: Retriever du Labrador.
Todavía son muchos los labradores que se dedican a la caza; de hecho, en los países donde son más populares, como el Reino Unido, Estados Unidos o Francia, puede decirse que la mitad de los ejemplares de la raza se destina a sus propósitos originales.
Y aunque con los años se ha producido una diversificación en el tipo dependiendo de la función a la que se destina el animal (los perros de trabajo son más ligeros y rápidos, mientras que los de compañía y belleza tienen más sustancia, más hueso y un mayor tamaño), hay algunos criadores que han conservado algunos perros que están a medio camino entre ambos tipos. Y, que mantienen, así, tanto las virtudes temperamentales como la belleza.
En los últimos años, se ha generado una corriente de preocupación entre los aficionados a la raza, que ha llevado al convencimiento de que es necesario hacer converger todas las características (trabajo, belleza, compañía, utilidad…) para volver a un tipo unificado. Y, evitar que la raza se divida definitivamente.
A pesar de todo ello, aún son muchos más los ejemplares que pasan su vida como simples animales de compañía o desarrollando otras funciones bien diferentes, ya que su ductilidad y su capacidad de aprendizaje los hace ideales para cualquier menester, excepto para aquellos deportes o trabajos en los que se requiera una dosis de agresividad, pues ésta les es totalmente ajena. Así, aunque se ven individuos aislados llevando a cabo labores de guarda y protección, se trata más de hechos anecdóticos que de funciones propias de la raza.
Sí resulta muy fácil verlos cumpliendo al máximo nivel como perros de utilidad en el rastreo de explosivos, la detección de narcóticos o la búsqueda de heridos y muertos entre los escombros en las catástrofes. Tampoco se les da nada mal el agility y el flyball, aunque algunos perros pueden resultar un poco lentos para participar en competición.
Una de sus funciones más tradicionales, no obstante, es la de perro guía para personas invidentes, pues, junto con el pastor alemán, fue la primera raza que se empleó para tal fin. En España, por ejemplo, ésta es la raza que la Fundación ONCE del Perro Guía utiliza preferentemente en sus programas de educación desde hace muchos años con unos resultados espectaculares.
Sin embargo, en la actualidad ha perdido algo de protagonismo frente al golden retriever y, en especial, frente al cruce de éste con el propio labrador. Dado que, el golden es más tranquilo y reservado, cualidad importante porque lo último que debe hacer un perro lazarillo es meter a la persona a la que guía en algún lío. El labrador es amigo de todos y se puede despistar ante las caricias de un extraño o por la incitación al juego de otro perro, pero a su favor, no es tímido ni temeroso, circunstancias que se dan con más frecuencia en el Golden.
Tal vez por eso, en Rochester, Estados Unidos, sede de la escuela de perros guía más antigua del mundo, se empezó a trabajar hace años con el cruce de ambas razas, habiendo conseguido resultados excepcionales. Por lo que hoy en día se imita dicha selección en otros lugares del mundo. Otra labor en la que destaca esta raza es como perro de auxilio a gente con alguna incapacidad; trabaja a la perfección con personas sordas, parapléjicas y afectadas por otras minusvalías.
Una vez acoplado a su persona de referencia, el binomio entre ésta y el can se convierte en casi perfecto. Son muy pocos los casos de perros que deban dejar de hacer su función por problemas en la ejecución o falta de entendimiento con la persona auxiliada.
En Italia y en otros países europeos se lo utiliza con magníficos resultados como perro trufero, pues es una de las razas más glotonas que existen y si algo resulta sencillo con estos canes es enseñarlos a buscar comida. De hecho, en general se lo puede destinar a cualquier cosa, pero con seguridad su papel estrella lo tiene como un miembro más de la familia, pues es la elección perfecta para parejas que tienen niños, para quien vive solo, para personas mayores… en definitiva, para todos.
Cachorro de Labrador Retriever
Si estás pensando en comprar un cachorro de labrador o, mejor aún, si estás pensando acogerlo en adopción, debes saber que los cachorros de labrador retriever son muy curiosos y juguetones, a la vez que mimosos y cariñosos, y ese carácter lo conservan durante toda su vida, convirtiéndose así en “juguetes” ideales para los niños. Al labrador retriever le encanta relacionarse con otros animales. Cualquier nuevo amigo es para él una oportunidad más de divertirse y jugar.
Además, los individuos ya adultos de esta raza son amorosos y muy delicados con sus cachorros, a los que cuidan con un mimo y una ternura extraordinarios. Este mismo trato exquisito es el que ofrecen a los miembros de su “familia humana”, por lo que constituye un perro de compañía excepcional, sobre todo si tienes niños en casa. Pero los propietarios de un ejemplar de labrador retriever deben ser conscientes del alto nivel de energía de su perro.
Deben comprometerse por ello a facilitarle las dosis de ejercicio necesario para que se mantenga ágil, fuerte y sano. Así, las salidas al campo o al aire libre son, sin duda, la opción ideal.
