Bichón Boloñés: Características y Carácter

Gracias al buen carácter y comportamiento del bichón boloñés, es un perro de compañía muy apreciado. Un animal que se caracteriza por su pequeño tamaño, pero dotado de una gran simpatía y es un auténtico amante de su familia. Por ello, es una mascota ideal y plantea muy pocas complicaciones. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos el carácter y las características de la raza bichón boloñés.

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Carácter de la raza Bichón Boloñés

Perro de compañía por antonomasia, el bichón boloñés tiene un carácter excepcional y adora a su propietario, al que sabe adaptarse en función de su estado. Es una mascota diná­mica y juguetona si éste le propone actividad. Pero a la vez, su comportamiento es relajado, tranquilo y reflexi­vo si su amo no tiene tiempo para dedicarle. Por ello, resulta un perro perfecto para las personas mayores, que llevan un ritmo de vida más pausado.

A pesar de ser un perro de compañía agradable y divertido, es más serio y formal de lo que parece, al tiempo que más calmado que otros bichones. Para quienes están acostumbrados al temperamento exuberante y extrovertido del bichón frisé, el boloñés les puede parecer más reservado e incluso un poco tímido, aunque no por ello temeroso.

En definitiva, el bichón boloñés es un animal de temperamento serio y formal. Se muestra atento, dócil y muy fiel a su amo y al entorno en el que vive. Aunque al aire libre le gusta derrochar energía, en casa es menos activo que otras mascotas de compañía, pero con una personalidad igual de cariñosa y apegada los suyos.

• Energía: Media. En casa permanece tranquilo y calmado, pero en el exterior se muestra activo, enérgico y muy vitalista.
• Temperamento: Se trata de un perro alegre, afectuoso y juguetón, pero también serio y tranquilo. Dócil, obediente y fiel, resulta fácil de adiestran
• Adaptabilidad: Alta. Se amolda a cualquier entorno y se puede viajar con él a todos sitios. No soporta bien la soledad.
• Sociabilidad: Alta. Se lleva muy bien con todos los miembros de la familia, a la que adora. No tiene problemas de convivencia con niños ni con otros animales.
• Salud: Buena. Se trata de un animal sano.
• Longevidad: Muy alta. Vive más de 15 años.
• Utilidad: Compañía. Es un perro de compañía por antonomasia.

¿Se le puede dejar solo?

Al bichón boloñés le encántala compañía de las personas y disfruta especial­mente cuando está junto a los miembros de su familia, a los que profesa una verdadera devoción. De hecho, lo que no tolera es que lo dejen solo durante muchas horas al día como algo habitual, pues es muy posible que acabe cayendo en un trastorno de ansiedad por separación.

¿Cómo se comporta con los niños y otras mascotas?

Se lleva muy bien con los niños, siempre que éstos sepan cómo deben tratarlo, y su relación con otros perros e incluso con mascotas de otras especies es bastante buena, pues no suele plantear problemas de jerarquía y raramente es él el que empieza una pelea. Además, si se lo sociabiliza de forma adecuada, tolera a la perfección la presencia de personas desconocidas.

¿Puede vivir en un apartamento o en la ciudad?

A pesar de ser un perro puramente de compañía, le encanta correr y jugar al aire libre, pues fuera de casa se transforma en un torbellino de actividad, rápido y ágil. En cambio, dentro del hogar se comporta como un perro tranquilo y muy templado que se adapta perfectamente a todo tipo de vida, de manera que es una elección ideal para familias que viven en la ciudad.

¿Es una buena mascota para las personas mayores?

Puede ser la mascota perfecta para las personas más mayores, que encuentran en él un animal de maneras edu­cadas, fuerza moderada y necesidades poco exigentes, a la vez que les supone la excusa perfecta para dar largos paseos en buena compañía. Asimismo, también resulta muy buen perro para iniciarse en el mundo canino cuando no se tiene mucha experiencia

Características del Bichón Boloñés

La apariencia general del bichón boloñés es la de un perro pequeño, de estructura cuadrada y recogida, y cubier­to de pelo de color blanco impoluto. Tiene un porte noble y distinguido. Su pelaje largo y algo desgreñado le aporta una imagen rústica y divertida.

¿Cómo es físicamente el Bichón Boloñés?

Cuerpo

Es un animal pequeño, compacto y armonioso en sus proporciones. Su estructura es más bien cuadrada, ya que la longitud del tronco es prácticamente idéntica a la altura a la cruz. Ésta apenas sobresale, por lo que la espalda, vista de perfil, es recta hasta llegar a la grupa.

Este bichón tiene los pies ovalados y cubiertos de pelo rizado. Están provistos de uñas negras y las almohadillas plantares son elásticas y oscuras. La cola está implantada en la línea de la grupa y cae dibujando una curva sobre la espalda. Es más bien corta, aunque su pelo largo y alborotado hace que parezca más larga.

Cabeza

La cabeza es de tamaño mediano, y su anchura es igual que su longitud medida desde la parte posterior del cráneo. Tiene el stop pronunciado y la trufa voluminosa y de color negro.

