Entre todas las características del alaskan malamute destacan su aspecto fuerte y resistente. Tiene un carácter amigable, afectuoso y leal. Este can era utilizado desde su origen como animal de tiro en las heladas tierras de Alaska. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos todo sobre la raza de perro alaskan malamuten.
Carácter de la raza Alaskan Malamute
El alaskan malamute es un perro de carácter afectuoso y amigable. Aunque no manifiesta una fidelidad especial a un solo amo, su temperamento es leal y abnegado y se muestra dispuesto a jugar si se le anima. Asimismo, es un perro extremadamente fiel e inteligente que se muestra muy afectuoso con los suyos, por lo que constituye un buen perro de familia, lo mismo que sucede con el Samoyedo.
Suele mantener una buena relación con los niños, pero siempre que éstos sepan de qué manera deben tratar al animal. Es muy conveniente educarlos adecuadamente acerca de las características y las necesidades de su mascota. Se trata de un perro grande y fuerte, con un temperamento estable pero no exento de alteraciones. Es importante que los niños entiendan que no se trata de una máquina ni de un juguete, por lo que no lo deben tratar como tal.
Ante un hecho injustificado de violencia, maltrato o injusticia, su reacción puede ser defensiva y, dada su gran fuerza, tener consecuencias nada desdeñables. Por eso, aun en el caso de los ejemplares más cariñosos, estables y de buen carácter, es recomendable que el juego entre niños y malamutes esté siempre supervisado por un adulto responsable y con autoridad sobre el perro.
Aunque su figura, poderosa e imponente, puede resultar disuasoria y es posible que advierta bien de la presencia de extraños, este can no se puede considerar un buen perro de guarda, ya que por su personalidad se muestra confiado y amistoso con todo el mundo. Pero no siempre es así con otros perros o con otras especies animales. En principio, si se lo acostumbra a convivir y relacionarse con otros congéneres desde cachorro, la relación suele ser buena.
Pero cuando se encuentra con ejemplares desconocidos o del mismo sexo, o con otros que le planteen conflictos de jerarquía, es posible que surjan serios problemas o enfrentamientos, puesto que el malamute es de naturaleza dominante y territorial. Y con otras especies animales hay que tener aún más cuidado, ya que es difícil que tolere de buen grado la presencia de gatos, hámsters u otras pequeñas mascotas.
Cuando este perro tiene su residencia habitual en el campo o en una casa con jardín o terreno, a veces desarrolla cierta tendencia a aullar, lo cual lo hace aún más notorio y digno de admiración y respeto, pero también puede convertirse en una molesta costumbre que acabe provocando la queja de los vecinos.
En realidad, no es el perro más apropiado para vivir en una ciudad o en una casa pequeña, ya que le gusta pasar el mayor tiempo posible en el exterior. Aun así, es sufrido y se amolda a casi cualquier situación o entorno, a pesar de que no lo pasa bien en zonas de clima muy cálido o húmedo.
En estas condiciones, la muda, que a veces resulta muy abundante, se puede convertir en permanente como medida de defensa contra un calor al que genéticamente este perro no está acostumbrado. De hecho, el pelaje del alaskan malamute es uno de sus rasgos distintivos. Se caracteriza por ser espeso, fuerte, tupido y con una longitud suficiente como para protegerlo de las bajas temperaturas de su hábitat originario.
Además, el subpelo lanoso aumenta dicha protección, pues actúa como aislante térmico y capa impermeable. Algo esencial para sobrevivir en medio de la nieve y los hielos del Ártico. Por lo tanto, la vida en países con un clima mucho más temperado puede pasar factura al animal.
Sin embargo, a pesar de su origen y de su afición a estar a la intemperie, al Alaskan malamute no le gusta a vivir solo. Necesita sentirse integrado de pleno en la manada, es decir, en la familia. Se trata de un animal tranquilo que, una vez satisfecha su necesidad de ejercicio, pasa la mayor parte del tiempo descansando cerca de sus dueños. A veces, puede resultar algo ruidoso y mostrar una afición especial a hacer agujeros.
- Energía: media/Alta. Activo, enérgico y vital, está acostumbrado a la vida al aire libre y a desempeñar algún trabajo, por lo que necesita algo de ejercicio diario.
- Temperamento: independiente, valeroso, resistente y tranquilo, se muestra afectuoso, dulce y leal con su amo.
- Adaptabilidad: su hábitat ideal no es la ciudad, pero se amolda a vivir en ella si puede hacer ejercicio. No tolera bien el calor excesivo.