Educación y adiestramiento Labrador Retriever
La educación en las primeras etapas de su vida es esencial para garantizar que de adulto sea un perro equilibrado, sociable y al que se pueda llevar a todas partes.
Aprende con gran facilidad las rutinas higiénicas. De hecho, algunos cachorros ya no se hacen sus necesidades dentro de casa cuando abandonan la camada, y también es fácil enseñarles cuál es el sitio donde deben dormir o pasar las horas en las que tengan que estar solos. Es muy importante fijar unas costumbres desde el primer día en que el cachorro llega a casa y no cambiarlas o ceder a los requerimientos del perro a la primera de cambio.
De esta manera, en pocos días el perro asume cuál es su sitio y no tiene ningún inconveniente en pasar allí la noche o unas horas al día. Este aprendizaje por repetición es el método educativo más parecido al que emplean las madres. Hay que ser constante y consecuente, y no dar el brazo a torcer con facilidad.
El labrador es un perro muy inteligente que, además, adora estar acompañado de su familia, por lo que es muy probable que intente cualquier treta para doblegar la voluntad de su amo. Pero esto no supone un impedimento muy serio, pues en cuanto el animal advierte que sus amos son los jefes y que, además, ejercen dicho papel, asume su sitio en la manada sin plantear mayores problemas.
Por el contrario, si percibe signos de debilidad, detecta de inmediato cuáles son los puntos débiles de sus superiores, cómo atacarlos y cómo salirse con la suya, y, en consecuencia, en cuanto puede, hace uso de ello. Y, a pesar de su elevado valor como perro de utilidad, de su docilidad y de su gran capacidad de aprendizaje, como puede llegar a ser un animal muy testarudo, un ejemplar mal educado se convertirá en una fuente constante de problemas.
En materia de ejercicio, es importante iniciar al perro en largos paseos sujeto con correa desde que es muy pequeño, ya que es un perro fogoso, alegre y muy sociable, además de extraordinariamente fuerte. Por esa razón, hay que educarlo para que camine con correa sin tirar de ella, para que no se convierta en un animal incontrolable, sobre todo para las personas con menos fuerza física.
También es aconsejable, cuando el perro haya sentado un poco la cabeza y sea obediente, facilitarle la posibilidad de hacer ejercicio al aire libre, en grandes espacios por donde moverse. Como por lo general el labrador no abandona la proximidad de su amo aunque esté suelto, para hacerle correr es bueno tirarle juguetes, pelotas, etc.
No hace falta obsesionarse con ejercicios intensos y regulados, como puede ser correr junto a una bici o en una cinta rodante especial, la fisiología muscular del perro es diferente a la del hombre y no responde de igual forma a los mismos estímulos.
Así, la mejor manera de conseguir un desarrollo muscular armónico y tonificado es hacer que despliegue toda su gama de movimientos a través del juego, con carreras, saltos, cambios de dirección, etc. Así, además de ejercitarlo físicamente, se lo estimulará también en el plano psicológico, aumentando sus capacidades y sus posibilidades de adiestramiento.
Si al labrador no se lo dedica a la caza se pueden adiestrar en muchas otras actividades alternativas en las que enrolarlo, pues con los ejemplares de esta raza hay que actuar siempre como un binomio e intentar hallarles un entretenimiento, lo cual hará aumentar la devoción que el perro siente por su amo. De esa manera el labrador se convierte en un animal alegre, activo, obediente, afectuoso y muy feliz, características que han hecho de él una de las razas más famosas y queridas en todo el mundo.
Alimentación del Labrador Retriever
En cuanto a la alimentación del labrador retriever, se trata de uno de los puntos fundamentales, pues probablemente ésta es una de las razas caninas más glotonas.
Su afición a la comida, del tipo que sea, es tan legendaria que las grandes casas comerciales no pueden utilizarlo en los tests de palatabilidad de sus productos, ya que se comen con igual fruición un pienso de gama baja que el más exquisito de los manjares. Puede haber casos específicos de ejemplares inapetentes, pero casi todos muestran una gran reacción ante la comida, pista excelente para saber si el perro está sano y feliz.
Esta afición a la comida, no obstante, hace que ésta sea una de las razas con más casos de obesidad, problema que puede ser muy grave en una raza pesada, fuerte y de crecimiento tan rápido como ésta. La manera de controlar la voracidad es dividir la ración diaria en más comidas de lo que sería normal en otras razas.
Así, durante los primeros cuatro meses, se le debe dar de comer hasta cuatro veces al día, pasando luego a tres hasta los siete u ocho meses Y, una vez pasado este tiempo, se lo puede someter a un régimen de dos comidas hasta los dieciocho meses o incluso durante toda su vida. Aunque hay ejemplares que pueden comer una sola vez al día cuando son adultos.
