La jirafa (Giraffa camelopardalis), es un animal mamífero cuya característica principal es su largo largo. De hecho, se considera el ser vivo más alto del planeta. Es herbívoro y en estado salvaje se puede encontrar en algunos países de continente Africano. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos las características físicas de la jirafa.
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Qué es una jirafa
La jirafa, es un animal que pertenece a la familia de los Giraffidae. Parientes del antílope y del ganado bovino. Son mamíferos ungulados, (caminan sobre el extremo de los dedos), que normalmente viven en manadas o grupos. Un vertebrado que llama mucho la atención de los niños.
También, son los animales más altos que existen en la Tierra. Debido a su gran estatura pueden comer hojas y ramas pequeñas que se encuentran en las copas de los árboles, alimento que está lejos del alcance de otros herbívoros.
A pesar de su gran tamaño, las jirafas se pueden desplazar de forma elegante y silenciosa. Avanzan moviendo simultáneamente las dos patas de un mismo lado y son capaces de galopar a una velocidad de hasta 50 km/hora (31 millas por hora).
¿Qué sonido hace la jirafa? Siendo tan enorme, uno podría imaginar que ruge o brama, pero lo máximo que consigue ocasionalmente es algún gruñido, gorgoteo, silbido o bufido. Las crías en peligro pueden emitir un ligero balido, y eso es lo más ruidoso que llega a ser este extraordinario animal.
Características físicas de la jirafa
Respecto a su aspecto, a continuación te explicamos cómo son las jirafas. Su cuello es muy largo, sostenido por un cuerpo corto, de lomo inclinado y piernas largas. Es muy sorprendente, su largo cuello solo cuenta con siete vértebras que le dan una gran flexibilidad y posibilidad de movimientos.
Las cuatro patas son aproximadamente de la misma longitud, aunque parezca que las delanteras son más largas. Para poder defenderse de los leones y otros predadores, la jirafa da coces con sus grandes pezuñas, que son del tamaño de un plato. En la cabeza cuentan con dos pequeños cuernos llamados osiconos que están cubiertos de pelo hirsuto (duro y áspero). También suelen tener una protuberancia ósea en la frente parecida a un “tercer cuerno”.
Tiene ojos son grandes y saltones y cuentan con grandes pestañas. Pueden distinguir cientos de colores. Están situados a ambos lados de la cabeza y les proporcionan una buena visión, sobre todo por la altura a la que se encuentran. Sus orejas son puntiagudas y, pese a no ser muy grandes, su sentido del oído es bueno.
Su sentido olfativo también es muy agudo. En su nariz cuenta con unos músculos que le permiten cerrarla completamente para protegerse, por ejemplo, durante una tormenta de arena o de las hormigas. También tiene una cola de pelos largos que sirve para alejar a las moscas.
En su boca, los labios gruesos y carnosos que protegen a la jirafa de las espinas afiladas. Su lengua es bastante larga, de unos 50 cm (20 pulgadas) y prensil para poder agarrar y sujetar las ramas y hojas de las que se alimenta.
Color de la jirafa
Cada jirafa tiene un dibujo de piel diferente, no hay dos iguales, son como las huellas dactilares de los humanos. Estas marcas del pelaje se vuelven más oscuras al envejecer. Curiosamente los miembros de la manada reconocen e identifican las marcas del pelaje de los otros miembros del grupo. Las jirafas nacen con la forma y el diseño de manchas de su piel características de una jirafa adulta. Se puede identificar a cada uno de los nueve tipos de jirafa por su pelaje.
Algunos, como la jirafa reticulada, tienen las manchas espaciadas uniformemente. Otros, como la jirafa Masai, tienen manchas irregulares con bordes difusos. Las marcas de la jirafa Thornicroft son una mezcla de manchas uniformes e irregulares.
Las manchas de color de su piel, en la tenue luz del crepúsculo o del amanecer, las ayudan a confundirse con el paisaje. Esas manchas pueden parecemos llamativas cuando vemos una jirafa de cerca en un zoo, a plena luz del día, pero, a la débil claridad del atardecer o del alba, ocultan estos enormes animales de la vista de los depredadores que merodean a lo lejos.
A la resplandeciente luz del día africano, las manchas las ayudan de una manera completamente distinta. Actúan entonces como etiquetas. Si miras detenidamente su diseño en forma de red, con pálidas líneas alrededor de pequeñas zonas de color pardo, pronto verás que cada jirafa tiene su propio dibujo.
