El pastor belga destaca por su energía y actividad. Cariñoso, obediente y fiel, puede vivir perfectamente en familia y con niños. Es también una de las razas caninas que con mayor excelencia se desenvuelve en todas las modalidades deportivas. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos las características y carácter del Pastor belga.
Características de la raza Pastor Belga
En la actualidad, los pastores belgas disfrutan de una gran simpatía entre el gran público. La verdad es que esta buena fama es bien merecida. Son de hermosa estampa, amables y siempre dispuestos a dejarse educar, desbordan fidelidad y cariño hacia sus amos.
A pesar de las evidentes diferencias en cuanto al color del manto y a la largura y textura de su pelaje, las 4 variedades de pastor belga (Groenendael, tervueren, malinois y laekenois) comparten una apariencia poderosa y bella. Junto a un carácter noble, entregado y absolutamente fiel.
Características físicas del Pastor Belga
Desde el punto de vista físico, el pastor belga es un ejemplar mediano, dotado de un esqueleto macizo y fuerte. Y, una conformación muscular potente, seca, elegante, elástica que garantiza las evoluciones del animal, rápidas, explosivas y armónicas. Una de las características esenciales de esta raza es que ha alcanzado ese difícil equilibrio entre potencia y elegancia, pues los mejores perros no deben ser ni toscos ni mostrar un aspecto débil y enfermizo.
Como sucede con muchos otros perros de trabajo, el cuerpo del pastor belga es cuadrado, de movimientos nobles y elásticos. Porta siempre la cabeza alta y orgullosa, dejando claro que su apariencia física responde de forma inequívoca a su temperamento natural, altivo, noble, deportivo, valiente y generoso.
Debido a este exaltado temperamento, cuando está en movimiento parece infatigable. Tiende a moverse en círculo más que en línea recta y presenta un porte de gran elegancia, a pesar de su larga zancada, con la que cubre el máximo de terreno posible.
Estándar de la raza Pastor Belga
- Apariencia general: Armoniosamente proporcionado, elegante y poderoso, tiene una cabeza muy altiva. Es de musculatura delgada y fuerte. Rústico, está acostumbrado a la vida al aire libre y resiste muy bien las variaciones atmosféricas.
- Tamaño y talla: Grande.
- Altura a la cruz: 60-66 cm (Macho) y 56-62 cm (Hembra).
- Peso: 25-30 kg (Macho) y 20-25 kg (Hembra).
- Variedades: Groenendael, tervueren, malinois y laekenois.
- Cuerpo: Su cuerpo forma un cuadrado, es decir, que su longitud es casi la misma que la altura a la cruz. La longitud del hocico es igual o ligeramente superior a la mitad de la longitud de la cabeza. Su espalda es firme, corta y musculosa, tiene la cruz acentuada. El lomo es sólido, corto, amplio y musculoso, y la grupa es ligeramente inclinada y amplia, aunque no en exceso.
- Cabeza: Alta y moderadamente larga, es rectilínea, bien moldeada y delgada.
- Cráneo: Es de amplitud mediana, en proporción con la longitud de la cabeza. La frente es más chata que redonda y el surco medio, poco pronunciado. La cresta occipital está poco desarrollada.
- Hocico: De longitud mediana y bien moldeado por debajo de los ojos, disminuye gradualmente conforme se acerca a la nariz. Los labios son delgados, bien juntos y muy pigmentados.
- Trufa: De color negro.
- Ojos: Medianos, ni prominentes ni hundidos, y algo almendrados, son de color pardusco, muy oscuros, con los bordes de los párpados negros. Orejas: Son pequeñas, de implantación alta, triangulares y con la extremidad puntiaguda En alerta, el perro las lleva rectas y verticales.
- Orejas: Son más bien pequeñas, de forma triangular, rígidas y con el extremo puntiagudo. Cuando el perro está atento las lleva erectas y en posición vertical.
- Depresión naso-frontal (stop): Es moderada.
- Mandíbulas: Los maxilares son fuertes y están desarrollados, de manera que los dientes encajan perfectamente en el arco dental. La dentadura es sana y completa, y la mordida es en tijera o a veces en pinza.
