Una de las preguntas que más se hacen sus dueños es, ¿por qué mi perro no quiere comer? Su alimentación es una de las cosas que más preocupa con las mascotas perrunas. Y mucho más cuándo el perro ha perdido el apetito. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos las causas y soluciones para la anorexia canina.
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¿Por qué mi perro no quiere comer?
Lo primero que debes saber es que la ausencia de apetito en los perros se denomina anorexia. Existen tres tipos de anorexia canina bien diferenciados. Vamos a verlo, para poder identificar exactamente el problema y saber por qué tu perro no come:
- Anorexia verdadera: es aquella que se produce cuando un perro deja de comer hasta tal punto que ni siquiera se aproxima a su plato cuando le ponemos su comida. Generalmente esto es debido a enfermedades parasitarias o infecciosas que, obviamente, afectan seriamente al estado general del animal.
- Anorexia falsa: es aquella que se produce cuando el perro se acerca rápidamente a su plato cuando le servimos la comida, pero en cambio no la prueba. Esto es debido a que puede sufrir dolor en su boca, garganta, dientes, etcétera. Es probable que intente comer pero inmediatamente se va a quejar debido al dolor.
- Anorexia selectiva: sucede cuando el can inmediatamente acude a su tazón de comida cuando se le sirve, pero huele el alimento y se marcha sin probar bocado. Es posible que a los pocos minutos regrese, vuelva a olisquear y a marcharse de nuevo. Estamos ante la situación típica en la que al perro no come porque no le gusta su comida, ya sea pienso, croquetas u otro tipo de alimento. Incluso hay casos en que el can tumba su plato de comida.
En todos los casos, la anorexia canina siempre conlleva una pérdida de peso. Si esta pérdida alcanza el 10% del peso total del perro, es conveniente que acudas de inmediato a tu veterinario.
En caso, que la bajada de peso llegara al 20% del peso corporal total se denomina emaciación y se convierte ya en un problema grave para la salud del perro. Si continúa la disminución de peso y supera el 30% del peso corporal, se denomina caquexia y, lamentablemente, en la mayoría de las ocasiones supone la muerte del can.
Y es que, aunque la mayoría de los canes tienen buen apetito y podrían comer durante todo el día, hay muchos casos en los que por más que sus dueños lo intentan, ellos no comen. Entonces, ¿Qué hacer cuando mi perro deja de comer? Lo más importante es conocer el motivo para poder actuar y aplicar la solución adecuada.
Causas de la falta de apetito en perros
Existen varias razones o motivos por los que tu perro puede dejar de comer o perder el interés por su comida. A continuación, te vamos a explicar con detalle las principales causas:
Enfermedades
Cuando un perro está enfermo una de las primeras señales o síntomas es la pérdida del apetito. Por ello es indispensable que como primera opción lo lleves al veterinario para descartar la enfermedad como la causa. Entre muchas otras, hay muchas dolencias que pueden hacer que un perro no coma y esté triste. Por ejemplo, las enfermedades infecciosas como parvovirosis, moquillo, hepatitis, leptospirosis canina o Leishmaniosis. También parásitos como la tenia o las lombrices redondas como el ascaris y los anquilostomas.
Ha comido algo extraño
En algunas ocasiones, los perros pueden comerse cualquier cosa que encuentren, pase ante sus ojos o les llame la atención, sobre todo cuando son cachorros. Pero también cuando son adultos. Si en su aparato digestivo tienen cuerpos extraños como por ejemplo trozos de plástico o madera, piedras, trapos, ropa o cualquier cosa que vean…, puede ser motivo de vómito, malestar y de pérdida de las ganas de comer. Incluso puede llegar a padecer una obstrucción intestinal.
Vacunas
No es extraño que cuando se vacuna a un perro se presente una pérdida del apetito como efecto secundario. Esto en la mayoría de los casos es algo pasajero y en menos de 36 horas debería volver a tener ganas de comer. Si no es así, debes consultar a un veterinario. También pueden vomitar en algunos casos, esta sería una de las respuestas a mi perro no come y vomita.
Ansiedad por separación
Si un perro, sobre todo si aún es cachorro, padece ansiedad por separación cuando lo dejas solo o te vas de casa, probablemente no pruebe bocado en tu ausencia. Este es un síntoma bastante habitual, ya que la ansiedad por separación genera en el animal un estado anímico anormal de nerviosismo. Algo que puede ocasionar que tu canida mascota deje de comer y beber.
Estrés
Este es una causa de que tu perro no quiera comer muy parecida a la explicada en el punto anterior. Si de pronto no quiere alimentarse y tienes la seguridad que no es debido a una enfermedad, presta atención ya que el motivo puede estar en su entorno. Es posible que el perro esté estresado, por ejemplo, en un día con tormentas con rayos y truenos o porque en la calle están tirando petardos o cohetes.
Pero, ¿por qué el estrés quita las ganas de comer a un perro? Es muy sencillo. El estrés es un mecanismo de los mamíferos que pone en alerta y defensa al organismo. Cuando un perro se estresa, su cuerpo asume que debe estar preparado para reaccionar ante el peligro o huir de él. Es por eso que envía toda la sangre a las patas y se paralizan las funciones digestivas.