Es muy probable que una jirafa pueda identificar a otra gracias a esas manchas “personales”, del mismo modo en que los humanos pueden identificarse por sus huellas dactilares. El dibujo de cada jirafa no se altera nunca desde que nace hasta que muere.
Cuello de la jirafa
Hay gente que imagina que la jirafa tiene muchos huesos en el cuello, pero no es así. En realidad, no tiene más que cualquier otro ungulado. Igual que sus parientes cuellicortos, solo tiene siete vértebras, aunque cada una es, naturalmente, mucho más alargada que su equivalente en un ciervo o un antílope.
El largo cuello de la jirafa, tan útil para alimentarse, le crea en cierto modo un problema cuando tiene que beber. Al vivir en las calurosas sabanas y los accidentados bosques del África tropical, los animales necesitan beber en una charca todos los días. Puede que tengan que recorrer varios kilómetros para llegar allí pero ese viaje es una parte esencial de su rutina cotidiana.
Guando llegan a la orilla, las jirafas tienen que adoptar una desgarbada postura abriendo mucho las patas, como si estuvieran a punto de despatarrarse. Al sentirse indefensas en esta postura, están bastante nerviosas y yerguen la cabeza cada poco para detectar la proximidad de posibles enemigos.
Levantar rápidamente la cabeza desde el nivel del agua podría fácilmente hacer que se marearan si no fuera por el hecho de que tienen unos vasos sanguíneos muy especiales en el cuello, capaces de cerrarse para impedir que baje demasiado bruscamente la sangre.
Esqueleto de jirafa
Una de las características anatómicas y fisiológicas de la jirafa que más sorprende es su cuello. El cuello de una jirafa puede alcanzar hasta 2 metros, con 7 largas vértebras cervicales de un tamaño de hasta 27 cm.
La columna vertebral es oblicua con fuerte cintura pélvica para soportar el peso del cuello. Las patas terminan en pezuñas. Su paso es de ambladura (como el de los caballos), es decir, adelanta las dos patas de un lado y luego las del otro. Al galope puede alcanzar hasta 50 Km/h. Levantan primero las patas delanteras y luego las traseras de forma simultánea. Al correr balancea el cuello adelante y atrás.
Sistema circulatorio de la jirafa
El sistema circulatorio de la jirafa es el más largo que existe. Por ello, no es extraño que muchas personas se pregunten, ¿Cómo puede llegar la sangre a la cabeza de las jirafas? Para poder impulsar la sangre posee un sistema vascular llamado retículo admirable.
Su función es evitar la congestión de la masa encefálica, y mantener la presión vascular constante a pesar de que cuando la jirafa levanta la cabeza la lleva 3 metros por encima del corazón y cuando la baja 2 metros por debajo. El retículo admirable, localizado en la base del cerebro, logra estabilizar la presión sanguínea en los vasos cerebrales mediante la mayor o menor dilatación de sus arteriolas.
Al bajar la cabeza, la arteria carótida interna se llena de sangre e impide el excesivo paso al retículo admirable, mientras que las válvulas de la vena yugular impiden el retroceso de la sangre. Al subir la cabeza, la arteria carótida libera sangra hacia el retículo admirable asegurando un riego sanguíneo permanente al cerebro.
Cuánto pesa una jirafa
Al existir varios tipos de jirafas, sus tamaños también pueden variar y obviamente el peso también es diferente. Pero en línea generales, una jirafa adulta pesa entre 750 y 1.500 Kg. Una jirafa recién nacida o bebé pesa entre 50 y 70 kilos.
Cuánto mide una jirafa
Al igual que en el punto anterior, las dimensiones de la jirafa puede variar en función de su especie. Pero en líneas generales, incluida el cuello y cabeza, una jirafa mide una altura de entre 5 y 6 metros. Además la jirafa mide entre 3,5 y 4 metros de longitud.
La jirafa adulta es el animal más alto del mundo actual. El récord lo batió un macho llamado George cuya cabeza casi tocaba el techo de su jaula del zoo, que tenía seis metros y medio de altura. O sea, si tres hombres se pusieran en pie uno encima de los hombros del otro, el de arriba todavía tendría que levantar la cabeza para ver la cara de George.
La mayoría de las jirafas no crece tanto, pero aun así son muy altas comparadas con cualquier otro animal. La altura media de una jirafa macho es de unos 5 metros. Las hembras son ligeramente menores y miden unos 4,2 metros.
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