- Cuello: Es algo alargado, muy musculoso y sin papada. Se presenta erguido y se ensancha hacia el área de los hombros. La nuca es un poco arqueada.
- Pecho: No es muy amplio, pero sí bien inclinado. Las costillas están arqueadas en la parte superior.
- Miembros anteriores: Están dotados de huesos sólidos, pero no pesados, y de musculatura fuerte y delgada. Son aplomados y, vistos de frente, perfectamente paralelos. En cuanto a los hombros, el omoplato es largo y oblicuo, bien unido a los hombros, y forma con el húmero un ángulo bastante abierto. Antebrazos y brazos son largos y rectos, y los brazos, largos y oblicuos, con los codos firmes, ni despegados ni juntos.
- Miembros posteriores: Son poderosos, sin apariencia de pesadez. Vistos de perfil, están aplomados y, vistos desde atrás, son perfectamente paralelos. Sus piernas de longitud mediana, son anchas y musculosas, con los muslos medianos y robustos. Rodillas aplomadas a la cadera. Corvejones bien descendidos, son anchos, musculosos y angulados.
- Pies: De forma redondeada, los llamados “pies de gato” tienen los dedos encorvados y muy juntos. Las almohadillas son gruesas y elásticas, y las uñas, oscuras y gruesas.
- Cola: Bien implantada, fuerte en la base, es de una longitud media, sobrepasa el corvejón. En reposo, el perro la lleva colgando, con la punta doblada hacia atrás a la altura del corvejón; en acción, la porta más alta, pero sin rebasar la línea de la espalda, y con la punta más curvada, aunque sin adoptar en ningún momento forma de gancho.
- Piel: Es elástica y bien estirada sobre todo el cuerpo.
- Pelo: En las variedades groenendael y tervueren el pelo es liso y largo, sobre todo en el pecho y el cuello, donde luce collar y papada. Muestra “pantalón” en la parte posterior del muslo. En la variedad malinois es corto en el cuerpo pero más abundante en la cola y el cuello, y posee flecos en la parte posterior de los muslos. El laekenois tiene pelaje hirsuto, áspero y seco. Es de unos 6 cm de largo en el cuerpo, pero más corto en la parte superior de la cabeza, en la frente y en los miembros. La cola no forma copete.
- Color: El groenendael es negro zaino (el popular pastor belga negro). El tervueren, carbonado (leonado, rojizo o gris, con máscara negra, el malinois, rojo carbonado con máscara negra, y el laekenois, de color rojo, con rastros de carbonado en el hocico y la cola.
- Movimiento: A gran velocidad, los pies se acercan al plano medio; en el trote, la amplitud es mediana y el movimiento, regular y fácil, con un buen impulso de los miembros posteriores, sin que los anteriores se levanten demasiado. Es capaz de cambiar súbitamente de dirección mientras corre a toda velocidad.
Carácter del Pastor Belga
El pastor belga cuenta con un carácter vigilante y activo, posee una gran vitalidad. Es tenaz y ardiente defensor de su amo, y reúne todas las cualidades de un perfecto perro de pastor, de guarda, de defensa y de servicio. Su temperamento impetuoso y alerta, y su personalidad segura, sin ningún signo de temor ni agresividad, son evidentes en la actitud del cuerpo y en la expresión altiva y alerta de sus ojos brillantes.
Por otra parte, el pastor belga es un perro que desborda ternura para con su amo. Con el establece un vínculo afectivo muy estrecho e inquebrantable, y eso es una gran ventaja siempre que se emplee para obtener algún tipo de respuesta al entrenamiento. Además como se trata de un perro muy necesitado de cariño, ha de sentirse querido y vivir en un clima de confianza y amistad.
Esta raza de pastor vigila atentamente su entorno tanto mediante la vista como con el oído y el olfato, actitud que se deriva de sus excelentes condiciones de perro guardián. Ante una persona o un animal desconocidos, siempre se comportará con prudencia.
- Energía: Nivel alto. Es un perro muy activo que necesita ejercicio regular.
- Temperamento: Vigilante y activo, es el mejor guardián del rebaño y un gran animal de compañía Es atento y valeroso, y carece de agresividad.
