Los canarios no son elementos decorativos. Cada día expresan intenciones, peticiones, o simplemente un estado de humor, que podrás aprender a escuchar muy rápidamente. En CurioSfera-Animales.com, te contamos cómo reconocer el comportamiento de los canarios.
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Cómo reconocer el comportamiento de los canarios
El comportamiento de los canarios aparentemente resulta simple y monótono, pero puede convertirse en algo apasionante a partir del momento en que uno se interesa por ellos.
Una pareja de canarios siempre ofrece la posibilidad de observar algunos comportamientos sorprendentes. ¿Qué relación van a establecer macho y hembra? ¿Qué significan los cantos de los pájaros? ¿Cómo seduce el macho a la hembra? ¿Cómo construye la hembra su nido? ¿Qué papel juega el macho en la educación de los pequeños?
He aquí algunos comportamientos sencillos de observar casi a diario, siempre y cuando, por supuesto, se sea paciente y discreto para no llamar la atención de los pájaros.
Los canarios son pájaros sociables
Gracias a la llegada de la etología, cuyo objeto de estudio es el comportamiento de los animales en su medio natural, hoy en día es posible entender e interpretar el comportamiento de los canarios. Se sabe, por ejemplo, que la vida en grupo es a menudo para ellos una actividad vital.
Agrupados aumentan sus posibilidades de localizar a los enemigos, y por lo tanto de escapar de ellos, y multiplican las oportunidades de encontrar comida. En realidad, es el motivo por el que los pájaros se reúnen más a menudo, a veces mezclados con otras especies. Es el caso, por ejemplo, del canario de frente roja (Serinus pusillus), que vive en pequeños grupos de dos a treinta pájaros de la misma especie, y busca sus granos en la tierra en compañía de otros Fringílidos.
Otras especies, como el canario común (Serinus canaria), encuentran soluciones originales y ventajosas: acostumbrado a vivir en bandadas de varios centenares de pájaros, en invierno se asocia con el pardillo común, con el que busca su comida por el suelo, en las plantas bajas.
Los canarios son pájaros golosos
Dedican gran siempre una gran parte de su tiempo a alimentarse. Los canarios son pájaros activos, en movimiento casi constante en cautividad. Se pasan casi todo el día colgados en los comederos, o por el suelo, excavando en la arena en busca de granos o piedrecillas.
Esta actividad, por lo general, viene acompañada por fases de reposo, de limpieza, o de rabietas con los otros pájaros. En el medio natural, los canarios se alimentan de diferentes tipos de granos, de frutas, de brotes de insectos, que buscan en la tierra, en los árboles o en los arbustos.
Los canarios son combativos
Como la mayoría de los pájaros, los canarios viven amores turbulentos y agitados, donde los conflictos son bastante frecuentes. Después de la fase de seducción, ilustrada por el “roce nupcial de los picos”, a veces muy ruidosos, junto a notas musicales bastante espectaculares (los machos cantan para atraer a las hembras), las parejas normalmente se aíslan para construir su nido.
Algunas especies, menos agresivas que otras, anidan en colonias. Es el caso del canario africano (Serinus citrinelloides) o del canario de corona amarilla (Serinus canicollis), que forman grandes dormitorios durante el invierno, y anidan en colonias de 20 a 25 pájaros de la misma especie. De cualquier, modo, todas las especies de canarios pasan toda su vida en pareja; resulta bastante fácil reconocerlas en una bandada de pájaros salvajes, porque se persiguen y se limpian mutuamente cuando llega la noche.
Los canarios son pájaros viajeros
La mayoría de los canarios son pájaros sedentarios o migratorios parciales, que solo efectúan desplazamientos cortos lejos de su área de nidificación. Algunas especies como el verderón serrano (Serinus citrinella) abandona sus montañas durante los meses de invierno para ir a los valles y refugiarse del frío.
Otras especies, como el canario de lomo oliva (Serinus atrogularis), el verdecillo (Serinus serinus) o el canario sirio (Serinus syriacus), efectúan viajes más importantes: se desplazan a menudo varios miles de kilómetros lejos de su área de nidificación.
El ejemplo del verdecillo resulta bastante elocuente. Gracias a su vuelo rápido, y ondulado, registra una velocidad media o 50 km/h, y la especie renueva cada año el mismo periplo: deja la zona norte de su hábitat en otoño (Países Bajos, sur de Dinamarca) para ir a hibernar alrededor del Mediterráneo, hasta Egipto o el Líbano.