- Sociabilidad: se muestra amistoso y agradable con casi todo el mundo, incluso con los desconocidos. A veces tiene enfrentamientos con otros perros o mascotas.
- Salud: puede padecer displasias.
- Longevidad: vive entre 12 y 15 años.
- Utilidad: versátil. Calificado como animal de trabajo, su especialidad es el tiro de trineos, pero también es buen perro de caza y de compañía.
- Utilización: tiro de trineo y compañía.
Características del Alaskan Malamute
En cuanto a la apariencia general y las características físicas del alaskan malamute, este es un perro de constitución sólida y cuerpo fuerte, resistente y musculoso. El malamute se mantiene firme sobre las patas, confiriéndole al animal un porte altivo y orgulloso.
Sus movimientos son fluidos, equilibrados y eficaces. Este tipo de can no está preparado para las competiciones de velocidad con trineos, ya que su valor principal reside en su fuerza y gran resistencia.
Mucho más pesado que la mayoría de razas del grupo, es fuerte y musculoso, con una cavidad torácica que le permite alojar un gran corazón y unos pulmones amplios que le proveen del oxígeno necesario para desarrollar su capacidad de trabajo inagotable. Su aspecto poderoso queda también muy patente en el grosor de sus huesos, imprescindible para sustentar un cuerpo fuerte y resistente.
Virtudes esenciales de la raza a las que todas las demás características, tanto físicas como temperamentales, están supeditadas, pues sin fuerza y resistencia un alaskan malamute no puede ser considerado como tal. La esencia de la raza radica en su coraje y su potencia, y en su fortaleza y resistencia extremas.
Y es que el alaskan malamute, por encima de cualquier otra consideración, es un perro de trabajo, grupo en el que lo encuadran tanto su país de origen, Estados Unidos, como otros países de fuerte tradición cinológica, como Reino Unido, Canadá o Australia. La Federación Cinológica Internacional, en cambio, lo incluye en un grupo más específico, el de razas de perro nórdicas, y lo cataloga como perro de tiro de trineos, dado que ésta es su funcionalidad principal.
No obstante, no está hecho para correr ni puede competir en carreras de velocidad. Su fuerte son las travesías largas y difíciles, en las que demuestra ser el mejor perro de tiro, fuerte, resistente, muy poderoso y con una gran capacidad de sufrimiento.
Su cuerpo es poderoso, compacto, de buena alzada y de constitución fuerte y robusta, con un buen equilibrio entre su osamenta y su musculatura. Ello le hace ser resistente y tenaz, aunque no sea muy rápido, características idóneas para la función original de este can: el tiro de trineo con cargas pesadas.
La cabeza es grande, ancha y alargada, está en proporción con el tamaño del perro. El cráneo es ancho y redondeado, y se va haciendo más estrecho y plano en la zona de los ojos. Sus ojos son de tamaño medio, tienen forma almendrada y están colocados oblicuamente en el cráneo. Son de color castaño y presentan una expresión amable y curiosa.
Las orejas son de tamaño medio, aunque pequeñas en relación al cráneo, triangulares y con las puntas redondeadas. Cuando están erguidas apuntan hacia fuera. Cuenta con unos pies fuertes, cerrados y con abundante pelaje y almohadillas acolchadas, que le dan un aspecto firme y compacto. Se enmarcan dentro de los conocidos como pies «raqueta de nieve».
La cola está insertada a media altura. La lleva por encima del lomo cuando está en reposo. El pelaje tupido y abundante que recubre la cola en forma un penacho. Su pelo es denso y tiene dos capas, una interna, más lanosa, y una externa de pelo largo y más áspero. Hay perros monocromos, bicolores y con diferentes combinaciones y marcas.
Veamos ahora cómo es el Alaskan malamute y el estándar de la raza:
Estándar de la raza Alaskan Malamute
- Apariencia general: se trata de un animal poderoso, de estructura sólida y muy musculoso. Su porte es altivo y robusto.
- Tamaño y talla: mediano/grande.
- Altura de la cruz: entre 60 y 64 cm los machos y entre 54 y 59 cm las hembras.
- Peso: entre 35 y 38 kg los machos y entre 32 y 34 kg las hembras.
- Origen: Estados Unidos.
- Otros nombres: Malamute de Alaska / Alaskan Malamute / Malamute de l’Alaska.
- Cuerpo: es ligeramente más alargado que alto, fuerte y robusto. La estructura ósea mantiene una proporción correcta con el tamaño.
- Cabeza: es ancha, proporcionada y de perfil elegante.
- Cráneo: es ancho y moderadamente redondeado entre las orejas y se va haciendo gradualmente más estrecho y plano en la zona de los ojos. Es redondo en la región de las mejillas, que son planas. Presenta un ligero surco entre los ojos.