- Adaptabilidad: Media/alta. Vive bien en la ciudad si se le garantiza ejercicio.
- Sociabilidad: Muy alta. Compañero de paseo y de deporte, es un cariñoso miembro de la familia.
- Salud: Buena. Poco propenso a padecer enfermedades hereditarias.
- Longevidad: Media. Vive entre lo y 12 años.
- Utilidad: Muy versátil. Por su carácter puede educarse como perro de pastor, de guarda y defensa, rastreo, rescate en catástrofes, detección de drogas y explosivos, obediencia o agility.
- Utilización: Pastoreo, guarda y servicio.
- Otros nombres: Belgian Shepherd Dog / Berger belge / Belgischer Schaferhund.
El pastor belga se considera uno de los perros de pastor más aristocráticos que existen debido a su estructura armónica y su extremada inteligencia. Estas características básicas han convertido esta raza en una de las más difundidas a escala mundial. Está presente y es reconocida por todas las organizaciones caninas nacionales e internacionales de importancia (puedes verlas aquí) dentro de la cinofilia oficial.
A pesar de presentarse en cuatro variedades diferentes y de que en algunos países se permiten los cruces entre ellas sin necesidad de pedir la autorización del club de la raza. Lo cierto es que el pastor belga está sólidamente establecido, con unas bases de cría muy amplias que permiten la evolución y el desarrollo estable de cada una de las variedades. Incluso en el caso de la más desconocida de ellas, el laekenois.
Esta solidez en las líneas de sangre es muy importante a la hora de afrontar la crianza o de dar la seguridad a los aficionados que se acercan a la raza de que no se van a producir indeseables saltos atrás. Tal y como sucede en algunas razas con un patrimonio genético menos sólido. Asimismo, una base firme y homogénea es también la mejor forma de garantizar un temperamento estable y acorde a unos postulados esenciales.
No hay nada peor que adquirir un perro, de la raza que sea, sin la posibilidad de saber con una certeza más que aproximada a qué tipo de carácter se enfrenta el nuevo propietario, qué puede esperar de su perro y qué debe estar dispuesto a ofrecerle.
Cachorro de Pastor Belga
Si te estás planteando adoptar o comprar un cachorro de pastor belga, existen una serie de aspectos que debes conocer. Por ejemplo, al ser un can que requiere mucho cariño y un ambiente muy estable, de amistad y confianza, debemos señalar que el mejor momento para adquirir un pastor belga es cuando aún es cachorro.
Pues de este modo la primera fase en la que forja su carácter, aquella en la que los grandes rasgos de su conducta futura quedarán marcados con fuerza, la pasará junto a la que debería ser su familia definitiva. Por este motivo, los pastores belgas no toleran bien los cambios de propietario. Para ellos, una separación brutal de aquellas personas a las que se ha entregado por completo durante su infancia y adolescencia constituye un choque. Un traumatismo afectivo que puede ser duradero y nefasto para el equilibrio de su carácter.
Los cachorros de pastor belga, siempre están dispuestos a jugar, sobre todo si ello entraña ejercicio físico y participación con el amo. Esta etapa es la más adecuada para establecer las bases de una buena relación.
Al pastor belga hay que procurarle ejercicio físico y alguna tarea mental con la que mantenerlo ocupado y que alcance su total maduración. Por eso a la hora de elegir un pastor belga como mascota se deben tener en cuenta las necesidades de la familia, y el temperamento y las aficiones de sus miembros. Sobre todo, es fundamental valorar cuál va a ser la cantidad de tiempo que se les podrá dedicar a diario. Este aspecto es casi más importante que el tamaño de la casa.
Aun así, aunque esta raza es bastante adaptable, el lugar idóneo para criar un pastor belga no es precisamente un pequeño apartamento en el centro de la ciudad. Los perros son animales de rutinas y deben poder llevar una vida ordenada, no sometida a continuos cambios de planes.
Educación y adiestramiento del Pastor Belga
Esta raza es extremadamente inteligente y vivaz, lo que constituye no solo un rasgo principal de su carácter, sino también uno de sus mayores atractivos. Es, asimismo, un animal dotado de una enorme capacidad de adaptación que puede desenvolverse con soltura en cualquier cometido que realice.
