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Cómo ser criador de gatos

A muchos amantes de los gatos les gustaría hacer de su pasión una forma de vivir, pero no saben cómo ser criador de gatos de raza. En CurioSfera-Animales.com, te damos los mejores consejos y cómo debes hacerlo si eres una persona interesada en dedicarte a la reproducción responsable de gatos de raza.

Ver ¿gato adulto o gato joven?

Cómo ser un criador de gatos

Antes de que te comprometas a reproducir gatos de raza, piensa bien si vas a poder dedicar a ello el tiempo necesario. La gatera tendrá que estar siempre limpia. También se necesita tiempo para alimentar a los gatos, especialmente si les preparas dietas especiales.

Un dormitorio extra, un porche cerrado o una salita pueden convertirse fácilmente en una gatera. La crianza de ga­titos exige también gastar ciertas cantidades de dinero. Hay que dar a los animales alimentos de calidad superior para que se mantengan en condiciones óptimas.

Las visitas periódicas al veterinario con varios gatos no son baratas, ni siquiera si consigues precios especiales. Para comenzar un programa de reproducción, tendrás que comprar los mejores animales que pueda conseguir.

Este gasto no es tan grande si se considera que se puede amortizar durante toda la vida del gato, pero aun así el costo inicial es importante porque hay que pagarlo de en­trada. Éstos son algunos de los elementos tangibles que hay que considerar al decidir si dedicarse o no a la crianza de gatos. Hay que responder a una pregunta mucho más sutil antes de comprometerse en un programa de reproducción: ¿Sabes lo suficiente acerca de calidades y tipos para producir lo que realmente deseas?

Como criador principiante aprenderás a desarrollar tus facultades de comparación y de observación. La experiencia puede ser tu mejor maestra. Acude a exhibi­ciones de gatos. Compara los gatos que veas con el ideal que tienes en mente.

Si ya tienes un gato que quieres aparear, busca una pareja que sea fuerte en puntos en que el tuyo sea más débil. Al cabo de un tiempo, preferirás ciertos animales a otros. Cuando determines buenas razones para estas preferencias, razones compartidas con criadores y aficionados experimentados, estarás en el buen camino para llegar a convertirte en un buen criador.

Cuándo criar gatos de raza

Un gato puede alcanzar la madurez sexual antes de tener un año de edad. Como regla general, no debiera permitirse que una hembra se aparee antes de esta edad. Si una gata hembra ha tenido varios celos antes de cumplir un año, y si piensa reproducirla antes de esterilizarla, tendrás que consultar a tu veterinario.

Es posible que él te sugie­ra aparearla a esa temprana edad debido a la posibilidad de que en caso contrario ella pueda desarrollar quistes en los ovarios. La madre demasiado joven puede tener problemas con su primera camada. Es posible que ella dedique poco tiempo a sus gatitos debido a su inexperien­cia, y puede también que no sea lo suficientemente madura como para ser una buena madre.

Como ella misma aún está en desarrollo, los nutrientes de su comida serán usados para satisfacer sus propias necesidades orgánicas y no para producir le­che de calidad y en cantidad su­ficiente para los gatitos.

Una hembra de más de un año de edad puede ser una ex­celente madre. Será fuerte y vibrante y podrá criar gatitos sa­nos. El parto será más fácil que en el caso de una hembra demasiado vieja, porque los huesos y cartílagos de su pelvis aún serán elásticos y capaces de dilatarse durante el parto de la gata. Si está bien ali­mentada, será capaz de sustentar a sus crías.

La mayoría de los criadores recomiendan que la hembra en celo se aparee más o menos al tercer día del estro, porque éste parece ser el momento ideal para la concepción. Además, la hembra tiende a ser menos excitable ese día que el primero y segundo día. Un macho suele estar en condiciones de aparearse con una hembra a partir de los nueve meses de edad. Algunos ma­chos maduran antes y otros más tarde.

Las asociaciones de propietarios de gatos no inscri­ben a los gatitos cuyo padre es demasiado joven, de modo que comprueba antes la reglamen­tación de la organización en la que quieres inscribir tus crías. Puede probar a un macho joven que se muestre interesado en aparearse, pero asegúrate de que la hembra no sea difícil. Una experiencia de­sagradable en su primer apareamiento puede dejar al macho joven escarmentado para futu­ros apareamientos.

Cuando el macho tiene más de un año de edad normalmente es posible aparearlo sin dificultades. Si bien un macho maduro está siempre dispuesto a aparearse y no entra en celo como hacen las hembras, solo se debiera aparear cuando se encuentre en condiciones óptimas.

