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Relación del lobo y el hombre

Lamentablemente, el lobo es un animal que siempre ha sido odiado y temido por el hombre. Se organizaban terribles cacerías para evitar que se comiese el ganado y es objetivo de multitud de leyendas y falsos mitos. Esto ha llevado a este animal al borde de la extinción. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos la relación del lobo y el hombre.

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Relación del lobo y el hombre

Para saberlo todo sobre el lobo, debes saber que es un animal que el hombre siempre ha odiado. El lobo, por tradición, es “perverso”, “hambriento” y “sanguinario”. Él es quien, recurriendo a mil astucias, consigue comerse a Caperucita Roja y quien acecha a los Tres Cerditos y a las ovejitas de los cuentos.

Hace tiempo había en muchos países grandes extensiones de bosque, y en los bosques abundaban los lobos. Pero después, con la llegada de las armas de fuego y con la progresiva reducción de los bosques, el número de lobos se fue reduciendo poco a poco, sobre todo en Europa.

por que aulla el lobo

La vista de una loba por cualquier vecino de una aldea, la aparición de una gallina muerta, bastan aún hoy en día para movilizar a una población. Se le daba caza con todos los medios: cepos, trampas, lazos y fusiles.

Esto sucede con cierta frecuencia en todos los países del mundo donde hay estos mamíferos. Hace unos pocos años, eran muy abundantes y su disminución ha sido espectacular. Lo prueba el hecho de que poco más de cien años atrás se organizaran batidas de lobos en muchos pueblos. Hace cien años, los lobos poblaban la campiña inglesa. Dicen que, tras la batalla de Hastings, los cuerpos de los soldados fueron devorados por los lobos de los bosques lindantes.

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Hasta los londinenses se sentían inseguros, y ciertas personas que vivían en las afueras de la gran ciudad recibieron tierras gratuitamente a cambio de que aniquilaran las manadas de lobos del lugar. En un antiguo Libro de las bestias, escrito hace unos 800 años, el lobo es descrito como un monstruo salvaje y sediento de sangre, siempre dispuesto a atacar y devorar a cualquier ser humano que encuentre. “Matan a cualquiera que vean pasar con furiosa avidez”, dice el autor, y no cabe duda de que sus atemorizados lectores creyeron todas y cada una de sus palabras.

En aquellos tiempos, enero se llamaba el “mes de lobos” porque, según decían, era la época en que esos animales eran más peligrosos. También era el inicio de la temporada de caza de lobos. Por todo el país, los cazadores y tramperos pululaban en los bosques, esforzándose en matar todos los lobos que pudieran.

Los pobres animales fueron retrocediendo cada vez más hasta el extremo norte de Escocia y algunas de las zonas más remotas de Irlanda. Más tarde, hará unos 200 años, incluso esos tenaces supervivientes fueron localizados y aniquilados. El lobo salvaje desapareció para siempre del campo británico.

En otras partes del mundo también ha sido atacado por el hombre con armas cada vez más eficaces. Hoy en día, uno de los pocos reductos que les quedan se encuentra en las ásperas tierras del norte. Incluso allí, en los gélidos bosques y glaciales páramos, va haciéndose cada vez menos común. Es probable que algún día desaparezca totalmente, por el temor y el odio que inspira a los seres humanos.

¿Por qué tenemos esa actitud hacia el lobo? ¿Es realmente un monstruo? Para encontrar la respuesta, es útil fijarse en el modo en que han evolucionado nuestros hábitos alimenticios. En la antigüedad, todos los humanos eran cazadores, como los lobos.

Más tarde, hará unos 10.000 años, apareció la agricultura y la ganadería, que resultó mucho más práctica que la caza puesto que en las granjas los animales estaban encerrados en rediles o campos y podían ser sacrificados y consumidos siempre que fuera necesario. Ya casi no había necesidad de cazar animales salvajes para comer.

Eso estaba muy bien para los granjeros pero, desgraciadamente, también para los lobos de los alrededores. Los animales domésticos, cuidadosamente encerrados, también eran presas fáciles para ellos. Una y otra vez, el ganado era atacado por lobos hambrientos, sobre todo en invierno. El lobo se convirtió en el peor enemigo de esos nuevos granjeros, y éstos contraatacaron lo más duramente que pudieron.

También empezaron a inventar disparatadas historias acerca de lobos devoradores de hombres, que convirtieron a estos animales en terroríficos asesinos y contribuyeron a avivar cada vez más el odio hacia los lobos y a enardecer la lucha contra ellos. Incluso hoy en día, nos quedan remanentes de esa guerra.

Mucha gente sigue pensando en el lobo como en un feroz enemigo. De niños, nos asusta la historia de Caperucita roja y, más tarde, nos estremecemos ante los horrores de los hombres lobo que vemos en el cine. Quizá, lo más sorprendente de este asunto sea que resulta casi imposible encontrar un auténtico caso de persona que haya muerto víctima de un lobo.

Es muy probable que los lobos comieran algunos de los cuerpos que yacían sin vida tras las batallas de antaño, pero no realizaban la matanza ellos mismos. Los humanos no son una presa adecuada para los lobos, y éstos los dejan en paz.

En realidad, el carácter del lobo no es «feroz» sino «asustadizo». Los lobos son criaturas increíblemente cautelosas que eludirán al hombre siempre que tengan ocasión. Incluso un lobo domesticado que ha sido criado desde muy pequeño por algún cariñoso amo humano, se pondrá nervioso en presencia de extraños. Un perro doméstico corriente es mucho más atrevido.

Siendo un animal asustadizo y reservado, ¿Cómo podemos conocer su modo de vida? En los últimos años, unos cuantos científicos avezados y sufridos han visitado los gélidos yermos del Ártico, donde sigue habiendo manadas de lobos, y han pasado muchas semanas y meses observando en silencio, filmando, fotografiando y anotando todo lo que hacían los animales. Por fin han podido ofrecernos una descripción veraz de la vida del lobo salvaje.

Si el lobo nos ha dado “el mejor amigo del hombre”, no puede ser el asesino que antiguamente se creía que era. Cuando usa sus afilados dientes es sólo porque tiene hambre, casi nunca por furia.

Es un progenitor modélico, un buen compañero y un asustadizo extraño. En el pasado, quizá fuera el enemigo del granjero, pero hoy en día deberíamos considerarlo uno de los animales de gran tamaño más fascinantes que sobreviven en libertad y darle posibilidades de vivir su vida allí donde quede algún rincón de tierra virgen.

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Desde CurioSfera-Animales.com, esperamos que te haya gustado este artículo titulado La relación del lobo y el hombre. Si deseas descubrir más curiosidades y respuestas sobre el mundo animal, puedes entrar en la categoría lobos, mamíferos, o animales. Y recuerda, si te ha sido útil, puedes dejarnos un comentario.

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