Hoy en día, es casi imposible encontrar un ejemplar de pastor belga que desempeñe trabajos de pastoreo; ni tan siquiera en su país de origen se lo sigue utilizando para tal labor y, a diferencia de lo que sucede en Alemania con el pastor alemán, tampoco se ha adoptado el pastoreo como actividad deportiva. Por el contrario, todos los amantes de los deportes caninos han encontrado en el pastor belga un arma versátil y fácil de entrenar, ya que se trata de un eficacísimo perro de defensa.
De hecho, la variedad malinois está reconocida como la número uno a escala mundial en las disciplinas de guarda y defensa, y en muchas otras. Además, el pastor belga está dotado no solo de un excelente olfato sino también de una gran memoria olfativa, lo que hace de él uno de los mejores perros para el rastreo. Y es que esta raza se caracteriza por un dinamismo increíble, siempre en acción, en constante movimiento.
Hay quien ve en este comportamiento un signo de nerviosismo, pero en realidad se trata de la ansiedad que siente el animal por realizar el trabajo para el que ha sido adiestrado. Esta efusividad hace fácil su adiestramiento, pues las ganas de aprender y el posterior deseo de realizar lo aprendido son infinitos. Para un total aprovechamiento de las cualidades naturales del pastor belga es casi tan importante el carácter y la capacidad de liderazgo del amo o guía, como la propia naturaleza del perro.
Un pastor belga solo podrá sacar lo mejor de sí mismo si su dueño está capacitado para obtenerlo. La vinculación del pastor belga hacia su familia, y especialmente hacia su amo, es muy estrecha; le gusta sentirse parte importante de la manada, saber que tiene un sitio relevante y que se lo tiene en cuenta en el día a día. Si se siente querido y vive en un ambiente de confianza y amistad consagrará su existencia al servicio de los suyos.
Si se lo educa y adiestra con mano firme pero justa y con grandes dosis de paciencia y bondad, el pastor belga se adaptará de manera natural a todo lo que de él se demande, independientemente de si se trata de vida campestre o urbana.
Alimentación del Pastor Belga
En cuanto a la alimentación, el pastor belga tiene unas necesidades energéticas muy altas, pero debe tenerse en cuenta su morfología y su estilo de vida.
Lo habitual será dividir la ingesta diaria en dos tomas y dárselas en horas del día sin mucho estrés, es decir, ni antes ni inmediatamente después de ir a trabajar, y evitando las horas de más calor del día, especialmente en verano. Se debe buscar un alimento con un nivel elevado de aporte proteico y con un índice de metabolización alto.
Esto supone que la disponibilidad de energía por cantidad de alimento ingerido es muy alta y así se evita tener que dar raciones excesivas que pueden ocasionar problemas digestivos. Es importante reiterar la necesidad de controlar la alimentación del pastor belga, no solo por motivos estéticos, sino fundamentalmente por razones de salud.
Debido a su temperamento, el perro puede llegar a comer más de la cuenta si no se controla su ración, por lo que ésta se debe recortar ante cualquier síntoma de obesidad. Asimismo, el alimento adecuado es lo que va a permitir al animal no solo desarrollarse de forma apropiada durante las etapas de crecimiento, sino también alcanzar la potencia que necesita para ejercer las funciones a las que está destinado.
Salud de la raza Pastor Belga
Al igual que sucede con otras razas, como el pastor alemán, el desarrollo físico del pastor belga desde la etapa de cachorro hasta que alcanza el tamaño adulto es muy rápido. Por este motivo, deben extremarse los cuidados en este momento y no someter a los cachorros y perros jóvenes a grandes esfuerzos, a pesar de su necesidad temprana de realizar actividades, a fin de evitar la aparición de problemas articulares.
En realidad, la mejor prevención ante las enfermedades es el ejercicio físico; el pastor belga, como todos los pastores, necesita mucho esparcimiento, ya que se trata de un animal ligero, nervioso y dotado de un fuerte temperamento.
Asimismo, hay maneras de prevenir otro tipo de problemas; por ejemplo, no se debe acariciar las orejas a los cachorros, pues perderían la posibilidad de levantarlas hasta su posición enhiesta normal y eso podría provocar la aparición de otitis y otras enfermedades del oído.