- Hocico: es grande y macizo. Su anchura y profundidad disminuyen muy poco desde la unión con el cráneo hasta la trufa. Los labios son de color negro.
- Trufa: en todos los colores del pelaje, excepto en el rojo, es de color negro, mientras que en los perros de pelo rojo es de color pardo. Durante algunos periodos del año el pigmento en la nariz puede hacerse más claro, dando lugar a la llamada “nariz de invierno” o ”nariz de nieve”, ribeteada por una banda más oscura.
- Ojos: son de tamaño medio, almendrados, castaños y están en posición oblicua. El borde de los párpados es de color negro.
- Orejas: implantadas bien separadas y situadas ligeramente atrás, alineadas con el ángulo superior del ojo, por lo que, cuando están erguidas, parecen separarse del cráneo. Cuando el perro está trabajando, en ocasiones las orejas se doblan y quedan pegadas al cráneo.
- Depresión naso-frontal (stop): es muy suave.
- Mandíbulas: la mordida es en tijera y ambas mandíbulas son anchas y poseen dientes fuertes.
- Cuello: es fuerte y está moderadamente arqueado.
- Pecho: es pecho es fuerte y profundo, y está bien desarrollado.
- Espalda: es recta y se inclina levemente hacia las caderas.
- Miembros anteriores: son musculosos y de huesos fuertes. Vistos de frente, son rectos hasta llegar al metacarpo. Los hombros son fuertes, robustos y moderadamente inclinados. Los brazos y antebrazos son musculosos y con huesos fuertes.
- Miembros posteriores: son anchos. Vistos desde atrás, tanto cuando el perro está en reposo como cuando está en acción, se hallan perfectamente alineados con las extremidades anteriores. Sus piernas son muy musculosas, y las rodillas están levemente dobladas. Cuenta con unos corvejones bajos y moderadamente acodados.
- Pies: los pies son fuertes, del tipo conocido como “raqueta de nieve”. Las almohadillas, gruesas, resistentes y acolchadas, les dan un aspecto compacto. Los dedos están juntos y bien arqueados, con pelos interdigitales y uñas cortas y fuertes.
- Cola: está insertada a media altura y sigue la línea de la espalda ligeramente curvada. El perro la lleva sobre la espalda cuando está en reposo. El pelo abundante y largo que la cubre forma un penacho.
- Color: los colores habituales van del gris claro al negro, pasando por tonalidades intermedias, y del cibelina al rojo. También hay combinaciones de colores en la capa interna, en la cara (arcos superciliares, orejas, labios, nariz) y entre las áreas blancas y pigmentadas. El único color uniforme es el blanco, que siempre es el color predominante en la parte inferior del tronco y en las extremidades, los pies y una parte de las marcas faciales. Pueden presentar una banda blanca sobre la frente, un collar o una pequeña mancha sobre la nuca.
- Pelo: es de doble capa. El subpelo es espeso, lanoso y oleoso al tacto. En la capa externa el pelaje es también denso y de textura áspera. El pelo es corto o de longitud media en los costados del cuerpo y más largo alrededor de los hombros y el cuello, en la espalda, sobre la grupa, así como en los «pantalones» y el penacho. El pelo es más corto y menos abundante durante el verano.
- Movimiento: si tenemos en cuenta su peso y tamaño, el malamute es ágil. Los miembros posteriores producen un fuerte impulso, que se transmite a los anteriores a través de su región lumbar, muy musculosa. Vistas de frente o desde atrás, las extremidades se mueven en línea recta. Durante el trote éstas convergen en el centro de gravedad del cuerpo.
- Clasificación FCI: FCI n.° 243 Grupo 5 – Spitz y perros de tipo primitivo. Sección 1 – Perros nórdicos de trineo.
Cachorros de Alaskan Malamute
Si están buscando información sobre el Alaska malamute, es posible que se porque estás pensando en adoptar o comprar un cachorro de esta raza. Pero antes de tomar la gran decisión, creemos que hay una serie de aspectos que debes conocer.
Los cachorros de alaskan malamute tienen una apariencia dulce y mullida, como si fueran peluches pequeños. Por ello, mucha gente, al verlos, anhela tener uno. Conviene conocer bien todas las exigencias de la raza antes de decidirse, pues hay que estar dispuesto a proporcionarle todas las atenciones que requiere para ser feliz.
Es un tipo de perro que exige una alta dosis de ejercicio diario para que sea una mascota equilibrada, tanto mental como físicamente. Además, como hemos comentado anteriormente, prefiere vivir en casas con jardín o terreno, antes que en un apartamento.