De este modo, dividiendo la ración se consigue, por un lado, disminuir los periodos de ayuno y evitar, por tanto, los ataques de voracidad, y por otro, conseguir que el perro coma con más pausa, lo que repercute en mejores digestiones y en una disminución de la incidencia de las temibles torsiones de estómago.
La alimentación del labrador debe tener la composición adecuada para sus necesidades. Debe aportarle la energía y las proteínas necesarias para mantener su alto nivel de actividad. También, contar con unas grasas de calidad que le protejan la piel, los ojos y el pelo, pero que no provoquen un incremento de su peso. Algunas dietas específicas para la raza incorporan una parte de pescado en su composición, lo que garantiza unas proteínas limpias y unos ácidos grasos Omega 3 y 6 muy beneficiosos para el animal.
Salud y enfermedades del Labrador Retriever
Raza sencilla de manejar, el labrador retriever es básicamente sano, y puede vivir hasta 15 años sin grandes problemas y manteniendo casi intacta su actitud jovial. Como otros perros grandes, es propenso a padecer algunas enfermedades articulares como la displasia de cadera o de codos, pero dichas afecciones se pueden prevenir con una buena selección genética y con una alimentación equilibrada durante su etapa de crecimiento.
En este sentido, también es básico establecer unas pautas de ejercicio condicionadas a su edad y a su desarrollo desde que es un cachorro. El veterinario debe convertirse en un consejero y una ayuda a lo largo de la vida del labrador. Es conveniente visitarlo de manera regular para seguir una serie de controles pertinentes. Y, para pautar un seguimiento del desarrollo y del estado general del perro, controlando su peso durante el crecimiento para evitar problemas articulares y de piel en el futuro.
También hay que seguir a rajatabla un programa de desparasitación interna y externa. De esta manera, se protege al animal de la acción de determinados parásitos causantes de muchas enfermedades. Algunas pueden llegar a ser muy graves, como la filaría o «gusano del corazón».
Asimismo, es necesario cumplir el programa de vacunaciones establecido por la ley y por el propio veterinario. Las vacunas ayudan a formar un sistema inmunitario más fuerte, al tiempo que protegen contra algunas enfermedades víricas cuya presencia puede variar de una zona a otra.
En general, en todo el mundo se vacuna contra las enfermedades más comunes, pero después hay otras de incidencia local que requieren el mismo cuidado. También hay algunas vacunas de carácter legal, como la de la rabia, enfermedad que a pesar de estar prácticamente erradicada aún requiere de vacunación obligatoria.
Prueba de ello es que casi todos los países europeos exigen que los perros que viajen dentro de su geografía lo hagan provistos de un pasaporte canino estándar en el que se recoja la vacunación contra la rabia. En ocasiones, hay otros requisitos específicos de cada país que es preciso conocer antes de iniciar un viaje en compañía del perro.
Otro de los aspectos que hay que vigilar es la salud del pelo y la piel, ya que, debido a su constitución natural, esta raza suele ser propensa a una producción excesiva de grasa, sobre todo dentro del canal auditivo, por lo que es necesario insistir en la limpieza de los oídos del perro.
Si el perro sale mucho al campo hay que vigilar también que no se le introduzca ninguna espiga en los oídos o en la nariz, pues pueden provocar infecciones muy traumáticas. Pero una ventaja positiva de este aporte sebáceo es que aumenta la protección y la impermeabilidad del pelo, que debe estar siempre brillante y flexible.
El pelaje es más bien duro al tacto, apretado, y con un subpelo muy denso y suave. La piel es flexible y húmeda, por lo que cualquier sequedad, descamación, falta de brillo o apariencia mortecina y quebradiza del pelo debe ser revisada por el veterinario. Así, podrá determinar si se trata de un problema de piel y pelo o sí refleja alguna afección interna más seria.
Cuidados específicos del Labrador Retriever
En cuanto a la higiene, esta raza no necesita arreglo estético alguno y su pelo es muy fácil de cuidar. No se anuda nunca, pero aun así conviene cepillarlo periódicamente utilizando una carda o un cepillo de púas metálicas para llegar bien al subpelo. Durante la época de la muda (que puede llegar a ser muy abundante) se trabaja el subpelo con un rastrillo o una herramienta tipo king coat a fin de agilizar el proceso y facilitar el cambio de pelo.
Se puede dar un toque final con una gamuza de piel o un cepillo de crin suave. Así, sacar todo el brillo al pelo y dejarlo reluciente. El baño se reserva para cuando el perro esté realmente sucio. Hay que tener especial cuidado en el aclarado para no dejar ningún rastro de jabón. El denso subpelo del labrador tiende a retener mucha agua y, por tanto, también el jabón.
Durante la rutina del baño se aprovecha para controlar el estado de las uñas, cortándolas si es preciso. Hay que procurar no llegar a la parte carnosa, tarea bastante difícil en el caso de los ejemplares con uñas negras.
Ver el origen de la raza Labrador Retriever
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