Aparte de circunstancias excepcionales, las visitas al veterinario no deben ir más allá de las habituales vacunaciones anuales y una revisión periódica, semestral si es posible, en la que conviene prestar especial atención a la higiene dental y a la del canal auditivo.
Así pues, para mantener al pastor belga en perfectas condiciones de salud solo son necesarios unos cuidados mínimos, que un amo atento al bienestar de su perro estará encantado de poner en práctica para procurarle una buena calidad de vida.
De todas formas, para asegurar que un ejemplar sea saludable, a la hora de adquirirlo es básico elegir una buena línea de crianza, con poca consanguineidad. Y la posterior crianza debe ser la adecuada, pues de lo contrario esto incidirá en la belleza del animal dando ejemplares pesados, faltos de distinción o con una salud endeble.
Cuidados del Pastor Belga
Dado que las cuatro variedades dentro de esta raza se distinguen fundamentalmente por el tipo de pelo, resulta evidente que los cuidados y el mantenimiento de éste tienen que ser específicos para cada una de ellas. El groenendael, al igual que el tervueren, tiene un pelaje doble, con un subpelo denso que actúa como aislante y una capa de cobertura larga, lacia y de buena textura. Como sucede con otras razas de manto doble, es preciso trabajar por separado el subpelo y el pelo superficial.
Para el primero se utiliza un rastrillo o una herramienta tipo king coat. Al llegar el buen tiempo, las variedades de pelo largo del pastor belga presentan una muda bastante fuerte. Por lo cual durante este periodo se debe aumentar la frecuencia del cepillado, mientras que el resto del año basta con hacerlo una o dos veces por semana. El pelo de cobertura se trabaja con un cepillo de púas metálicas largas y con un peine metálico. Ninguna de las dos variedades necesita un arreglo estético específico, más allá del recorte ocasional del pelo interdigital sobrante.
Algunos ejemplares de la variedad groenendael pueden precisar la aplicación de un producto que les proteja el pelo de los efectos del sol, para evitar que se queme y adquiera un tono rojizo, especialmente en los flecos y en la cola. En ninguna de las dos variedades es conveniente esquilar al perro, pues se perjudicaría la belleza natural del manto, que tarda mucho en recuperar la longitud adecuada para la belleza esencial del animal. La variedad laekenois, en cambio, tiene un manto muy característico, áspero, rizado y prieto, de aspecto muy rústico y de fácil mantenimiento.
Basta con trabajarlo con un peine de púas metálicas abriendo los mechones, ahuecándolo para que se airee y facilitando la caída del pelo muerto, aunque una de las peculiaridades de esta variedad es que apenas muda el pelo. En ocasiones, puede ser conveniente despejarle un poco la capa facial, sobre todo si ésta es excesiva e impide una adecuada visión.
El pastor belga malinois tiene el pelo corto, bien pegado a la piel y con una fuerte textura. Su mantenimiento es muy fácil; basta con someterlo a una rutina básica una vez por semana utilizando una carda metálica con la que se trabaja el pelaje en profundidad, pues esta acción ayuda a eliminar el pelo muerto y estimula la epidermis. Después pasar un guante de crin o de goma por todo el cuerpo para sacar el brillo que le proporcionan los aceites naturales del manto.
El pastor belga debe recibir la menor cantidad de baños posible. Solo hay que hacerlo cuando está verdaderamente sucio. Y siempre, para cualquiera de las cuatro variedades, es preciso utilizar un buen champú específico con un pH adecuado que evite la aparición de descamaciones. Si por las circunstancias que sean, hay que bañarlo con mucha frecuencia, se debe tener la precaución de no hacerlo siempre en profundidad. Así se evita que la piel del perro pierda sus aceites protectores.
Además, el pelaje perdería su clásica aspereza y ganaría un cierto brillo que lo perjudicaría. Pues el manto de un pastor belga nunca debe ser muy sedoso ni brillante. Dentro de la rutina de higiene se debe incluir siempre un exhaustivo examen del estado de ojos, orejas, boca, uñas y glándulas anales.
Ver el origen de la raza Pastor Belga
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