Métodos de crianza de gatos

Existen diversos métodos empleados en la crianza de gatos. Vamos a ver con detalle los más empleados:

Reproducción consanguínea

La reproducción consanguí­nea reduce la crianza a su forma más simple y ciertos resultados pueden predecirse y conseguir­se con bastante precisión. Este método concentra e intensifica los defectos presentes en la lí­nea, sin añadir defectos adicionales a las crías.

Sin embargo, lo contrario también es cierto, y muchos criadores recurren a la reproducción consanguínea para reforzar cualidades de sus animales antes de aparearlos con animales extraños. Cuando un defecto o una cualidad se ha establecido en una línea es muy difícil eliminarlo; por eso, este método reproductivo ha de usarse muy cuidadosamente para obtener los mejores resultados.

La crianza consanguínea impli­ca realizar apareamientos entre padre e hija, madre e hijo, y hermano y hermana. Los hermanos son los miembros genéticamen­te más parecidos de una familia, y suelen ser apareados cuando ambos son de una gran calidad.

Evidentemente es necesario recurrir a este tipo de reproduc­ción cuando se establece una nueva línea, ya que ésta es la única manera de establecer un tipo al principio, cuando existen pocos representantes de una nueva raza o variedad.

Hay una variedad de crianza consanguínea en la que el mejor hijo o hija de una camada primogénita se aparea con su madre o con su padre, respectivamente. Después, el mejor hijo o hija de esta camada se aparea con su madre o con su padre, respectivamente. Esto se repite hasta conseguir los resultados deseados.

Un accidente del macho o de la hembra puede destruir una nueva línea. Por esta razón la crianza consanguínea suele ser usada como un paso preventivo cuando una línea aún no ha sido bien establecida.

La crianza en línea

La crianza en línea es el cru­ce de dos miembros de la misma familia que no tengan un parentesco demasiado directo, como abuelo con nieta o tío con sobri­na. Se le considera como una forma de crianza menos radical que la crianza consanguínea.

Reproducción no consanguínea

La reproducción no consan­guínea es la basada en el apare­amiento de gatos que no tienen ancestros comunes en cinco ge­neraciones. Este método repro­ductivo se emplea cuando un criador intenta fijar en sus ani­males cualidades deseables pro­venientes de otra línea.

Cuando un criador consigue un buen nivel de calidad de un cruce determinado, suele repetir ese apare­amiento. Así se refuerzan ambas líneas (si ambos criadores usan las crías en sus programas re­productivos) y la raza mejora. La reproducción no consanguínea solo agrega cualidades, ya sean éstas positivas o negativas, pero no cambia las existentes en la lí­nea.

Reproducción compensada

La reproducción compensada es el sistema de apareamiento en el que se cruza un animal que carece de una determinada cua­lidad con otro ejemplar en el que esa cualidad es fuerte. Entre las crías obtenidas debería haber algunos ejemplares en los que se ha conseguido la mejora de­seada.

El procedimiento de reproducción

Cuando la hembra entra en un período de celo su propietario avisará al dueño del macho. Generalmente la hembra es enviada al macho. Mientras permanece con él, suele aparearse varias veces y frecuentemente pasa varios días con el gato. Es posible que el dueño de la hembra la acompañe. Puede que el propietario del macho prefiera que el dueño de la hembra se mantenga alejado durante el apareamiento mismo, pero man­teniéndose al alcance.

Algunos criadores tienen un recinto especial para los aparea­mientos. Este recinto se mantiene escrupulosamente limpio, es tranquilo y tiene espacio suficiente como para que ambos animales entablen buenas relaciones sociales, se apareen y se aparten a su comodidad.

A veces estos recintos están al aire libre, pero se proporcionan los mismos cuidados e instalaciones que en el caso de un recinto interior. Antes de juntarlos en la zona de apareamiento, se suele poner al macho y a la hembra en recintos adyacentes para que puedan acostumbrarse uno al otro y a sus respectivos olores, de modo que estén más relajados en el momento de juntarlos.

El acto del apareamiento solo dura uno o dos minutos, pero al juntarlos por primera vez es posible que los animales jueguen o incluso que duerman juntos. Muchas veces no se aparearán hasta que no haya seres humanos presentes para observarlos o hasta después de que haya oscurecido. Habrá que dejarlos juntos durante uno o dos días, al cabo de los cuales la hembra podrá volver a su casa.

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