En sus orígenes esta raza fue muy popular entre los cazadores con menor poder adquisitivo. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos el origen e historia de la raza Basset Hound.
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Origen e historia de la raza Basset Hound
Originario de Francia, el basset hound desciende del cruce de ejemplares de basset de Normandía con el antiguo perro de Saint-Hubert. El cual le aportó su mayor envergadura y sustancia. Una cabeza bastante más pesada de lo esperado en un perro de su tamaño, y una abundancia de pieles propia también de un perro más grande.
Existen testimonios escritos y pictóricos de la existencia de esta raza desde el siglo XVI. Y tal vez, uno de los más significativos sea el del mismísimo William Shakespeare. Quien en un verso, aludiendo a la longitud de sus orejas, dijo que éstas barrían el rocío de la mañana.
Otra de las características más distintivas de este perro es la corta longitud de sus patas y, de hecho, el propio nombre de la raza hace referencia a ello, pues proviene del término francés basset, utilizado para definir a los perros de patas cortas.
La raza surgió como perro de jauría y, de hecho, aún se la sigue usando en algunos lugares para tal menester, pero también podía cazar en solitario y se la empleó mucho para la caza a pie, ya que al tener las patas cortas su movimiento era mucho más lento que el de otras razas de sabuesos. Así, pasó a ser un perro muy popular entre los cazadores menos pudientes, que sí podían permitirse tener un par de ejemplares de esta raza, lo cual repercutió de forma indirecta en una mayor popularidad.
Por otro lado, el basset hound enseguida se reveló como un excelente perro de compañía, tranquilo y cariñoso, y empezó a ocupar los salones de múltiples casas inglesas pertenecientes a todos los estratos sociales. Y como además está dotado de una particular belleza se ha convertido en un destacado participante en exposiciones caninas celebradas en todo el mundo; de hecho, ya había ejemplares que entraban a concurso en los primeros eventos de los que se tiene noticia, como la exposición de París de 1863.
Además, algunos bassets llegaron a ocupar el lugar más destacado en el podio de los certámenes caninos más importantes, lo cual contribuyó a que su expansión internacional se iniciara muy pronto, de tal forma que, en 1885, el American Kennel Club ya reconoció a los primeros ejemplares de la raza.
Más adelante, con el estallido de la Primera Guerra Mundial, muchas jaurías inglesas se disolvieron. Y, fueron miles los perros que pasaron a prestar servicios a su patria de una forma u otra. Dedicándose a las más diversas labores de campaña, y el basset hound no fue menos, por lo que la raza resultó seriamente diezmada. Hacia comienzos de la década de 1920 empezó a producirse un repunte gracias a la intensa labor llevada a cabo, con una extraordinaria dedicación y entrega, por un reducido número de criadores de la raza.
Pero cuando todo parecía marchar por buen camino se declaró la Segunda Guerra Mundial, que asestó de nuevo un severo golpe a la cinofilia en general y al basset hound en particular. Solo la labor de personas como Peggy Keevil, quien trabajó en el Reino Unido e importó ejemplares desde Francia, evitó que la raza se extinguiera.
A partir de la década de 1950 empezó a decaer la utilización del basset hound para la caza. Fue entonces cuando vivió su momento más dorado como perro de compañía, y uno de los grandes espaldarazos le vino dado por el mundo de la publicidad. Esta raza se convirtió en la imagen publicitaria de una empresa muy importante, Wolverine, fundada en Estados Unidos en 1958.
Esta empresa familiar, dedicada a la fabricación de calzado informal, confortable y apto para un uso polivalente, había desarrollado un método para curar y tratar la piel de cerdo y fabricar con ella zapatos muy resistentes para soldados y trabajadores de la renaciente América. A esta línea de calzado informal la bautizó con el nombre comercial de Hush Puppies, que hacía referencia a un plato tradicional a base de maíz que los granjeros del sudeste del país daban a sus sabuesos para tranquilizarlos.
Por un juego de palabras, aquel nombre encajaba con el propósito que Wolverine tenía en mente para sus zapatos y para completar la jugada se optó por utilizar a perros de la raza basset hound como logotipo de la marca y como protagonistas de todas sus campañas comerciales.
La marca tuvo un reconocimiento mediático y popular instantáneo. Pronto se convirtió en un icono de la cultura popular del siglo XX. Lo cual propició que esta raza canina pasase casi del anonimato a la notoriedad pública global, en un proceso únicamente comparable. Tal vez, con la repercusión que tuvo la producción de Walt Disney con respecto a los dálmatas.
En España, por ejemplo, se ha hecho famoso en los últimos años por aparecer en todas las campañas publicitarias de la empresa Rastreator, un comparador de precios. Además de ser parte de su icono e imagen corporativa. Gracias a tal popularidad, este can en la actualidad está extendido por todo el mundo y figura entre las razas más conocidas de muchos países.
Cuenta con clubes y asociaciones que la divulgan y protegen, y donde también existe un movimiento creciente para popularizar su uso tradicional para la caza, ya que en los últimos años su uso mayoritario ha sido el de animal de compañía.
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