Del mismo modo, se debe iniciar el proceso de educación y sociabilización desde bien pequeños, para que se pueda acostumbrar a la presencia de otros perros, otras mascotas. Como para que se habitúe a todo tipo de sonidos, ruidos y lugares. Por ello, y siempre bajo la autorización del veterinario, es adecuado que el cachorro conozca a otros animales, otros lugares y experimente situaciones y entornos diferentes a la calided y seguridad de su hogar.
Educación y adiestramiento del Alaskan Malamute
Respecto a cómo educar a un alaskan malamuten, debes saber que el malamute de Alaska tiene un temperamento fuerte y dominante. Necesita una atención constante y un trabajo de adiestramiento y de socialización que conviene iniciar de manera temprana y mantener de forma continuada en el tiempo.
A ser posible, dicha tarea debe ponerla en marcha el propio criador cuando el perro tiene unas pocas semanas de edad. A partir de la tercera y hasta la séptima semana de vida se produce un fenómeno fisiológico y psicológico característico que convierte el cerebro del animal en una especie de esponja que absorbe toda la información que se pone a su alcance, iniciando así el desarrollo de mecanismos de reacción ante situaciones futuras.
Así pues, a pesar de su atractivo aspecto y de lo extremadamente llamativos que son los cachorros, esta raza no es una elección adecuada para dueños inexpertos. Su propietario debe saber ser firme en el trato, pero siempre justo, y ser capaz de ejercer un liderazgo claro y solvente, cimentado en un conocimiento adecuado de los mecanismos del comportamiento canino.
El progreso y la técnica han hecho que estos perros cada vez sean menos utilizados para su función original, pero, aun así, hoy todavía es habitual ver ejemplares de la raza empleados por unidades árticas de rescate para llegar a los lugares donde ningún vehículo puede hacerlo en busca de algún explorador imprudente, o para llevar material sanitario, tecnológico, etc., a sitios donde de otra forma sería imposible acercarse.
Asimismo, hace ya muchos años que el alaskan malamute actual es utilizado como animal de compañía. Cualquier aficionado a los perros de raza lo puede identificar enseguida debido a su inconfundible fisonomía. Éste es el más grande de los perros de trineo y se caracteriza por su gran fuerza y resistencia, lo que le ha hecho ganarse el apelativo de “locomotora de las nieves”.
A diferencia de otros perros del grupo más pequeños, ágiles y veloces, el alaskan malamute solía ser utilizado como animal de tiro destinado a transportar pesadas cargas como la carne, la grasa y las pieles que sus amos llevaban a los mercados para venderlas, así como todo tipo de alimentos y mercancías imprescindibles para la vida cotidiana que se traían a la vuelta.
Por esa razón, para muchos pobladores de Alaska sus perros eran algo más que simples animales, ya que constituían una garantía de vida y supervivencia de la tribu.
Por lo demás, siempre que el propietario consiga ganarse el respeto de su perro y sepa convertirse en su líder natural, el alaskan malamute constituye una raza de convivencia sencilla y agradable. Es un animal que disfruta estando al lado de su familia y realizando con ella cualquier actividad que se emprenda.
Alimentación del Alaskan Malamute
En cuanto a cómo alimentar a un alaskan malamute, la raza tiene unas determinadas necesidades que su propietario debe conocer y satisfacer. Por ejemplo, sus exigencias alimentarias son muy altas, tanto en cantidad como en calidad.
También es muy importante ir controlando el peso y el desarrollo del animal en cada etapa de su vida. En este sentido, es fundamental que la alimentación del malamute, sobre todo en sus primeras etapas de crecimiento, esté muy cuidada y contenga todos los nutrientes necesarios para mantener en forma la musculatura del animal y permitirle desarrollarse plenamente.
Asimismo, es muy importante dividirle la ración diaria en dos o tres tomas para evitar posibles complicaciones gástricas como la torsión de estómago. Por ello mismo, en el caso de los perros de trabajo hay que tener la precaución de no darles de comer inmediatamente antes o después de la actividad y de no dejarles agua a su libre disposición después de trabajar, sobre todo en los meses más calurosos.
Salud y enfermedades del Alaskan Malamute
La raza de perro alaskan malamute es bastante longeva, su esperanza de vida es de entre 12 y 15 años. En general goza de buena salud, pero aun así está predispuesta a padecer algunas enfermedades, sobre todo relacionadas con su gran tamaño corporal, como por ejemplo la displasia de cadera y de codos o la torsión de estómago.