Sus ojos son más grandes de lo que es habitual en perros de este tamaño, pero no son ojos saltones, Situados en el mismo plano frontal, son muy redondos y de color ocre oscuro. Las orejas están insertadas altas y son largas y algo rígidas en la base. Cuelgan bastante separadas del cráneo, por lo que crean el efecto de que la cabeza sea más ancha de lo que es.

Pelaje

El pelo se encuentra en forma de mechones muy sueltos y de color blanco puro. El pelaje cubre todo el cuerpo sin formar flecos. Es brillante y largo, y le da a este perro un aire desmelenado y natural. Todo el cuerpo aparece cubierto por una capa de pelo largo, suave y voluminoso, excepto el hocico, donde el pelo es más corto. Es más bien vaporoso y en forma de mechones desgreñados.

Estándar de la raza Bichón Boloñés

• Origen: Italia.
• Tamaño y talla: Pequeño.
• Altura a la cruz: entre 27 y 30 cm los machos y entre 25 y 28 cm la hembra.
• Peso: entre 2,5 y 4 kg.
• Clasificación FCI: FCI nº 196. Grupo 9 – Perros de compañía. Sección 1 – Bichones y razas semejantes
• Utilización: Perro de compañía.
• Otros nombres: Bolognese / Bichon bolonais / Bologneser.
• Apariencia general: Pequeño y con una estructura corporal más bien cuadrada, es un perro compacto y recogido.
• Cuerpo: Tiende a ser cuadrado, ya que su longitud, medida desde el hombro hasta la nalga, es igual a la altura a la cruz.
• Espalda: Es de perfil rectilíneo, como el del lomo, y se funde armoniosa­mente en la línea de la grupa.
• Pecho: Es amplio y baja hasta el nivel de los codos; las costillas están bien arqueadas. La altura del tórax alcanza casi la mitad de la altura a la cruz.
• Cola: Está implantada en la línea de la grupa y se arquea sobre la espalda.
• Miembros anteriores: Están perfectamente aplomados y son paralelos entre sí con relación al tronco.
• Hombros: Su longitud es igual a un cuarto de la altura a la cruz y son oblicuos.
• Antebrazos y brazos: Los antebrazos tienen la misma longitud que los brazos, y éstos, a su vez, miden lo mismo que los hombros y están bien pegados al tronco.
• Miembros posteriores: Son paralelos entre sí y vistos desde atrás dibujan una línea vertical per­fecta desde la punta de la nalga hasta el suelo.
• Piernas: Son más largas que los muslos.
• Corvejones: El ángulo que forman no es muy cerrado.
• Pies: Cuentan con almohadillas elásticas, oscuras, y uñas muy duras y negras. Los pies delanteros son algo menos ovalados que los traseros.
• Cabeza: De tamaño mediano, mide lo mismo de anchura que de longitud Guarda una buena proporción con el resto del cuerpo.
• Cráneo: Ligeramente ovoide y más bien aplanado en la parte superior, es un poco más largo que el hocico. Las protuberancias de los huesos fronta­les están desarrolladas.
• Depresión naso-frontal (stop): Bastante pronunciada.
• Hocico: Es recto, con las caras laterales paralelas entre sí, es decir, no es puntiagudo. El labio superior está poco elevado y no cubre el inferior.
• Trufa: Es voluminosa y su cara delantera está sobre la vertical y sobre la misma línea del hocico, Es de color negro.
• Mandíbulas: Con arcos maxilares y mandibulares que se ajustan perfec­tamente. La dentadura es fuerte y completa, con dientes blancos y ali­neados de forma regular. Los incisivos se articulan en forma de tijera o en pinza.
• Ojos: Son redondos, con los párpados negros y pegados al globo ocular. Cuando miran de frente, no se les ve la esclerótica (la parte blanca). Los ojos están situados en un plano casi frontal y son grandes, más de lo ha­bitual. El iris es de color ocre oscuro y su expresión es dulce y cariñosa.
• Orejas: Son de inserción alta, largas y colgantes, pero más bien rígidas en la base, de manera que la parte superior del pabellón auricular se separa del cráneo, lo que hace que la cabeza parezca más ancha de lo que es en realidad.
• Cuello: Su longitud es igual a la longitud de la cabeza y no presenta papada.
• Movimiento: Es desenvuelto y enérgico. El porte de la cabeza es noble y distinguido.
• Piel: Bien firme, no presenta flacidez.
• Pelo: Cae largo sobre todo el cuerpo, de la cabeza a la cola y de la región dorsal hasta los pies; en cambio sobre el hocico es corto. Es más bien va­poroso y forma mechones.
• Color: Blanco puro, sin manchas, ni otras tonalidades de color blanco.

Educación y adiestramiento del Bichón Boloñés

El bichón boloñés es un perro muy fácil de educar y adiestrar, ya que sólo necesita un poco de dedicación y paciencia. Por ejemplo, es necesario enseñarle unas reglas mínimas de comportamiento para que sepa cómo debe comportarse en cada momento.