Los canarios son pájaros cantores
Ante todo, los canarios son reconocidos por sus cantos, que figuran entre los más melodiosos del conjunto de las aves. Utilizan los cantos esencialmente para seducir a las hembras y para marcar un territorio, mientras que los gritos o las piadas sirven sobre todo para avisar de un peligro (gritos de alarma), para reforzar la cohesión del grupo, o para indicar la localización de comida a los demás.
¿Cómo aprenden a cantar los canarios?
Los científicos han intentado entender esta cuestión a través del estudio del canto de las crías. Se sabe, después de mucho tiempo, que el canto de un pájaro está compuesto de secuencias separadas por silencios, pero recientemente se ha descubierto que los pájaros jóvenes conocen por instinto algunos sonidos, que aprenden a combinar imitando a los adultos.
Este fenómeno ha sido comparado por algunos científicos a la adquisición del lenguaje en los hombres: al igual que los bebés, los pajarillos poseen facultades innatas desde su nacimiento que evolucionan gracias al contacto con los adultos.
En realidad, existe una amplia gama de vocalizaciones que los pájaros aprenden a medida que van creciendo. Al escucharlos, a veces se tiene la impresión de que los pájaros usan siempre los mismos cantos, pero su repertorio vocal es siempre mucho más variado de lo que parece.
Cómo se comportan los canarios con otras mascotas
Entre las personas que nos gustan los animales y las mascotas es habitual que tengamos más de una y además de diferentes especies. A continuación te explicamos cuál es la relación de los canarios con otros animales domésticos:
Relación de los canarios con los peces
Si el acuario está cerrado, nada impide que puedas tener en la misma habitación a peces y pájaros. Incluso si los pájaros crecen en libertad dentro del apartamento, rápidamente perderán el interés por el acuario.
Relación de los canarios con los hámsteres y conejillos de indias
En este caso, la convivencia con los pájaros no supone ningún problema. De todas formas, cada uno debe estar encerrado en una jaula y es suficiente con no sacarlos a la vez.
Relación de los canarios con los perros
El problema se complica ligeramente con un perro. Si los pájaros no abandonan nunca su jaula, el perro se olvidará muy rápido de lo que él ve como un “juguete”. Además, si la jaula está colocada alta, estará menos expuesta a recibir un zarpazo fortuito. Si, por el contrario, los pájaros están domesticados, la cohabitación entre el perro y las aves debe hacerse bajo extrema vigilancia. Debes tener paciencia.
Relación de los canarios con los gatos
La convivencia entre un gato y un pájaro resulta estrictamente imposible. Nada impedirá nunca a un gato intentar cazar de vez en cuando a uno de los pájaros, estén en libertad o dentro de la jaula. Escoge uno u otro para evitar riesgos de encontrarte con sorpresas desagradables.
Relación de los canarios con las serpientes
La convivencia con pájaros sólo es posible si las serpientes no abandonan nunca su vivero. En caso contrario, el encuentro entre pájaros y reptiles tiene todos los números para acabar con un festín… en detrimento de los primeros.
Relación de los canarios con los niños
Una pareja o un pequeño grupo de canarios siempre representa un objeto de admiración para los niños, sea cual sea su edad: ver volar a los pájaros en su jaula (o en el piso si los pájaros están domesticados) suscita su interés y despierta su curiosidad. Sin embargo, antes de los seis años, la mayoría de niños tienen tendencia a querer tocar los pájaros, sin ser capaces de tomar las imperativas precauciones. Por eso, debes ser cauteloso. No dejes a los tus hijos manipular a los canarios si no tienen ya un buen conocimiento de los pájaros.
No les dejes abrir la jaula sin su autorización y explícales que no deben molestar a los animales en el delicado momento de la reproducción. Desde los seis o siete años, los niños pueden implicarse un poco más en el mantenimiento y cuidado de tus pájaros. Observarlos supone para ellos una fuente permanente de sorpresa: cada gesto, cada comportamiento, sobre todo en periodo de reproducción, constituye una pequeña lección de historia natural.
Igualmente, confiarles el mantenimiento de los pájaros a los niños puede ser una manera de responsabilizarlos. Que cojan la costumbre de sus accesorios o de vigilar la evolución de los más jóvenes es un excelente aprendizaje.
Con la condición, claro está, de que vigiles desde lejos el desarrollo de las operaciones, y sobre todo, de molestarte en explicar a los niños algunos principios básicos. Estos se lo pasarán bien ocupándose de los pájaros, a la vez que aprenderán el significado de cada uno de sus gestos.
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