También aparecen ocasionalmente alergias dermatológicas y algunas enfermedades oculares de distinta consideración, pero que son fáciles de evitar si se consigue apartar de las líneas de cría a los ejemplares afectados. De todas formas, la mejor manera de controlar la salud de este raza es actuar de forma preventiva, acudiendo con regularidad a la consulta del veterinario para cumplimentar el calendario de vacunación anual contra las enfermedades más comunes y las de carácter estacional.
También, complementarlo con otro de desparasitaciones internas y externas que actúen contra las infestaciones parasitarias, ya que éstas pueden actuar como vectores de enfermedades muy serias o, en ocasiones, anular la efectividad de las vacunas al reducir la respuesta del sistema inmunitario. En estas visitas, además, conviene que se revise de forma rutinaria el estado de la boca, los ojos, la piel y el pelaje, y sobre todo el de los oídos, desde que la práctica del corte de orejas se ha hecho cada vez menos común.
Cuidados específicos de la raza Alaskan Malamute
En cuanto a los cuidados del alaskan malamute, a pesar de que no cuenta con un arreglo estético específico, sí que se lo suele acicalar en cierta manera con el fin de resaltar su espectacular belleza natural.
Cuidados del pelo del Alaskan Malamute
Su manto, denso y abundante, luce brillante y esponjoso con tan sólo unos pocos cuidados rutinarios.
Cepillado
Las regiones de las que procede originalmente el alaskan malamute se caracterizan por un frío extremo y una elevada humedad, puesto que suele haber nieve y hielo casi de forma perpetua. Por ello, para mantener el cuerpo caliente y seco, y para protegerse de las inclemencias del tiempo, la raza ha desarrollado un manto muy rico y tupido, con un espeso subpelo.
Este pelaje tan abundante necesita ser cepillado con regularidad para deshacer los nudos, apelmazamientos o enredos posibles, y en la época de muda, que es muy intensa, esta necesidad se hace diana, pues si no se le ayuda a retirar el pelo muerto, sobre todo del subpelo, pueden aparecer nudos muy apretados y difíciles de eliminar. Para trabajar el subpelo es posible que sea preciso echar mano de una herramienta tipo rastrillo con la que poder llegar hasta la raíz y, de esa forma, abrir y airear bien esta densa capa.
En cuanto al manto de cobertura, éste se cepilla con una buena carda metálica del tamaño adecuado o bien con un cepillo de buena calidad, trabajando siempre en el sentido natural del crecimiento del pelo. También, ayudándose con las manos para abrirlo bien y llegar hasta la capa más interna. En cambio, en las áreas donde el pelo es más corto, como la cara y las patas, se trabaja a contrapelo.
Baño
En cuanto a cómo y cada cuánto tiempo se debe bañar al alaskan malamute, se reserva para cuando el perro esté realmente sucio. Es posible bañarlo en cualquier momento siempre que se utilice un champú adecuado a su tipo de piel y pelo.
Es muy importante enfatizar en la necesidad de enjuagar muy bien el pelo después de haberlo enjabonado, pues debido a su densísimo subpelo es posible que queden restos de champú difíciles de retirar, los cuales pueden causar descamaciones, reacciones alérgicas o picores molestos en el perro. Una vez que el perro está bien enjuagado hay que secarlo, tarea que, debido a las características del manto del malamute, puede llevar bastante tiempo.
Arreglo
Esta raza no tiene un arreglo específico, pues no necesita un corte concreto con tijera para resaltar ninguna de sus formas naturales. Pero, sí tiene una forma de acicalamiento especial que resalta aún más su espectacular belleza.
Con un buen cepillo se trabaja el pelo de todo el cuerpo para que quede perfectamente suelto y libre. Y luego, con el expulsor de aire se le intenta dar volumen al manto, enfocando la columna de aire a contrapelo e intentando que el pelo quede lo más estirado posible. El efecto final se puede potenciar con la ayuda de un peine metálico.
La cola también se peina con la ayuda de una carda o bien del cepillo, pero a contrapelo, desde la punta hacia la base, con el objetivo de dejar un acabado voluminoso y suelto. Finalmente, con unas tijeras se arreglan tanto los pies como las manos, en una delicada labor de eliminación de todo el pelo sobrante.
Asimismo, se debe procurar conseguir un acabado redondeado, compacto y lo más limpio posible. Para este trabajo se puede utilizar cualquier tipo de tijeras, en función de la destreza de quien las use. Lo más recomendable es emplear las de esculpir, con una de sus hojas dentada, pues admiten más errores que unas tijeras lisas.
Ver el origen de la raza Alaskan Malamute
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