Pero sus dueños deben saber ser firmes con él al mismo tiempo que justos y cariñosos. No deben dejarse engañar por las maniobras disuasorias del animal o por sus tácticas de convencimiento, en las que mezcla sus actitudes más cómicas con su demanda permanente de atención. Lo que no se debe hacer nunca es tratarlo como un perrito de lujo, pues en ese caso el animal puede caer en el llamado síndrome del perro pequeño, con los problemas de com­portamiento y de actitud que ello conlleva.

Salud y enfermedades de la raza Bichón Boloñés

El bichón boloñés se encuentra entre las razas de perros más longevas, lo cual es una prueba inequí­voca de su excelente salud. De hecho, no se han descrito enfermedades de gravedad como típicas de la raza, por lo que sólo ocasionalmente aparecen algunos trastornos, como sucede en todas las razas. Por ejemplo, a veces se dan algunos problemas de piel asociados al color blanco de su pelaje y a alguna deficiencia de pigmentación.

Asimismo, como se recomienda para la mayoría de las razas pequeñas de compañía, hay que evitar en la medida de lo posible cualquier signo de enanismo, ya que esto puede traer consecuencias secun­darias serias como problemas articulares, digestivos, luxación de rodilla o bien pérdida prematura de algunas piezas dentales.

Sin ser especifico de este can, en la actualidad uno de los problemas más habituales en todas las razas caninas es la obesidad, mal especialmente extendido entre los perros que viven de forma casi exclusiva como perros de compañía.

Se debe someter a dosis de ejercicio adecuadas a su edad y condición, puesto que un sobrepeso importante incrementa de manera exponencial las posibilidades de que el perro padezca enfermedades cardiovasculares, articulares, etc.

Otra de las recomendaciones para cualquier propietario de un ejemplar de esta raza es que actué de manera preventiva. Se debe acudir con regularidad al veterinario para cumplimentar los programas de vacunación y desparasitación, interna y externa.

Estas atenciones variarán para cada animal, y cambian en función de su lugar de residencia, su edad, la etapa en la que se encuentre (cachorro, madre gestante, adulto…) o el empleo que se le dé (perro de compañía, can de exposición, etc.).

El veterinario, además, debe convertirse en la persona de referencia a la que acudir en caso de que surja cualquier problema o duda relacionado con la salud y el bienestar del perro. Asimismo, también tiene que encargarse de revisar el estado de los principales indicadores del buen o mal estado del animal, tales como la boca, los ojos, los oídos, la piel y el pelo, y llevar un estricto control de la evolu­ción de su peso en las diferentes etapas de su vida.

Alimentación del Bichón Boloñés

Con relación a la dieta que debe seguir el bichón boloñés, lo más importante es procurarle un alimento rico en nutrientes que ayuden a mantener en forma su musculatura. Asimismo, la alimentación debe proporcionarle el nivel de grasas necesario para el correcto funcionamiento de su organismo en general y de la piel el pelo y los ojos, en particular. Así, uno de los mejores consejos de salud para un bichón boloñes es mantenerlo en su peso perfecto, utilizando para ello un alimento equilibrado y sano.

Cuidados y mantenimiento del Bichón Boloñés

En cuanto al mantenimiento de su pelaje, el bichón boloñés necesita recibir un cepillado intenso cada dos o tres días para evitar la formación de nudos y enredos, usando para ello un buen cepillo de púas metálicas y un peine. Además, precisa un cepillado más rutinario todos los días, que no lleva demasiado tiem­po ya que se trata de un animal pequeño. Por otro lado, no precisa de un arreglo estético específico y formal.

El baño se le puede dar siempre que esté sucio, procurando haber deshecho previamente cualquier posible nudo y utilizando productos adecuados al pH de su piel y a la textura de su pelo.

Origen de la raza Bichón Boloñés

Esta raza comparte orígenes con el bichón maltés, y, de hecho, gran parte de su historia inicial se confunde con la de éste. Ambos descienden, por ejemplo, de los mismos pequeños perros blancos que ya el propio Aristóteles mencionaba en el siglo IV antes de Cristo.

Ya conocido en época romana, los orígenes del bichón boloñés se remontan a la Antigüedad clásica y se juntan con los de su compañero maltes, con el que comparte ascendencia, ya que ambos bichones provienen de los llamados canes melitenses, los antiguos perros portuarios del Mediterráneo.

Hay testimonios que avalan la existencia de este perro durante la época del Imperio romano, y aún antes. Pero el bichón boloñés alcanzó su periodo de máximo esplendor en la Italia del Renacimiento.

En esta época, se convirtió en el perro favorito de los Médicis, quienes hicieron de él uno de los más precia­dos regalos con el que obsequiaban a reyes y mandatarios de otros países. Es bien conocida la carta que el rey de España Felipe II escribió al duque de Aosta agradeciéndole el obsequio de dos perros y calificándolos como el regalo más grande que un emperador podía recibir.

Tiziano, Goya o Brueghel el Viejo son algunos de los pintores que retrataron en sus cuadros a miembros de la nobleza acompa­ñados por sus bichones boloñeses.

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