Alimentación monótona
Si has educado a tu perro correctamente y no tiene malos hábitos alimenticios es probable que en algún momento decida dejar de comer el pienso o sus croquetas habituales. Lo que sucede es que ha perdido el interés por ese tipo de comida o su sabor. En realidad, un perrito puede aburrirse de comer lo mismo siempre. Si detectas que este es tu caso, es hora de hacer un cambio de tipo o marca de alimento o mejorar su dieta.
Depresión
Seguro que ya sabes que los perros también se deprimen. Un cambio de casa, la pérdida de un familiar, la muerte de un compañero canino, la falta de rutina o un brusco cambio en sus actividades puede hacer que sufra depresión. Y, efectivamente, uno de los síntomas que en ocasiones comporta la depresión en un cánido es la pérdida del apetito.
Los viajes
Si tu perro acaba de realizar un viaje en automóvil o en avión puede sufrir algunas molestias digestivas, estrés o mareos. Todas estas circunstancias pueden acarrear que a tu mascota canina no le apetezca comer durante un lapso de tiempo que no suele ser mayor a 24 horas.
Dolor en los dientes
Si a un perro le falta alguna pieza dental puede que sufra molestias al comer alimentos duros. Para evitarlo, puedes remojar antes el pienso o las croquetas en agua templada para que se ablanden y le resulte más sencillo masticar. Pero también debes saber que a cualquier pueden tener problemas en la boca como dientes picados, dañados o enfermedades de las encías.
Falta de rutina de alimentación
La pérdida del apetito es un problema habitual en aquellas mascotas que tienen acceso durante todo el día a su alimento. Es decir, tienen a su disposición su tazón o cuenco de pienso y puede comer cuando le plazca. Es sabido que los perros necesitan siempre tener una buena rutina de alimentación. Lo ideal es darles de comer entre una y dos veces al día si ya es adulto (puede que más veces si aún es un cachorrito). Además debemos darle un plazo de entre 15 y 20 minutos, y si no se lo come, retirarle el alimento hasta la siguiente toma.
Mucho calor
Si un perro se encuentra en un lugar con un clima caluroso, húmedo o seco, puede perder las ganas de alimentarse. Un ambiente de mucho calor puede causar una apatía general en el animal (lo mismo que sucede con los humanos). Puede estar menos activo, no le apetece jugar ni correr. También puede pasar más horas durmiendo o en reposo y buscando los rincones más frescos.
Falta de actividad física y mental
Puede parecer extraño, pero si un perro se aburre puede incluso llegar a perder el apetito. Debes saber que todos los perros tienen que tener actividad, hacer ejercicio y pasear diariamente al menos una hora cada día. En función de su raza, su tamaño y su nivel de energía, un can puede necesitar incluso dos o más horas de ejercicio diario.
Del mismo modo, e igual de importante, esas mascotas necesitan también tener cierta actividad mental. Nos referimos, por ejemplo, a ciertos juegos o “retos” que le hagan pensar y ejercitar su mente. Por ejemplo, hacerle buscar, olfatear y conseguir comida o “premios” escondidos.
Estar en celo
Si una perra hembra está con el celo puede disminuir su apetito. Del mismo modo, un perro macho también puede dejar de tener ganas de comer si en su entorno o proximidad huele a hembras en celo.
Cambios en la dieta
Si cambias bruscamente, de una manera no progresiva, la dieta de tu perro, es posible que durante un tiempo no coma. Si tienes que hacer cambios o modificaciones en la dieta de tu mascota, siempre debes hacerlo de un modo gradual y progresivo. De este modo, poco a poco se va a ir acostumbrando al nuevo alimento.
Qué hacer si tu perro no come
Aplicar la solución o remedio adecuado si tu perro no quiere comer no es tan complicado. Lo que puede resultar un poco más complejo, como hemos explicado anteriormente, es conocer exactamente cuál es la causa de la anorexia canina.
Lo primero que hay que hacer es descartar cualquier tipo de enfermedad de tu perro. Debes consultor con tu veterinario y él te indicará el tratamiento a seguir para curar las enfermedades o dolencias de tu mascota canina. Recuerda desparasitar a tu perro según las indicaciones y calendario que te indicará tu veterinario habitual.
De ser necesario, debes mejorar la alimentación de tu can. En muchos de los casos de anorexia canina se detecta que es producida por una deficiente calidad de su dieta. Como por ejemplo, alimentos que no son aptos o recomendables para el animal o que no son de su agrado. También, debes mejorar el estilo de vida de tu mascota. Evita dejar encerrado mucho tiempo a tu perro y procura que tenga una actividad física y mental de calidad. Cada día debe realizar ejercicio, paseos, caminatas, jugar, etc.
En algunos casos, siempre bajo supervisión veterinaria, es aconsejable suministrar algún suplemento alimenticio que contenga vitaminas del complejo B. Es muy recomendable esta opción para aquellas mascotas que hayan tenido recientemente algún tipo de enfermedad, una situación prolongada de estrés o una intervención quirúrgica.
Por último, si la anorexia en tu perro persiste por más de dos días debes acudir inmediatamente a una consulta veterinaria para que puedan hacerle un reconocimiento y tomar las medidas y actuaciones necesarias cuanto antes.
Importante: Este artículo es meramente informativo. Siempre recomendamos que en primer lugar acudas a un veterinario de confianza con tu mascota.
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